55.

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When you lose something
you can't replace.
When you love someone,
but it goes to waste.
Could it be worse?


El ascensor se había atascado entre el cuarto y quinto piso de una empresa de comunicaciones. Mientras me deslizaba por la abertura del piso superior y volaba hasta el techo del ascensor no dejaba de preguntarme cómo demonios mi hermana y Maggie podrían haber acabado en el mismo lugar.

Había esperado encontrarme cualquier cosa al abrir la trampilla de auxilio. Me imaginaba a Alex gritándole a Maggie, había pensado que estarían lo más alejadas posibles, que a estas alturas ya se odiarían. Pero se trataba de todo lo contrario.

Me sorprendió no haberlo escuchado antes pero Alex se reía y a carcajadas. Maggie murmuraba cosas tan tontas que me detuve un montón solo para observar la escena.

—Y él en serio pensaba que yo estaba interesada ¿sabes? Me llevó flores un día al colegio y para su triste suerte me encontró besando a su hermana.

No sé si Alex estaba bajo el efecto de algún tipo de droga, si le habían hecho algo o estaba ya del todo perdida pero no paraba de reír. Estaban frente a frente, sentadas con las piernas cruzadas y en completa paz.

Me aclaré la garganta sonoramente y Maggie fue la primera en ver hacia arriba.

—¡Eh! Ha llegado mi alienígena favorita.
—Alex, ¿estás bien?

Levantó el pulgar con una sonrisa de lado y poco a poco se pusieron de pie. Cuando me aseguré de que nadie estuviera en el piso de arriba ayudé a Alex a salir y luego a Maggie. La expresión de alivio se extendió por el rostro de mi hermana cuando respiró aire fresco.

—¿Viniste volando en pleno día?
—Fui cuidadosa y de todos modos nadie mira hacia arriba. ¿Me pueden explicar qué es esto ahora?

Alex me miró un instante, después a Maggie y otra vez a mí. Caminábamos hacia las escaleras cuando soltó un suspiro cansino.

—Hay algo que tienes que saber, pero no hablaremos de eso aquí. Necesito ver el sol.
—¿Al menos alguien puede decirme por qué están las dos juntas?
—Este lugar es el mejor en la ciudad en cuanto a la comunicación tecnológica —empezó Maggie ahora que pasábamos la tercer planta de las escaleras—. Tiene hasta satélites especiales, comparten la señal con otras grandes empresas y ganan millones. También cuentan con una gran cantidad de radares de todo tipo, cámaras de seguridad por toda la ciudad, de todo. Son como una agencia secreta no tan secreta, un poco más abierta al público si lo ponemos en pocas palabras. Venía por un pedido de la policía en busca de unas grabaciones, sabes, a veces ni la justicia tiene todo lo que se necesita. Fue cuando encontré a tu hermana, nos pusimos a hablar y el ascensor se quedó varado.
—Bonita historia —y Maggie se hundió de hombros. Hubo silencio los siguientes cinco minutos, mientras bajaba los últimos escalones detrás de Alex mi celular sonó un par de veces en mi bolsillo trasero y me quedé un momento atrás para ver.

Excalibur: ¿me recuerdas? ¿tu amiga secreta la de la espada de Arturo? En caso de que sea así solo quería saber cómo estabas.
Excalibur: has desaparecido y no quiero ser molesta pero, bueno... Lo que quiero decir es que te extraño.

Tan solo esos dos mensajes sirvieron para que quisiera golpearme a mí misma. Con todo lo que había pasado con Lena mi celular era lo que menos había utilizado y olvidarme de Excalibur, el baile y su identidad me dejaba una sensación terrible.

—¿Vienes, Kara? —Alex esperaba con la mano en la puerta por lo que me prometí que respondería más tarde en la universidad. Asentí y, una vez fuera, pedimos un taxi para ir a comer al primer sitio que encontraramos ya que ninguna de nosotras iba a tolerar mucho más sin algo en el estómago.

My Yellow Sun; Supercorp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora