Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capitulo 34

Uno, dos, tres… dejo salir un poco el aire. Cuatro, cinco, seis… mis pulmones queman, pero logro mantenerme un poco más… siete, ocho…

- ¿Sopphie? – escucho una voz pronunciar mi nombre como si fuese un rezo. Libero todo el aire de mis pulmones y con mis pies me impulso hacia arriba rápidamente.

Quito el agua de mis ojos y llevo mi cabello hacia atrás. Delante de mí, Rubén se sienta en la orilla de la piscina, con sus pies tocando el agua y sin camiseta ya. Me encanta verlo
relajado teniendo en cuenta la situación.

- ¿Qué estabas haciendo? – pregunta Rubén mientras mese sus pies, haciendo leves ondas en el agua, que rebotan conmigo y vuelven hacia a él, y así hasta que se deshacen y son reemplazadas con otras.

- Solo hacía ejercicios de respiración debajo del agua. – digo mientras acomodo mi cabello un poco, debe estar desordenado por durar tanto tiempo debajo del agua. – He notado que surgen más efecto debajo del agua que fuera de esta.

- Ah, claro. – murmura Rubén con el ceño levemente fruncido, pero divertido. – ¿Cómo es que teniendo esta piscina, prefieres quedarte afuera?

Estamos en lo que sería mi casa en la S.T., y sí, es algo así como la Casa Blanca. Desde que llegamos Rubén me pidió que me quedara en un lugar seguro, y no vi nada más seguro que este lugar: reforzadas con gemas de seguridad, en la S.T. de mi –destruida– sede, que por cierto, está cubierta con una capa invisible protectora que no puede ser violada por nada.

- Ya te lo expliqué. – murmuré, mientras con mis manos y pies me impulsaba y me sentaba a su lado, secándome con una toalla que dejé allí. – Las comidas de aquí están programadas para hacerte querer vivir aquí y, digamos en pocas palabras, que una metida de pata como la de querer vivir aquí, Garnet me enterraría viva frente a todos bailando alrededor de una fogata.

- Siempre tan positiva. – dice sarcásticamente Rubén, pero  luego se vuelve a poner serio, aunque con una pequeña sonrisa que jamás borra de sus labios. – Ya hablé con Ben y Earle.

- ¿Qué te dijeron? – dije secando mi cabello con la toalla.

- Bueno, para serte sincero. –murmuró conteniendo la risa. – Earle se desmayó unos pocos segundos, Ben comenzó a maldecir todo y Joiseph lanzó su silla contra la pared, la ventana y el suelo. Era un gallinero esa sala de reuniones. Me sorprende que no se haya prendido fuego, aunque no hablo por la silla en donde estaba sentado Ben, por sus daños no me hago responsable. – río un poco – En fin. Cuando todos se calmaron y Earle volvió a la realidad, acordaron hablar con Garnet y preguntarle si tiene alguna idea. Pero creo que ellos tienen un plan.

- ¿Crees que tienen un plan secreto? –pregunté con el ceño fruncido.

- Me refiero a que, después de que me fui oí que Ben le pidió a Joiseph que se reunieran para hablar de algo muy importante. – dijo Rubén encogiéndose de hombros, recalcando las últimas dos palabras.

- Tal vez no es lo que piensas. – dije – Joiseph tiene varias empresas fundadas en la S.T., me refiero a empresas de modelaje y fotografía, y Ben es quien le ayuda con la administración. Me refiero a que, tal vez, solo se vayan a reunir para hablar de administrar cosas y hacer lo que hacen los administradores.

- Tu idea no me convence mucho, la verdad. – murmura Rubén– En la S.T. no se paga, ¿para qué sirve un administrador
entonces?

- Tienes un buen punto. – le concedo. – Solo Dios sabe qué hacen cuando se reúnen, porque, déjame decirte, llevan meses reuniéndose dando como escusa lo que te acabo de decir.

- Es extraño. – murmura Rubén. – Pero podemos concederle el beneficio de la duda. Aunque, los administradores no solo sirven para contar dinero también sirven para calcular cuanta mercancía necesitan, etcétera. No hay que, necesariamente, pensar que están haciendo un plan malévolo solo por eso.