Viernes 13:00
Compartir un recreo completo en el que la conversación con Pepsi max fuera amena, era increíble, pero cierto. Además, la reunión del Bus de fue algo que no era de esperar de ser grato, aunque lo fue. Compartiremos risas, y sentía que ya casi formaban parte de nosotras:
Sin embargo, podía ver la cara de desconfianza de Sana, quien las miraba con mucho desprecio, cada vez que nos acompañaban.
—¡Tenemos que celebrar la compra del Bus!—dijo Sara, fuera del interior del instituto.
—¡Si! Sé de un local genial para hacer una gran fiesta—
—Ya tenemos promotores—anunció Sara, con Vilde abrazándola por detrás.
—¿Quienes?—preguntó Noora extrañada.
—Bronceadores Suhk—nos informó, provocando entusiasmo en las chicas, ya que todas conocíamos aquel lugar, famoso en bronceados artificiales.
—No—dijo Noora, indignada.
—¿No, que?—dijo Vilde incorporándose.
—Haced ustedes el Bus Russ, yo no voy—dijo, haciendo que alucináramos.
—¿Por qué?—preguntó Vilde.
—No voy a participar en patrocinar una compañía que hace ver a las mujeres como un objeto—dijo, muy segura de lo que decía.
—¡Es un pequeño pin en la camiseta!—le dije, riendo por lo absurdo que me parecía.
—Da igual, id ustedes—insistió, haciendo que nosotras le siguiéramos intentado convencer, hasta lograrlo, o eso creíamos.
Cuando volvíamos a clase, me acerqué a Sana, ya que sentía que algo no iba bien.
—¿Que piensas?—le pregunte mientras caminábamos.
—¿Q-quien nos dice que no nos dejan tiradas el día del Russ Buss? En cierta medida lo han pagado ellas...—dijo, cabizbaja.
—Eso no va a pasar. Además, eras la jefa del Bus, ¿no?—
—Si...se supone—dijo, sin estar aún convencida del todo, antes de entrar a su clase correspondiente, y acompañarme esta vez Noora, mientras yo sacaba libros de mi taquilla.
—Bese a William—dijo con un hilo de voz.
—¿Bien?—pregunté sonriendo.