Capítulo 18

70 8 1
                                    


Una hora después Thomas sale al porche con una preciosa niña en sus brazos y otra un poquito más mayor de su mano.

-Cassia, hazme un favor- me dice pasándome a la bebe- necesito encontrar a Caleb.

-Oh- digo buscando un excusa para no tomar a la bebe, pero en menos de lo que puedo contestar, la tengo en mis brazos mientras la otra niña me observa.

-Hola-le digo

-Hola.

-Soy Cassia, tu eres Miranda ¿verdad?

Ella sólo asiente con rostro asustado.

-¿Sabes? Puedo hablar con las hadas, ellas pintaron mi pelo.-No sé por qué lo digo, a lo mejor porque su pijama tiene hadas dibujadas, al igual que sus zapatos y su mochila.

Al mencionar a las hadas, su rostro se ilumina con ilusión.

-¿De verdad? ¿Y que te dicen?- Me pregunta obviando el color de mi cabello, al parecer para ella no hay nada excepcional en que las hadas pinten mi pelo, pero si en que me hablen.

-Me dijeron que había una niña llamada Miranda en esta casa, que necesitaban que le dijeran que ellas están cuidandola y que no tiene culpa de nada de lo que pasó.

-¿De verdad te dijeron eso?

Yo asiento solemnemente mientras miro embelesada a la niña que duerme con la boquita abierta.

-Wow, que suerte... yo no puedo hablar con las hadas.

-Si, no todos podemos... yo no conozco a nadie más que pueda hacerlo.

Miranda me mira con admiración y estoy empezando a dudar si fue una buena idea decirle eso, pero me moría por arrebatar un poco de culpa de sus pequeños hombros.

No podemos seguir nuestra conversación , porque Thomas sale con Caleb a su lado y maletas en sus manos. Theresa los sigue con otra cantidad de bolsas que asumo son de los niños.

-¿Donde iremos?- pregunta Caleb

-Tendremos que ponerte en un lugar por unos dias, tus hermanas irán a otro lugar.

Caleb para de inmediato y me mira en busca de ayuda.

-Caleb... ya hablamos de esto- apunta Thomas con tristeza

-No puedo dejar a mis hermanas- dice tomando la mano de Miranda- no nos separaremos. Nos lo prometiste

-Lo sé... pero es por un tiempo, te prometo que haré todo lo posible por...

-¡No!- gritó Caleb llamando la atención de todos en la casa.

-Thomas- interrumpo a sabiendas que no debo interferir- la casa de nuestros padres es grande... ¿y si pasan la noche ahí?

-Cassia no puedo hacer eso, no es correcto.

-¿No crees que es mejor eso, a llevarlos hoy en la noche a un lugar que no quieren?- lo enfrento.

Thomas me mira pensativo, pero niega con desesperanza.

-Mamá y papá no lo aceptarían

-Dejamelo a mí.-Insisto bajo la atenta mirada de Caleb.

-Cassia...

-Thomas, hagámoslo, ellos se lo merecen, acaban de pasar por una situación.... Por favor.- Le ruego al punto de la desesperación.

-Yo creo que es una buena idea- apunta Theresa.

Caleb nos observa esperanzado y mientras Thomas le da vueltas al asunto.

Todo lo que pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora