Domingo 14:42
Fui a refugiarme a mí cafetería favorita dónde quedé con Isaak. Allí podía quemar todos y cada uno de mis pensamientos con un café caliente, mientras miraba a la gente pasar, y maldecía por los últimos acontecimientos.
—Hola—exclamó Isaak mientras se sentaba conmigo.
—Hola....—dije apenada.
—¿Tan triste?—me preguntó preocupado.
—¡No!—dije, fingiendo una sonrisa. —Te compré un café—dije alargándoselo.
—¿De qué deberíamos hablar?—preguntó.
—Nada, es agradable tomar un café—le sonreí fingiendo mis intenciones. —¿Qué hiciste el Viernes?—le pregunté sin más.
—Fue el cumpleaños de mi mamá—
—A si que te quedaste en casa...—me aseguré.
—Si...—dijo extrañado. —¿Pasó algo el viernes?
—No, solo preguntaba—mentí. Como ya sabia, Isaak me conocía demasiado. Movió su ceja, y me miró extrañado. Por último sacudió su cabeza, haciéndome confesar.
—Creo que tal vez Jonas estuvo con Ingrid—le confesé con un hilo de voz. —¿Sabes algo de eso?—
—No. ¿Por qué lo crees?—dijo a mi pesar.
—Hablé por teléfono con el y escuché su voz—
—¿le preguntaste?
—Si pero dijo que era su hermana—
—Tal vez lo era—
—Conozco la voz de Ingrid. Éramos mejores amigas desde que teníamos 4 años.
—Dile eso a él—me sugirió.
—Lo hice, pero se enojó mucho, y dijo que no confiaba en él—
Un largo silencio se apoderó de los dos antes de que Isaak se incorporara en la silla.
—Eva, ¿Por qué estás con él?—dijo de repente.
—¿Qué quieres decir?
—Jonas es mi hermano pero, ¿por qué estás con alguien que no confías?—
—¿Crees que debería confiar en el?—
—O puedes ir por la opción 3. Puedes preguntarle a Ingrid—dijo dándome una idea.
Lunes 14:15
No podía dejar de darle vueltas a todo aquello, ni en el instituto. Miraba a Jonas desde el bordillo que compartía con mis amigas, absorta de todo tipo de conversación, simplemente le miraba, y este también a mí, sacudiendome la cabeza, bastante extrañado.
"Sonríe" me escribió.
"Sonríe tú"
"Yo lo estoy haciendo" tuve como respuesta, y lo hizo a mi lejanía, aunque intenté ignorar sus miradas.