El dichoso tema del supuesto embarazo de Sara me estaba dejando sin vida social. Ocupaba literalmente mi mente todo el tiempo. Era tan duro aguantar cada día verles juntos, que ya casi estaba sin esperanzas de que aquello fuera una mentira. Mientras me acercaba a mi taquilla pensaba eso mismo, pero entonces algo cayó de esta, y pude ver un avión de papel: "Te extraño"
Sábado 08:14
Caminando hacia el instituto Isaak me alcanzó.
—Hey—dijo, sonriente como siempre.
—Hola—dije simpática.
—Llevo sin hablar con Jonas desde hace años—dramatizó, con algo de pena en sus palabras
—Ha cambiado por lo que he oído—
—¿Tu también escuchaste que lo chupa?—dijo riéndose a carcajadas.
—Si...—dije. –Este instituto está interesado en esas clases de cosas solamente– añadí riendo también, justo y cuando algo me pareció visualizar algo a la lejanía.
—Isaak. Gírate, ven—le dije, colocándole de espaldas a la escena para disimular.
—¿Que pasa?—pregunto este, confundido.
—Shh—le grité, mirando disimuladamente tras él, donde Sara y la chica del cuarto de baño mantenían otra conversación, en la parada de autobús. Analicé con detalle la situación y como se abrazaban antes de que la chica arrojara algo a la papelera.
—Isaak quiero que te muevas con cautela y nos dirigimos a la parada, ¿vale?—le indiqué cuando estás se marchaban.
—¿vale?—me aseguré, antes de que este asintiera
Avanzamos con disimulo, hasta el lugar de la acción. Lo analicé todo con atención, y me dirigí a la papelera.
— vas a hacerlo, ¿verdad?—dijo con un rostro de desprecio mientras yo encogía mis hombros y rebuscaba en la basura por alguna prueba.
—¿Qué cojones?—grité cuando mis manos se toparon con una caja de test de embarazo.
—¿Por qué le daría eso a Sara?—dije, algo confusa.
—No tiene sentido. ¿Por qué quedaría con esa chica para empezar?—dijo Isaak.
—No lo sé...—dije, intentando imaginarme algún motivo, que no encontraba, visualizando cómo caminaba la chica a una larga distancia nuestra, en un callejón cercano. –Pero tengo que averiguarlo–le dije, tras agarrar mi movil, y agarrarle del brazo para seguir a aquella chica hasta alcanzarla, cosa que finalmente conseguimos, tras mucho correr.
–¡¡Celia!! ¡Espera!–logré gritar, a pesar de la poca respiración que tenía. Esta se giró, y al verme su cara se transformó en miedo.
–Tranquila, solo queremos hablar–le indicó mi acompañante, consiguiendo calmarla.
–¿Qué quereis?–preguntó nerviosa, colocando su mano en su barriga sin darse cuenta, cosa que noté, y esbocé una sonrisa de tranquilidad. Comencé a reír a carcajadas, mientras Isaak y la chica me miraban extrañados. Me arrodillé apoyada en una de las paredes y sonreí tan felizmente que mis ojos se cerraron. Desde mi posición miré a Isaak, quien estaba empezando a pensar que estaba loca.
–La zorra no está embarazada, esta pobre chica que sí lo está le está dando sus tests–dije sin apartar la sonrisa de mi rostro. Esta se vio descubierta, y su rostro volvió a cambiar drásticamente.
–N-No es así... yo..–intentó excusarse, nerviosa y algo asustada. –Marchaos, o gritaré–nos amenazó.
–Tranquila Celia. Estamos de tu lado. Nadie sabrá que en realidad eres tú la que estás embarazada, si es lo que te preocupa–le dije, tras levantarme y dirigirme hasta ella. –No tiene sentido mentir más, Celia. ¿Qué te ha ofrecido a cambio?–le pregunté, algo preocupada por ella, conociendo a Sara. La chica pareció pensárselo mucho, antes de suspirar profundamente.
