Kai no me ha llamado ni una sola vez. Y yo... estoy en la habitación de alguien que ni siquiera conozco.
Tengo una resaca ridícula y no recuerdo nada de la noche anterior. Recuerdo vagamente subir al avión, llegar al hotel y recibir un falso abrazo de Jean, advirtiéndome que le diría a todo el mundo que yo era un puta barata si se me ocurría hablar.
También recuerdo acabar con el mini bar de mi habitación arreglarme y salir en un taxi hacia algún bar que el conductor me recomendó.
Ahora, el hombre que esta a mi lado... no lo recuerdo, como llegué a su habitación ... tampoco.
Trato de levantarme de la cama sin hacer ruido, pero la cabeza me va a estallar y todavía me encuentro un poco borracha, por lo que soy tan silenciosa como un gato saltando en una habitación llena de ollas. Mi compañero de cama se revuelve y se frota los ojos antes de abrirlos. Por lo menos no puedo decir que tengo mal gusto, supe elegir.-¿Ya te vas?.
-Si... me esperan en el hotel.- digo sin saber muy bien que excusa poner.
-¿Evan?- me pregunta el hombre con tono inocente.
-¿Perdon?- le digo congelada. ¿Cómo sabía el de Evan?
-¿El chico con el que hablabas por teléfono ayer? ¿No era su nombre Evan?
-Yo ... ¿hablaba con alguien?
-Si, estabas en el baño- dice señalando su baño- hablando con este chico... te fui a buscar, porque pensé que estabas hablando sola. Me pidió que no te dejara ir, que te cuidara esta noche y que me asegurara que regresabas a tu hotel sana y salva... ¿es tu novio?.
-No... es... el es familia.
-Estaba preocupado por ti.
-Nosotros... hicimos... ya sabes.
El chico me mira con una mueca entre amable y divertida.
-No soy de ese tipo, no tengo sexo con mujeres inconscientes.
-Te lo agradezco, no era yo ayer en la noche.
-Lo entiendo, no te veias muy bien cuando llegamos a la habitación.
-Si, me imagino... creo que me debo ir. Un placer, conocerte...
-Raúl.- me dice con una sonrisa amable.
Yo asiento y sonrío. El para mi sorpresa me ofrece un vaso con agua y unas pastillas, las cuales no dudo en aceptar.
En el taxi de vuelta, hago todo el esfuerzo del mundo, por recordar algo, pero nada viene a mi memoria. Tengo miedo de lo que pude confesar.
Tengo una cantidad ilógica de mensajes que decido ver hasta llegar a mi habitación.
Por supuesto son todos de Evan, y leo cada uno de ellos con temor.
Todos son parecidos. Me dice que me calme, que tenemos que hablar, que me ama... el último es el peor: que viene para aca.
Llamo desesperada para evitar que Evan viaje, no lo quiero cerca de Jean no quiero ni imaginar el desastre que se podría ocasionar con Evan aquí.
-Cassia- dice sin permitir que apenas suene el primer tono.
-Evan, lo siento, de verdad no quería ocasionar este tipo de problema. Solo tuve un mal dia y bebí de más.
-¿Un mal dia? ¿A eso lo llamas mal dia? Algo te esta pasando y lo voy a averiguar.
-Evan, dejalo asi, no es necesario que vengas-
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Todo lo que pudo ser
RomanceA los ojos del mundo, soy una chica despreocupada, que no tienen solución. Me acuesto con con quien quiero y nunca repito, no tengo relaciones y poca gente entra en mi vida privada. No se porque vivo en un proceso de autodestrucción, algunos me tach...