Capítulo 15

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Veo como la rubia vuelve y se carcajea ya en mi auto, vamos en la carretera, ya salimos de la dichosa discoteca a la que Alanna me hizo ir.

—¿Quisiera saber de que te ríes Lana? La miro de reojo.

—¿Cómo que de que de Ari?

Ari, como odio ese apodo

—Deja ya de burlarte de mi, sino te bajo del carro, me entiendes. Ella ni siquiera me presta atención simplemente se ríe.

—Ari es que fue divertido, y muy excitante. Dice alzando las cejas divertidamente.

—Que demonios tiene de gracioso que un chico me agarre el trasero, por que según el mi trasero es lindo, que le de gracias a Dios que estabas ahí para impedir que lo golpee. Palabras de el no mías.

La rubia se carcajea otra vez, no puedo negarlo amo su risa, amo sus ojos profundos como el mar, y amo su abundante cabellera rubia, Alanna es una de las pocas personas que la considero como una amiga, es demasiado importante para mi y que le de gracias a Dios de que la considere mi hermana por que muchas veces se me va la paciencia, a ella le da igual mi mal humor, ella sabe todo de mi, absolutamente todo ya que venimos del mismo infierno.

Es la única chica con la que me siento a gusto, con la que me río sin parar Con la que no puedes fingir ella es mi realidad, la conozco desde que tenía doce  años, ella es mi luz entre tanta oscuridad, bastante oscuridad siendo sincero.

—Ari. Me llama Alanna sacando me de mis pensamientos.

—¿Si?

—Te pregunte que si tu conoces a la chica que Max saludo.—Frunzo el ceño de solo acordarme de ella.

—Ah si como se llamaba Kate, Katherine, karine...

-Kaily, bobo.Me corta mirándome mal.

—Se llama Kaily. Repite.

— Ah si ella. Digo sin mucho entusiasmo.

—¿La conoces? Me mira con una mirada de curiosidad, ya que estamos parados en un semáforo la miro, sus bonitos ojos me miran interrogantes y curiosos, Alanna siempre fue curiosa demasiado para mi gusto.

—Mmm... es la amiga de Landon ¿por que tanto interés en ella Alanna? Ella mira hacía sus dedos y sigue, parece una niña pequeña a punto de decirles a sus padres que ella fue quien se comio la ultima rebanada de pastel.

—Debimos de parar aquella pelirroja que la estaba grabando, seguro mañana ella se va repetir de todo lo que hizo hoy.

—Deja de preocuparte por personas desconocidas Lana, si se arrepiente o no, no es nuestro problema que aprenda a beber y ya. Además su amiga estaba ahí.Lana me mira un poco enojada sabiendo que casi nadie me interesa y menos la vida de los demás.

—Ah ya se, es por que no te cae bien.Me dice con una sonrisa burlona.

Una de las cosas que amo de ella es que sabe cuando alguien me cae mal, y esa niña me cae como una patada en culo, ni siquiera se que demonios estaba pensando cuando rozo sus labios con los míos juré que nunca volvería a pasar, ella no es mi tipo y no dejare que lo sea.

—Ella te ha retado, ella no se te queda callada como los demás, ella te da curiosidad, ella no te tiene miedo como todo el mundo, ella...

—Si aja, Alanna. La interrumpo.

—Deja de decir estupideces, no me cae bien y punto, ok.— Alanna sonríe.

Esta niña esta loca

—Llegamos, bájate. Le digo con un tono cortarte pero como nunca me hace caso. Se quita el cinturón de seguridad y sube encima de mi a horcajadas,  suelto un suspiro, Alanna es la hermana menor que nunca tuve, aunque a veces no la vea así se podría decir que ella es una de mis debilidades prácticamente la crié yo, ella es mi confidente y conflicto, ella sabe cuando miento y cuando no.

CooperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora