Capitulo 10

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La noche avanza lentamente, y me doy la oportunidad de conocer gente nueva, o cual no es común en mi. Tal parece que soy algo conocida y eso nunca deja de sorprenderme, sé bien que mis muebles son famosos, pero no esperaba ser conocida fuera de mi ambiente. Me hace gracia como la gente dice que tendrían una pieza mía si pudieran pagarla.

Kai me observa desde lejos, lo que me desconcierta un poco, estoy acostumbrada al contacto directo, si un hombre quiere algo me mira, se acerca quedamos en donde y como y tenemos sexo, eso es todo, no se hacerlo de otra manera, por lo que Kai me pone algo nerviosa.

Justo cuando estoy en la mitad de la conversación con un bailarín lesionado que me cuenta su terrible historia de cómo debe renunciar a su carrera entra Evan, como no, acompañado de Estela, corrijo, su perfecta y hermosa esposa.

Mi cara pálida y de dolor, es muy oportuna ya que el chico está convencido que lo mio es empatía, por lo que sigue contándome todas sus desgracias mientras yo observo a Evan desde lejos. Su forma de caminar es casi un embrujo para mi, sigo embelesada cada movimiento suyo, para mi suerte ninguno de los dos me ha visto por lo que tengo libertad para espiarlos. Me doy cuenta de pequeños detalles que nadie notaria, pero que yo percibo en el como un libro abierto.

Noto como no toma la mano de Estela, aunque esta trata de tomarla en varias ocasiones, igualmente no sonríe con los ojos y se ve que le molesta que Estela vea hacia todo lados como queriendo escapar del lugar.

Inmediatamente me siento mal por ella, porque está definitivamente incómoda, por lo que asumo que acaban de discutir. También me siento mal, al hombre con quien está casada, eso me hace sentir más sucia de lo que me siento normalmente. Después de unos instantes, debo disimular, porque Kai los guía hacia mi lado de la mesa, donde hay lugares vacíos. Yo me hago la despistada y sigo la tétrica conversación que mantengo con el pobre chico, lastimosamente no puedo fingir diversión y reirme porque realmente estaría fuera de lugar hacer algo así.

Se exactamente cuando Evan me ve, porque noto su mirada a lo largo de mi espalda, es como si me tocara, por lo que me veo obligada a mirarlo, es imposible para mi resistirme y el lo sabe.

Inmediatamente veo deseo y dolor en su mirada. Pero me hago la despistada y le sonrió.

-Vaya, que casualidad, Evan Estela ¿Qué tal?

-Cassi, que bueno verte- me dice mirandome fijamente como si nada más existiera. -Bien estamos bien.

Estela no se molesta en contestar y sin ningún interés por disimular, le pide a Evan que se sienten en un par de sillas vacías que ella localizó en el extremo opuesto de la mesa. Por supuesto Evan cede de mala gana y Kai extrañado los ve alejarse.

-Vaya, eso si fue extraño- me dice sentándose a mi lado.

-Si, bueno, soy la exnovia, por lo que a Estela no le encanta interactuar conmigo-. Digo en un ataque repentino de honestidad.

Kai ríe divertido por mi comentario y se acerca más a mi.

-Bien, entonces entiendo la preocupación de Estela.

-¿Ah si?- no se si tomármelo bien o mal, ya que no conozco al tipo.

-Si, ¿una mujer como tu de ex novia? Yo de Evan golpearia mi cabeza contra una pared una y otra vez.

Eso me hace reir lo que llama la atención de Evan que me mira algo molesto, yo lo miro de reojo y él se da cuenta, por lo que aprovecha a abrazar a una agradecida y sorprendida Estela.

La situación me da asco y me siento mezquina, no debería estar pendiente de Evan y su esposa y mucho menos pensar que me quiere dar celos solo porque abraza a su esposa, además, si él lo está haciendo, es problema suyo, no debe ser el mío. Decido hacer un poco de conversación con Kai y el tiempo pasa de una manera rápida y agradable. Sin frases hirientes, sin palabras con doble sentido y sin insinuaciones.

Todo lo que pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora