Excalibur: ¿Hola, Kara?
Excalibur: no he vuelto a saber de ti y no has respondido ninguno de mis mensajes, me preocupas un poco.Contemplé la pantalla varios minutos, había encendido mi celular después de tres días y lo único que llamó mi atención fueron esos mensajes. Mis dedos se pasaron por el teclado sin escribir nada en concreto. Antes de entrar en todo ese enfermo estado recordaba haber estado hablando con ella, ver a Mackenzie en aquella cafetería con un celular al mismo tiempo me había puesto paranoica. Pero Excalibur no podía ser Mackenzie, simplemente no era posible.
Me aferré a eso y me saqué las locas ideas de la cabeza.
Kara: hola, aquí estoy. Me enfermé un poco eso es todo.
Guardé el celular en el bolsillo trasero y salí de mi cuarto, en la sala me esperaban Alex y Becca, sus maletas estaban ahí.
—Desearía quedarme más, Kara —dijo mi hermana, a su lado Becca asintió.
—No fue muy acertado lo que pasó, no se preocupen.
—Te prometo que la arrastraré hasta aquí cuando encuentre oportunidad y tendremos un buen fin de semana, pero cuídate ¿si? No quiero que te desmayes en plena calle.
—Claro, Becca. Mamá ya me dejó varias... Cosillas para los próximos días y estaré mejor del todo.Eliza me había traído todo tipo de suministros vitamínicos para la semana ya que tenía que estabalizar mi organismo y bla, bla. Lo único «importante», según ella, es que mencionó algo de hormonas alteradas, no la escuché del todo.
—Tengo el día libre, puedo acompañarlas hasta el aeropuerto —las dos se miraron preocupadas y yo ya conocí la respuesta. —Oh, vamos. Odio estar aquí, creo que no siento la luz del sol desde hace siglos.
—Sabes lo que ha dicho mamá, Kara. Que tengas permiso de faltar a clases no significa que puedas salir. Queremos lo mejor para ti y eso significa que te quedes aquí y esperes a recuperar las energías sin luz solar.
—Esos medicamentos no...
—Esos medicamentos te ayudarán —Alex me cortó, levantó una ceja y yo fruncí el ceño.
—Las detesto.
—No, no lo haces.Me acerqué a las dos y las abracé.
—Las voy a extrañar.
—Nos mantendremos en contacto —añadió Becca y asentí.
—Más les vale.
—Suerte con tu amiga especial.
—Alex —le advertí, pero ella solo sonrió buscando las maletas.
—Vamos, se nos hará tarde.Y como si nada desaparecieron. Habían venido para que yo solo me la pasara durmiendo. Fantástico modo tenía mi cuerpo de darme sorpresas. Preferí pensar que pronto volverían y podría disfrutar de estar con ellas al cien por ciento, sin poderes que me drenaran las energías o cosas por el estilo.
Mi madre había partido temprano y había dispuesto en mi habitación todo un kit de pastillas y pequeñas botellas líquidas de colores. Al pie de cada una habían notas indicando el horario y muchas cosas más que no tenía emoción de leer. Al volver a mi cuarto tragué el primer par de pastillas y me tomé el brebaje azul claro que correspondía a vaya saber Rao cuál función.
Habría preferido incluso asistir a mis clases antes de morirme del aburrimiento aquí pero no podía. Tenía prohíbido salir al menos durante un día, ¿pero qué iba a hacer aquí? Maggie estaba trabajando y Lena ni siquiera había vuelto, así que lo único que me quedó fue encender el televisor y ver qué había de interesante.
Excalibur: me alegro de al fin saber algo de ti, ¿qué pasó?
El celular me sobresaltó y al segundo ví de quién se trataba. Que oportuna la chica.
Kara: solo un problema de salud, nada grave.
Excalibur: comenzaba a creer que tenía que comenzar a preguntar por tu cuarto y relevar mi gran identidad para ver si todavía estabas viva.
Kara: demonios, debí haber esperado y habría sabido quién eras. Mal por mí.
Excalibur: calla, en serio estaba preocupada.
Kara: apenas me conoces, ¿cómo podrías estarlo?

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My Yellow Sun; Supercorp.
FanfictionHan pasado seis años desde que Kara Danvers llegó a la Tierra, después de que su planeta Krypton fuera destruido y ella fuera la última sobreviviente. Todavía está aprendiendo de sus poderes, aún sigue en etapa de controlar sus habilidades pero har...