Todo lo que pudo ser

Capítulo 19

Desde que regresé de la casa de mis padres, he estado huyendo de la prensa, por fortuna, no saben donde vivo, me imagino porque todavía no tienen la seguridad de que soy realmente la amante de Evan.

Si, asi es, soy la amante, la otra, la rompehogares, como me describen en los blogs. Gente que no me conoce habla de mi sin saber nada. Por supuesto no hablan de mi específicamente. Hablan de la supuesta mujer que está haciendo pecar al buen hombre de familia Evan Carucci, el chico de Oro.

Trato de no leer mucho al respecto, pero Evan es una estrella y las noticias están en mi cara cada vez que enciendo la tele o navego por internet. Evan con mujeres de su brazo salen por todos lados, en situaciones comprometedoras, que aunque se que son falsas, no me ayudan mucho.

En las últimas semanas, hemos tenido mucho cuidado encontrándonos. Por suerte, nadie nos ha visto y puedo decir que cada encuentro es mejor, cada dia, cada noche.

Evan es lo mejor que me ha pasado en la vida y eso no lo puedo negar. Parece inmune a los comentarios y solo me pide tiempo. Para que todo pase y la gente no me odie y Leo acepte que su papá no estará más en la casa.

Pero debido al sigilo, nuestros encuentros son cada vez más espaciados. En cuanto a Estela... no se muy bien que pensaba ella, según Evan, lo sabía, pero no quería hablar de ello, no se si me oculta algo, pero ¿Quién soy yo para reclamar?

No le he dicho nada sobre mis planes de ser una madre de acogida para Caleb y sus hermanas, tampoco le he dicho que estoy buscando un hogar a las afueras de la ciudad, mucho menos que pienso abandonar todo el estilo de vida de mujer soltera e independiente y convertirme en una madre 24-7. Ela y Kai lo saben ¿Por qué? No tengo idea, Ela por supuesto es mi amiga del alma, no se lo pensaba ocultar, ademas me esta ayudando con la compra de la nueva casa. Pero con Kai, sólo surgió en la conversación, cuando le comenté que debia viajar para visitar a Caleb y cumplir mi promesa. Con Kai las cosas son faciles, solo fluyen. El ha pasado por algo similar a lo mío, sabe lo que es vivir un infierno y regresar. El lo sabe y eso me da paz. De alguna manera, compartirlo con Evan, es aportar más tensión a todo lo que nos rodea y me justifico postergándolo en cada encuentro, porque siempre hay algo más importante en la vida de Evan.

La prensa, Leo, Estela, sus estrenos...No es que mi vida no sea importante, es sólo que no estoy expuesta a la luz pública cada día de mi vida, en un matrimonio que ya está muerto y un niño con problemas graves de salud.

Me dirijo de incógnito a una premiación en honor a Evan y su aporte a los niños con síndrome de down.

Evan no me ha invitado, pero quiero ir, quiero verlo ya que llevamos unos días sin lograrlo. Han pasado demasiadas cosas que están a punto de darle un giro a mi vida, y debo saber si Evan está listo para ese giro en mi vida. Recibí la visita de mi trabajadora social, me acompañó a ver la nueva casa, por la que estoy apunto de cerrar el trato, ella no sólo estaba complacida, está conmovida con todo mi cambio de vida para acoger a los niños. Por una vez en la vida, siento que soy buena para alguien, me siento digna. Ella, me hace saber que el mundo necesita más gente como yo, y que mi pasado no tiene nada de peso para entorpecer el proceso, mis pruebas son positivas y puedo comprar la casa, porque los niños estarán en breve conmigo.

Es una noticia tan grande, que es justo ahora que entiendo la dimensión de lo que que estoy haciendo... sin Evan.

Lo estoy forzando en el sueño de mi vida sin darme cuenta, por lo que quiero estar segura de que él de verdad no quiere su vida actual, no quiero que se vea en mitad de algo que el no quiso.

Así que me escabullo entre la gente y gracias a una invitación que una amigo me facilitó, logro entrar en la premiación, vestida de gala y con la intención de observarlos desde lejos como siempre.