Tratar de estudiar era una gran perdida de tiempo. Por más de que leyera y volviera a leer las mismas páginas nada se quedaba en mi cerebro y solo me cansaba más. El examen sería en tres días y aún así no podía.
Lena se había ido hace un par de horas y el no saber por lo que estaba pasando en estos momentos me alteraba. A la vez, quizás, era algo bueno desconocer lo que sucedía. Había querido seguirla, había deseado terminar con Lionel, pero simplemente yo no era así.
Por lo que la ví alejarse de mí, salir por esa puerta sin mirarme. Lo agradecí. Aunque lo habíamos hablado y llegamos a la conclusión de que era la única salida viable, según Lena, yo tampoco habría sabido cómo contenerla si la miraba una vez más a los ojos.
Por lo tanto el ánimo que había tenido al despertar desapareció junto con mi novia. Claro que quería que estuviera bien y a salvo pero yo sabía que esta no era la manera. Quizás no encontraba la solución aún, era probable que fuera muy peligroso pero no la dejaría ser usada de esa manera por mucho más.
Cuando Maggie carraspeó en el marco de la puerta de la cocina me alegré de tener a alguien que me hiciera pensar en otra cosa. Cerré los dos libros rendida y los alejé de mí.
—Creo que hoy no voy a estudiar.
—Te ves un poco distraída —y tomó asiento a mi lado.
—Es solo... Que no es mi día.
—¿Dónde está Lena a todo esto? —traté de que mis sentimientos no fueran muy obvios.
—Tiene asuntos de familia que atender.
—¿Tú estás bien?O yo era muy fácil de leer o Maggie sabía percibir cualquiera de mis emociones. Seguro las dos cosas. Pero no podía decirle la verdad así que tuve que hacerlo de otra manera.
—Digamos que hay algo que te molesta y de alguna forma es lo único en lo que puedes pensar. Algo que no puedes arreglar o cambiar porque así las cosas tienen que ser. ¿Cómo se supone que lo ignoras?
Maggie se reclinó en la silla, ladeó la cabeza y contempló la tapa de mi libro de comunicación, pensativa y con ojos cansinos. Hoy se había dejado el cabello suelto. A mí parecer le favorecía mucho más.
—¿Si no puedes cambiarlo por qué le das tanta importancia? Sé que parece imposible a veces. Esperar a que termine nunca es siempre la mejor de las opciones, ¿sabes? Te contamina por dentro y sea cuál sea la situación jode como mil demonios. Pero ¿qué otra cosa hacer? Trata de que no te afecte tanto, intenta hacerte a la idea de que llegará el momento de dejar todo atrás.
—Pero mientras tanto es insoportable —murmuré más para mis adentros que para Maggie. Mi amiga asintió—. Da igual. Necesito despejar mi mente. Cambiemos de tema. ¿Me dirás de qué trabajas o tengo que esperar mucho tiempo más?Ella rió echando la cabeza hacia atrás y negando.
—Pocos me creen cuando les cuento, piensan que solo estoy bromeando.
—Ponme a prueba —Maggie se quedó sin hablar un instante. Viéndome, preguntándose algo en silencio. Al fin suspiró y una sonrisa vaga se le amplió en el rostro.
—Soy consultora de la policía —ante mi expresión confusa su sonrisa se extendió aún más—, digamos que soy buena para resolver alguna que otra investigación. Era por puro pasatiempo antes pero se convirtió en algo interesante así que comenzaron a pagarme un dinerillo porque creían que sería todo un deshonor si no lo hacían. Ya sabes, policías.
—¿Eso es por lo que siempre sales corriendo?
—Lo sé, me veías como a una gangster del más alto nivel. Lamento la decepción, Kara. Estoy muy ligada a las leyes.
—Estoy sin palabras —admití—. Creí que odiabas a los policías o cosas así.
—De vez en cuando rompo las reglas, Kara, pero no significa que me guste ir robando motocicletas todas las tardes.Recordé cuando Maggie y yo tuvimos que tomar prestada una del estacionamiento y sonreí. Por desgracia recordé la razón y al segundo quise estar lo más lejos del planeta tierra.

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My Yellow Sun; Supercorp.
FanfictionHan pasado seis años desde que Kara Danvers llegó a la Tierra, después de que su planeta Krypton fuera destruido y ella fuera la última sobreviviente. Todavía está aprendiendo de sus poderes, aún sigue en etapa de controlar sus habilidades pero har...