El Novio de Mi Hermana → l.h ✔

LXX

Al término de la canción Luke hizo una seña y de la nada cayó un telón que decía "¿Te quieres casar conmigo?"

-Luke yo... -él se arrodilló frente a mi,lágrimas de emoción rodaban por mis mejillas sonrojadas, sacó una cajita roja que contenía un hermoso anillo de compromiso.

-¿Y qué dices? -tomó mi mano- ¿aceptas casarte conmigo?

-Si -ambos sonreímos llorando- si me quiero casar contigo Luke.

-Te amo -se puso de pie, nos miramos aún sonriendo me tomó por la cintura apegándome a su cuerpo y me besó, sellando nuestro compromiso en medio de la Plaza de San Marcos en Venecia.

-Y yo a ti -dije cuando nos separamos y luego juntamos nuestras frentes- gatito.

-Me haces el hombre más feliz del mundo -susurró sobre mis labios, cerré mis ojos al sentir su aliento sobre mi- desde hoy seremos una familia, tú, los niños, los que vengan más adelante -sonreí al escuchar eso, un hijo de Luke- y yo, si quieres podemos tener un perro, lo que quieras.

-Contigo me basta -puse mi dedo índice en sus labios- y me sobra, no necesito nada más para ser feliz, lo tengo todo a tu lado mi amor -volvió a unir nuestros labios, sus manos estaban en mi cintura, sentimos aplausos y ovaciones, nos separamos y vimos a los espectadores del show de la orquesta mirándonos felices, algunas chicas lloraban.

-¡Dios! qué vergüenza -escondí mi rostro en el pecho de Luke, él rió- no te rías.

-Es gracioso -lo miré- bueno, no es gracioso.

-Te amo -lo abracé por la cintura y besé su pecho y él mi cabeza- ¿ahora qué haremos?

-Podemos hacer muchas cosas -me susurró en el oído- como caminar, ir a dormir, correr, jugar con los niños, ir a bailar, hacer el amor...

-¡Luke! -le dije sonrojada y miré hacia los lados para ver si alguien había escuchado- no digas eso...

-¡Por qué? -caminamos lejos de la gente que había allí- solo eran ejemplos de lo que podíamos hacer para celebrar nuestro compromiso -levantó mi mano y la besó- ¿no quieres?

-No es eso -sonreí- es que lo dijiste en un lugar en donde cualquier persona pudo haber escuchado...

-¿Y te dio pudor no? -asentí pegando mi rostro a su cuello- desde cuando Olivia Hills es pudorosa ¿eh?

-Siempre lo he sido -me defendí

-Si claro -lo abracé fuerte- ¿vamos? -lo miré dudando. Me apretó más a su cuerpo y sentí algo - estoy un poco cachondo.

-¡Luke! -grité riendo- no me quiero ir aún -dije para hacerlo sentir avergonzado y no poder controlarse- vamos a caminar.

-Liv no me hagas esto gatita, no me harás caminar con esto -señaló su pantalón- así.

-Tú hace un rato me diste opciones para seguir nuestro paseo y yo elegí la de caminar.

-Bueno, yo como el hombre de esta relación elegí la opción de hacer el amor contigo -me tomó entre sus brazos y comenzó a besar mi cuello.

-Que machista eres Hemmings -reproché- yo no quiero hacer el amor contigo.

-Vamos gatita -besó mi cuello- celebremos lo que acaba de suceder ¿si?

-Tal vez -me miró con deseo y sonrió- pero no ahora. Además debemos ir por los niños.

-Por favor -hizo un puchero- a los niños los podemos dejar con Michael y Alice.

-No Luke, ya te dije -sentencié y comencé a caminar- no siempre puedes tener lo que quieres babe.

***

-¡Luke ya basta! -dije riendo mientras entrábamos a la habitación del hotel- te dije que no Hemmings.

-Vamos princesa, yo sé que tú quieres que te ame -besó mi nuca- ¿quieres que te haga mía?

-Está bien Luke, hazme el amor -dije resignada.

-Pero no me lo digas en ese tono -reclamó.

-¿Y como quieres que te lo diga? -pregunté tocando su pecho.

-Sedúceme, provócame -me arrastró hasta la habitación, tomé su camisa y lo tiré a la cama- me gusta tu violencia, sé violenta gatita -me mordí el labio inferior y me senté a horcajadas sobre su cuerpo.

-No te vayas a arrepentir de lo qué pides tigre -le susurré sensualmente,sentí como su cuerpo temblaba con las palabras que le decía- ¿estás nervioso Hemmings?

-No..no.. para nada -tartamudeó.

Minutos después...

Nuestras ropas volaban por la habitación, la temperatura de nuestros cuerpos había aumentado. Poco a poco Luke comenzó a penetrar mi cuerpo, ambos jadeábamos, embestidas lentas y otras más rápidas, besos en el cuello, susurros apenas audibles, te amo's y te quiero's salían de nuestros labios entremedio de jadeos y gemidos. Llegamos juntos a la cima del extásis, Luke apoyó su cuerpo sobre el mío, mi mano vagaba por su espalda, él se acostó a mi lado y me atrajo a su cuerpo.

-Luke -hizo un sonido de atención- estoy embarazada...