Mientras todos tenían una excelente velada en la mansión Cooper, Landon Cooper se comía con la mirada a Sofía el pequeño romance de estos dos había empezado hace mucho sin embargo el Cooper menor sentia una atraccion divina hacia la pequeña pelirroja las miradas calientes y los coqueteos cuando Kaily no se daba cuenta se fueron convirtiendo en besos, besos mojados y finalmente sexo descontrolado. La pelirroja disfrutaba más de sexualidad que otra cosa, para ella el sexo era demasiado relativo pero también sabia tener sexo sin relaciones por delante. Esas pecas le daban un aire inocente pero esa mente era todo lo contrario, a pesar de saber tener sexo sin compromiso tambien sabia cuando alguien le gustaba y Landon Cooper le gustaba más que el color rojo y eso era mucho decir sobre la chica de fuego.
Ambos mantenían el secreto de su amorío escondido o eso es que ellos pensaban sin saber que Jessica ya lo sabia y Aarón había escuchado gemidos en el cuarto del dulce Landon y la castaña ya lo sospechaba. Sucedió un viernes que se marchó a la universidad pero regresó porque había olvidado algo y al pasar por el pasillo escuchó los gemidos de placer, no era de estar metiéndose en los asuntos de los demás, pero le daba curiosidad saber que chica era digna para su hermano menor, normalmente siempre rebota a todas, el pelinegro llego a pensar que este era hasta gay. Al curiosear y abrir la puerta vio una cabellera roja inconfundible la chica de fuego movía sus caderas encima de su hermano como si de ello dependiera, no quiso seguir viendo esa escena y parecer un morboso. Cerró la puerta con cuidado mientras bajo las escaleras de puntillas.
Para el no fue sorpresa después de todo Sofía era hermosa y si Kaily no lo estuviera tan confundido como lo tenia, el tambien hubiera querido probar en un mundo subalterno hubieran sido otra cosa, se sintió bien por su hermano tenía a una de las mejores y no solamente físicamente pues aquella chica poseía un corazón enorme y unos sentimientos muy puros. Pero a su castaña no la igualaba nadie.
Actuó como si nada pasaba en los siguientes días le pareció divertido ver como ambos idiotas actuaban como amigos en la fiesta cuando el ya los había visto desnudos, se prometió molestar a la pelirroja un dia de estos solo para verla sonrojarse.
—¡¿Que hay chico lindo¡?—Saludó la pelirroja con una genuina emoción. Landon levantó su cabeza y una fuerte bofetada mental volvió a recordarle que el siempre querrá más de ella que solo sexo.
—¿Podemos hablar Sof? —ella frunció sus cejas rojas normalmente el también le responde con apodos sexys y cariñosos. ¿Que había cambiado?
—Por supuesto. —respondió confundida mientras tomaba asiento al frente de el. El muchacho aflojo el traje de su cuello y busco las palabras para expresarse bien.
Siempre fue bueno expresándose era como un don para el decir las cosas claras pero sin crueldad, era su mejor cualidad, sin embargo para decirle a Sofía que lo que empezó jugando termino gustando no encontraba nada. Su mente estaba en blanco y los ojos de ella puestos en el no ayudaba. ¿Cómo le iba a decir que ella le encanta mucho mas que solo sexo?Que la quería solo para el, que quería despertar a su lado.
Ella estaba impaciente movía una de sus piernas de arriba hacia abajo de manera rápida y constante pensaba que Landon le diría que ella follaba horrible o que simplemente se aburrió estaba, nerviosa Landon se estaba convirtiendo en algo mas importante y aunque eso le asustara le gustaba también, el era lindo, amable e inteligente. ¿qué tendría que perder ella si lo intentaba?
Se echó para atrás pues Landon solo le había demostrado todo lo que acordaron desde un principio: sexo.
Landon lo pensó mejor Sofía solo queria sexo y el no quería perder eso por sus estúpidos sentimientos, que tal vez solo el sentía. La quería tener cerca solo hasta que tenga el valor suficiente de decirle que se había enamorado de ella.
—Quería decirte que te ves jodidamente hermosa.—le sonrió. La chica de fuego se sintió desilusionada y aliviada a la vez quería saber que pasaba pero le daba miedo enfrentarlo. Puso cara de poker y le sonrío al pelinegro.
—Mejor dimelo en la cama. —le soltó en tono pícaro. Agarro la mano de el y tiró de su cuerpo indicando que la siguiera. Él embobado y sintiéndose como un cobarde la siguió con un amargo sabor en la boca. Los besos no tardaron en llegar y junto con eso los gemidos, dos cuerpos que coincidían en mente, sexo y corazón y no lo sabían.
Mientras que por otro lado el pelinegro y la castaña se comían en el baño como si no hubiera un mañana.
Y si, era obvio este día celebramos el amor y quien dijo que no se podría hacer el amor.
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Cooper
Romance-Aveces correr algunos riesgos valen la pena. -Susurre mientras mis labios cada vez estaban más cerca de los suyos, podia sentir como su respiración se volvía más pesada ante mi mirada. -Entonces a las chicas lindas como tu les gusta correr peligro...