My Yellow Sun; Supercorp.

49.

Excalibur: hubieras visto tu cara.
Excalibur: no tontita, no era yo, pero estaba pasando justo por delante de ti y fue muy gracioso ver cómo reaccionabas.
Kara: por un segundo creí que eras tú.
Excalibur: sabes lo que debes hacer para conocer mi identidad, no he pedido demasiado.
Kara: estuve pensando en eso.
Excalibur: ¿de veras?

El timbre que avisaba el final del recreo sonó y me apresuré a llegar a mi clase.

Kara: ¿no se trata de ningún engaño? ¿no me dejarás plantada cierto?
Excalibur: ¿por quién me tomas? Soy una mujer de palabra, querida Kara, y quiero decirte quién soy. Creo que ya superé mi cobardía para hablarte.
Kara: está bien.
Excalibur: ¿Sí?
Kara: solo para que quede claro es algo meramente amistoso, ¿bien?
Excalibur: no me interpondría jamás en tu relación.
Kara: en ese caso tengo muchas ganas de saber quién eres.
Excalibur: ya me estás aterrando.
Excalibur: ¿qué pensarás de mi? ¿qué tal si no te caigo bien?
Kara: hemos hablado de muchas cosas los últimos dos meses como para que me caigas mal.
Kara: además solo podrías haberme hablado en algún pasillo y todo sería más fácil. ¿Por qué quieres que sea tan especial?

Luego de enviar ese mensaje no pude no recordar lo que había hablado con Lena horas antes. La casualidad de que las dos quisieran que las cosas fueran tan importantes me confundió un momento pero me aseguré, una vez más, que solo eran inventos míos y que mi novia no podía ser Excalibur.

Excalibur: ¡pues porque nos veremos cara a cara por primera vez! ¿O me dices que no te atrae la idea de estar oculta bajo una máscara hasta la gran revelación?
Kara: atraerme no sé si sea la palabra justa pero... No puedo negar que me ha despertado algo de interés tu identidad.
Excalibur: ¿... Algo?
Kara: ¡Bien, bien! Tengo mucho interés y en verdad quiero saber quién eres.
Excalibur: ¿tu novia está de acuerdo con esto?

Miré el celular sin contar con una respuesta clara que ofrecerle. Estaba apenada por no ser capaz de decirle a Lena. Solo era un tonto baile y Excalibur era mi amiga. Mi novia había sugerido lo mismo solo que con Maggie. O algo así. Pero presioné las teclas rápidamente y entré a mi clase. El profesor aún no llegaba.

Kara: no le he dicho aún y no sé cómo hacerlo. Si soy honesta me da miedo como pueda tomarlo.

Decirle una de mis grandes preocupaciones no contaba como la más brillante de las ideas pero confiaba en que Excalibur pudiera aclarar mi mente y quitarme la mala sensación.

El mensaje llegó tres minutos más tarde cuando el profesor de ciencias económicas estaba tomando asiento.

Excalibur: en lo que a mí respecta no haremos nada malo. Solo somos dos amigas que van a conocerse en un baile. Un poco de diversión no hace daño ¿verdad?

Excalibur tenía razón, claro, yo sola seguía llenándome de culpa sin justificar. Decidí que después del baile le contaría a Lena sobre lo que había pasado, luego las presentaría y para ese tiempo estaba segura de que no iba a molestarse.

Me encontré con mi amiga en nuestra habitación cuando el sol se estaba poniendo. Había ordenado una pizza y ya que en su cuarto apenas ella cabía fuimos al mío. En silencio comíamos mientras hacíamos nuestros deberes. Yo en el cabezal de la cama y Maggie en el otro extremo.

—¿Cómo que no irás? —dije cuando mi amiga había comentado que no asistiría al baile. Pese a que se suponía que iría con Excalibur, o al menos allí la encontraría, esperaba que Maggie rondara por ahí al menos como apoyo moral—. ¡Lena tampoco puede!
—Creí que irías con tu novia. Lo siento, rubia, tengo demasiadas calificaciones que mejorar y muy poco tiempo.

Y sabía que así era. Había descuidado un poco sus estudios y sus notas no habían hecho más que bajar pero no había sabido hasta qué punto. Por otra parte la había visto los últimos tres días no haciendo otra cosa más que estudiar.