Capítulo 22

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Caminaba por los pasillos de la universidad como sonámbula dormida e inconsciente, mi cuerpo solo se movía y mis pensamientos estaban fueras de si.

Que tan estupida se puede ser al esperar algo de alguien que parece no dar nada de si mismo a los demás, el enojo y la desaprobación eran evidentes, solo pensaba en lo estúpida que me veía ayer por la noche preguntándole discretamente a todos por el tan famoso Aaron Cooper en su mundo de fechorías y adrenalina.

Me detengo en cuando observo la agradable y confortable imagen de dos jóvenes en pleno apogeo, o mejor dicho de cierto joven, las manos de lo que parece una despampanante morena acarician el cabello de Aaron mientras que el juega con el collar que descansa en medio de sus pechos  —con su manos libre toma su cintura acercandola más a su cuerpo, carraspeo mi garganta llamando la atención de estos dos, los cuales al parecer les importa muy poco que los pasillos están llenos de estudiantes.

—¡Pero si el lobo feroz ya tiene nueva presa!— Exclamo con fingida sorpresa y una gran sonrisa de autosuficiencia. noto que mi comentario tiene el resultado deseado. 

La chica se marcha tomando su bolso del suelo un poco avergonzada y cabizbaja cuando algunas personas miran a su dirección.

—A si que tu eres el cazador. —Ruedo los ojos y sigo con mi recorrido pasando por su lado, siento unas fuertes manos sostener mi muñeca y con una inesperada vuelta e quedado frente a frente a Aaron, —quito su mano de mi muñeca con una manotazo.

—Pues ahora mismo no soy la presa, así que si.

—Pero que ha causado tal mal humor en nuestra valiente Robin Hood.

¿Un momento esta de buen humor¡?

—Ladrona no soy,  heroína de los menos afortunados mucho menos, lee un poco más cariño. -—Su respiración es calmada y aquella sonrisa arrogante seguía en su estúpido rostro, me miraba pensativo.

—Pero si robaste mi negro corazón para salvarlo de los demonios que lo atormenta. —Expresa con drama, y burla. —Rodando los ojos le doy la espalda dispuesta a retomar mi camino hasta la próxima clase.

—¿A dónde vas? —Pregunta a mis espalda.

—¿Qué? ahora cambiamos los papeles ¿o qué? —Pregunto riendo.

—Intento ser amable, no se... Lana dijo que tengo que ser un poco más amable.—inmuta.

—Entiendo, pues yo voy a la cafetería con una gran ración de papas fritas, así que ve a praticar tu intento de "amabilidad" con otra persona, tal vez encuentres a Voldemort y se conmueva con tu acto.— Respondo haciendo comillas con mis manos.

—¿Te sientes bien?

La palabra idiota o estúpido le empieza a quedar bastante pequeña.

CooperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora