Capítulo 42

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Sus palabras fueron difíciles de procesar, al parecer no era tan bueno ocultando cosas, si ella pudo notarlo cualquiera puede y eso es lo que jamas debe pasar

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Sus palabras fueron difíciles de procesar, al parecer no era tan bueno ocultando cosas, si ella pudo notarlo cualquiera puede y eso es lo que jamas debe pasar. Como decirle a alguien que la lastimas por su bien, simple, nadie lastima por bien a excepcion de mi, al parecer seria hipócrita decir que no la quiero, por que la verdad es que si. Se ha metido en cada parte de mi cabeza y sin esfuerzo alguno.

Subo las escaleras y camino de prisa a mi habitación.

—¿Feliz? bajo la cabeza y veo a Max sentado en el suelo.

—Ya la perdiste ¿ahora que? ¿quieres ir a celebrar? Max empieza a aplaudir,pone un sonrisa cargada de sarcasmo.

—Si, vamos a celebrar ¿qué tal unas putas tambien? Mi aparente molestia se nota en mi voz y cada célula de mi ser vibra con rabia.

—DILE¡.Gritó. —Dile la verdad de una puta vez por todas. De verdad quieres quedarte solo y amargado toda tu vida por miedo Aaron.

—Claro, es tan fácil decirlo cuando no es Jess la que está en riesgo a que le metan treinta balas ¿verdad? Su facciones se desfiguran por la rabia.

—No metas a Jess en esto.Expuso.

—No le digas cobarde a alguien cuando no sabes que se siente estar en sus zapatos.

—Ella estaria decepcionada de ti ¿sabes?

—Ella ya esta muerta y adivina por culpa de quien, ya dejen de hablar de ella, Max esta muerta. -El pelinegro niega lentamente más no hace comentarios.

—Mike quieres que vayas. Sale de mi habitación.

¿Porque no me amas como yo te amo a ti? ¿porque la elegiste a ella? ¿Porque quieres lastimarme? Sus preguntas no salen de mi mente estoy haciendo todo mal.

Cuando salgo visualizo a la persona que menos quiero ver. Sus ojos me miran con fiereza y curiosidad al mismo tiempo. —¿Quieres una foto?

—Trato de ver que diablos vio Kaily en ti a parte de tu perfecto físico porque como persona eres un asco. Responde con veneno. Me encojo de hombros.

—Quizás follo bien y tal vez desea probar ¿no crees?.Arruga su pequeña nariz en forma de asco.

—Eres un cerdo.

—Cerdo ¿yo? Me señalo a mi mismo.— Si yo soy un cerdo, tu eres una ninfomana, las paredes de esta casa no están insonorizadas puedo escuchar claramente todos tu gemidos por las noches. -Me mira boca abierta y sus mejillas se tornan rojas, sonrio mentalmente tras mi comentario.

CooperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora