My Yellow Sun; Supercorp.

20.

—¿Kara?
—Estaré en mi cuarto.

Estaba siendo un poco brusca con Maggie pero no era mi intención. Apenas llegamos lo único que hice fue ir directo a mi habitación. Me sentía miserable en exceso desde que había salido de aquel tonto edificio, mi humor se había desvanecido y no tenía ni la más mínima idea de qué debía hacer después. Comencé a creer que era mi culpa. Debía serlo. Lena había dejado en claro que no quería que estuviera cerca y yo como imbécil había insistido. ¿Pero por qué me fastidiaba tanto? ¿Por qué no podía sacarme esa imagen de la cabeza? Ella era solo mi amiga, había luchado para que me diera algo de su confianza. Quizás lo que me molestaba era que no me hubiera dicho nada de eso antes. Pero pese a que intentaba convencerme de esa teoría no podía. Lena no tenía que explicarme nada, no era su obligación decirme a dónde iba o lo qué hacía. Yo había ido por mí misma en su búsqueda y me había entrometido demasiado.

Así que mi mente estaba cansada. Quería parar de pensar en las razones. En ese beso. En las posesivas manos de esa mujer sobre su cintura.

Había pasado mucho tiempo sin yo darme cuenta. Claramente no había dormido nada y no había hecho nada productivo más que mirar el techo en busca de respuesta que ahí no estaban. El celular vibró de pronto en mi bolsillo trasero pero tenía pocas ganas de verlo. De puro aburrimiento encendí la pantalla.

Desconocido: recién veo este mensaje. Me alegro de que hayas conseguido el trabajo. Sabía que Elizabeth te aceptaría.

Había olvidado que le había dado las gracias por el empleo. Pero en este momento lo que menos tenía ganas de hacer era hablar.

Kara: sí, gracias de nuevo, pero ahora si me disculpas seguiré ahogada en mi propia miseria.
Desconocido: ¿Qué pasa?

¿Contarle? No, claro que no. Bastante imbécil me sentía como para decirle a alguien más mis desgracias.

Kara: nada que valga la pena que sepas.
Desconocido: puedes confiar en mí, te he demostrado que sí.
Kara: ni siquiera sé cómo agendarte porque jamás me has dicho siquiera tu segundo nombre así que no estoy del todo segura.
Desconocido: ¿así que quieres agendarme?
Kara: en serio no estoy de humor.
Desconocido: bien, ¿si te digo cómo agendarme me cuentas un poco?
Kara: ya, como quieras.
Desconocido: Excalibur.
Kara: ¿Quieres en serio que te llame como a una espada?

Nuevo contacto añadido como Excalibur.

Excalibur: es tu turno de contarme.
Kara: tuve un mal día, es todo, en verdad no quiero hablar de eso.
Excalibur: ¿tan malo fue?
Kara: no lo sé, ese es el punto. No sé porqué me siento tan decepcionada, ¿entiendes? Soy una idiota por querer acercarme a alguien que constantemente quiso alejarme desde el principio. Supongo que estaba tan ciega que no ví todo con otra perspectiva.
Excalibur: entonces se trata de alguien.
Kara: que preceptiva eres. Sí.
Excalibur: ¿qué ha hecho para que estés así?
Kara: no hizo nada.
Excalibur: ya... Eso tiene sentido.
Excalibur: ¿Entonces qué harás tú?

Miré el celular un largo rato. Lena no me había hecho nada. Yo solita había ido a perseguirla. Respiré hondo y me senté en la cama.

Kara: no haré nada. No me importa de todas maneras.
Excalibur: hasta hace cinco minutos me parecía que decías algo diferente.
Kara: cambié de opinión, me cansé de pensar tanto.
Excalibur: buena idea.
Kara: ¿qué hay de ti?
Excalibur: ¿de mí?
Kara: nunca me dices nada de ti ni tampoco qué haces de tu vida.
Excalibur: mi vida no es tan emocionante como la tuya.
Kara: tengo todavía la duda, ¿cómo has hecho para conseguir mi número?
Excalibur: me colé en la oficina de alguien y busqué en los archivos, fácil.
Kara: ¿y si te atrapaban?
Excalibur: pero no lo hicieron.
Kara: ¿todo por mi número?
Excalibur: recuerdo que te había visto hace varios días en un corredor y no podía sacarme de la cabeza esas tontas gafas y tu sonrisa. No fue la mejor manera de hablarte pero como te dije antes no soy buena conversando cara a cara.
Kara: vaya que eres rara, eh.
Excalibur: ¿qué jamás has tenido un flechazo en la secundaria? ¿nunca quisiste hablarle a tu amor platónico anónimamente?
Kara: no estás flechada conmigo.
Excalibur: tienes razón, ya he superado mi enamoramiento. No fue más que una efímera obsesión.
Kara: qué bueno saberlo.
Excalibur: nah, es broma, no puedo verte pasar que ya me tiemblan las piernas.
Kara: la verdad que los chistes no son lo tuyo.
Excalibur: ¡Hablaba en serio!
Kara: debería ir a buscar algo de comer.
Excalibur: no me digas que mi confesión amorosa ya te espantó.
Kara: quizás pero también quiero comida.
Excalibur: está bien, abandoname y ve a alimentarte.