El Novio de Mi Hermana → l.h ✔

XLIV

-Ámame, como si fuera la primera vez -le susurré- hazme sentir única.

-Eres la única -besó uno de mis pechos por encima de la tela de mi blusa, hizo que levantara mis brazos para quitármela, saqué su camiseta rápidamente, amaba verlo con el torso desnudo y marcado por el ejercicio. Poco a poco nos quedamos desnudos, frente a frente, él arriba y yo abajo, nos miramos por un largo rato, sin hacer nada, luego de haber mirado esos ojos que me encandilan y alegran la vida, me acerqué a él y lo besé, comenzamos una guerra de besos, cariñosos, apasionados, requerentes del otro, hasta quedarnos sin aire- No sabes cuánto te amo Olivia.

-Tanto como yo a ti Cal -dije en un jadeo.

Comenzó a descender sus besos por mi cuerpo, besó mi estómago cariñoso, volvió a subir hasta mis pechos. Tomó uno y comenzó a masajearlo, mi cuerpo pedía liberación.

-Cal ya .... -jadeé- por favor.

-¿Que quieres princesa? -seguía masajeando mis senos- dime que quieres y te lo daré...

-Haz....hazme... hazme el amor Calum -rogué- por favor.

Asintió y posicionó su pene en la entrada de mi vagina, me miró como pidiendo permiso y me penetró lentamente, sentía como su miembro entraba a mi cuerpo, llegó hasta el tope y comenzó a embestirme, en la habitación sólo se oían jadeos y gemidos, primero lento y luego rápido, en mis pensamientos solo había placer y más placer.

-¡Oh...oh Dios! -jadeó Calum en mi oído- te amo princesa -dio un par de embestidas y llegamos al clímax, sentía como su semilla se esparcía en mi interior, se recostó sobre mi, pero sin dañarme- hacer el amor contigo es lo mejor que he hecho en mi vida.

-Cada vez es mejor mi amor -se acomodó a mi lado, nos metimos bajo las sábanas, me apoyé en su hombro y poco a poco me quedé dormida.

-Buenas noches mi amor -besó mi cabello.

-Buenas noches mi amor -besé su hombro.

Días después.

Ya había encontrado trabajo, a 3 cuadras del departamento así que no era necesario tomar el autobús. Calum no le había gustado mucho, pero debió acatar, soy mesera de un restaurant.

Luke me había encontrado por casualidad, pues fue con su familia a almorzar ahí.

-¿Que van a pedir? -pregunté despistada.

-Liv, hola querida -me saludó Liz- ¿cómo te ha ido?

-Oh, perdón estaba despistada, yo he estado muy bien ¿y ustedes?

-Bien -me dijo Luke mirando fijamente mis ojos.

-¿Que van a pedir? -repetí- les recomiendo el plato del día.

-Entonces traenos 4 platos y 4 sodas -dijo Luke.

Me dirigí a la cocina y grité la orden al chef, 10 minutos más tarde salí con el carrito y la orden.

-Aquí está su pedido -sonreí.

-Oye ¿y Calum? -preguntó mi amigo.

-Anda en trámites para la universidad -sonreí- con permiso y buen provecho.

-Gracias -dijeron todos.

Al final de mi turno, una compañera me dijo que alguien me esperaba afuera y que traía un hermoso regalo para mi. Salí casi corriendo hasta la puerta del personal.

-¿Qué haces aquí?

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EDITADO.

Prisila.