Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capítulo 10

- ¡Rubén! – escucho un grito lejano, algo ahogado - ¡Rubén, por favor! – ahora lloriquea. Mis ojos se abren de golpe. El cabello de Sopphie caía a mi lado, ella estaba encima de mí, llorando e intentando despertarme. Cuando vio mis ojos abrirse, se tiró encima de mí y escondió su rostro en mi cuello. – Dios, Rubén. – sollozó.

- ¿Qué sucede? – pregunto, mientras intento separarla de mí. Ella lo hace mientras sorbe por la nariz, agarra un costado de mi rostro y me deja un beso en los labios.

- Tuviste una pesadilla. – murmura, con la voz ahogada.

- Lo siento, no quería asustarte. – digo acariciando su mejilla. Estaba mojada, había llorado. Paso mi mano por su cabello y está mojado también. Oh, se ha bañado. - ¿Te duchaste?

- Sí, ¿por qué? – pregunta mientras limpia las lágrimas de debajo de sus ojos.

- Yo quería hacerlo contigo. – digo acariciando su cabello. Ella se ríe, mientras yo me incorporo y me siento en la cama.

- No voy a dejar que veas mi cuerpo tan fácilmente. – murmura en mi oído, mientras me abraza, luego se separa y pasa un mechón de su cabello detrás de su oreja.

- Oh, ¿por qué? – gimoteo. Ella simplemente se encoge de hombros, se inclina y me deja un beso.

- ¿Ya estás bien? – susurra cerca de mis labios.

- Sí, no te preocupes. – digo acariciando su mejilla, le dejo otro beso y luego uno en la frente. – Gracias.

Ella me sonríe, se vuelve a levantar de la cama y ahora me doy cuenta que ropa nueva carga: un camisón blanco medio transparente de satén, bragas y sujetador negro que se notan debajo del camisón y carga el cabello suelto hasta su cintura.

Un gemido sale de mi boca.

- ¿Cómo es que me pides que no quiera verte desnuda si usas esa ropa? – pregunto mientras me levanto y la sigo hacia el closet.

Cuando entro quedo boquiabierto: hay mucha ropa, tanto de femenina como masculina, aunque hay más femenina, y todo es blanco, unas cuantos collares, pulsares y diademas en negro en un tocador, y zapatos negros debajo de un par de vestidos especialmente separados.

- No te pedí eso exactamente. – murmura, dejándose de ver en el espejo y mirándome a mí en cambio.

- ¿Por qué hay ropa de hombre aquí? – pregunto mientras me acerco a ella, me pongo a su lado en el espejo y acomodo mi pelo.

- Para ti. – murmura volteándose a verme. – Solo nos quedan unas siete horas para llegar a mi sede y quiero que te veas bien. – dice mientras me mira. – No quiero que sepan que estuviste ayudando a los hombres que nos amenazaron. – se acerca a mí y coloca sus manos en mis hombros.

- ¿Te importa lo que piensen? – pregunto cerca de sus labios.

- No. – murmura – Pero si alguien se llega a enterar, te querrán matar.

- Linda forma de pensar de mí. – murmuro, agarro su cuello y le beso los labios delicadamente, pero luego Sopphie se separa y deja sus manos es mi rostro.

- Tienes que cambiarte. – murmura mientras pasa sus manos por mis hombros y luego lo baja mi torso, cuando bajo la mirada a sus manos veo que las cicatrices que no habían cicatrizado ahora estaban blancas y los que sí lo habían hecho, ahora no están. – Funcionó. – dice mirándome con una sonrisa.

- ¿Me curaste? – pregunto, confuso. Creo que mis heridas no se podrían ver mejor si yo esperara incluso años.

- Sí, ¿recuerdas? – murmura subiendo sus manos otra vez por mi torso y llegando a mi cuello. – Antes de que te durmieras.