El Novio de Mi Hermana → l.h ✔

XXXVII

-Y yo te amo a ti Calum -sonreí y lo besé, sus labios vagaban por mi rostro para luego bajar hasta mi cuello, sensaciones de excitación me invadieron, no quería que parara- Calum...amor -jadeé.

-¿Qué pasa? -se separó- ok, esperaremos hasta que sea el momento indicado -se paró y caminó hasta la orilla del lago, me quedé pensando unos segundos, me levanté decidida.

-Calum-se giró y lo abracé por los hombros,me acerqué a su oído- quiero que tú seas el primero.

-¿Lo dices en serio? -asentí mordiendo mi labio- ¿ahora?

-¿No quieres? -desconocía mi actitud en estos momentos, jamás había actuado así.

-¿Tú si?

-Yo quiero ser tuya mi amor -susurré sobre sus labios- ahora, aquí, en el lugar en que me regalaste tu corazón y yo te regalaré el mío -reímos, me abrazó apegándome a su cuerpo, caminamos hacia donde estábamos hace un rato, poco a poco nos íbamos despojando de nuestra ropa, primero yo le quité su camiseta, besaba cada parte de su cuerpo, como si mi vida dependiera de ello, íbamos lento, nada ni nadie nos apuraba, Calum puso su mano en mi hombro, llegó hasta el tirante de mi vestido y lo fue bajando lentamente, luego hizo lo mismo con el otro, hasta dejarme solo con la ropa interior, bajé lentamente mi mano por su torso,llegué hasta su cinturón, bajé su bragueta y pude notar su miembro apretando la tela del bóxer, reí sonrojada, él me ayudó a sacar sus pantalones, dirigió su mano hasta el broche de mi sostén, lo soltó y poco a poco sacó la prenda. Tomó uno de mis pechos y lo apretó suavemente, estimuló mi pezón, pequeños jadeos salían de mi boca, mis manos vagaban por su espalda, hasta llegar al elástico del bóxer, mis manos tiritaban y él lo notó, se separó me miró tierno.

-¿Estás segura? -preguntó asustado.

-Si si -dije sonriendo- es sólo que... ¿es necesario explicarlo? -reímos y volvió a besarme.

Solo nos separaban 2 prendas para estar juntos, ambos las sacamos a la vez, poco a poco Calum me recostó en la frazada que había ahí, entrelazó sus manos con las mías sobre mi cabeza, dirigió su pene a mi vagina, yo ya estaba excitada, estaba nerviosa y podía notar que Calum también lo estaba.

-Si te hago daño, me avisas -susurró en mi oído y asentí. 

Sentí una gran presión en mi zona, me di cuenta de que Calum intentaba penetrarme pero no podía, me dolía, me quejé, Calum intentó pararse pero no lo dejé.

-Sigue -le ordené- el dolor se pasará.

Volvió a posicionarse en mi feminidad, hizo presión nuevamente, esta vez entró un poco, apreté su mano, llegó hasta la barrera de mi virginidad, ambos suspiramos.

-Mi amor -dijo.

-Hazlo -jadeé- por favor, Calum, hazme el amor.

-Cómo tú digas princesa -y besó mi fente.

Poco a poco Calum se fue moviendo en mi interior, dolía, mucho pero fue reemplazado por la excitación del momento, podía sentir lo excitado que estaba mi novio, después de varios minutos sentí como me contraía alrededor del miembro de Calum, él aceleró sus embistes y juntos llegamos a nuestro primer orgasmo, mi novio cayó sobre mi cuerpo, sin hacerme daño.

-Te amo pequeña -me besó dulcemente.

-Te amo Cal -lo miré a los ojos- mucho.

Luego de haber hecho el amor bajo las estrellas,decidimos volver a la cabaña, aunque ya eran las 4:30 de la madrugada, quizás alguien se daría cuenta.

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EDITADO.

Prisila.