Capítulo 21

65 8 0
                                    


La rutina con 3 niños, es dura, pero se vuelve asombrosamente fácil para mi. Todas las mañanas Maya y yo llevamos a Caleb y Miranda al colegio. Damos un paseo por los alrededores hasta que la niñera llega. Me voy a la oficina 3 veces a la semana y regreso justo para cuando los niños salen del colegio. No tengo tiempo para pensar en Evan, que sigue en sus presentaciones. No me ha llamado y yo no quiero hacerlo tampoco. No se como explicarle que ahora tengo tres hijos. Así que dejo pasar cada día hasta que ha pasado casi un mes. Llega Halloween y me veo haciendo calabazas y disfraces. Afortunadamente Kai es el mejor ayudante que puedo encontrar. Poco a poco, los niños lo han aceptado como un amigo de la familia, aunque debo decir que Caleb no está muy feliz. Creo que esta un poco celoso, a pesar que le aclaro que Kai es solo un amigo.

-No estoy seguro que tanto caramelo es conveniente para los niños- apunta Kai mientras llenamos cestas para dejar en la entrada de la casa.

He organizado una cena, para que los niños vivan la celebración en el vecindario y todavía puedan ser anfitriones. Kai esta ayudandome en todo el proceso, incluso sus madres vendrán esta noche, la verdad estoy muy emocionada por conocerlas.

-Soy un poco nueva en esto de ser mamá, pero me imagino que no pueden comerse esta cantidad de azúcar en una noche. Kai, no te lo digo mucho, pero de verdad estoy muy agradecida por todo el apoyo que nos estas dando. Los niños y yo lo agradecemos.

-Mírate- me dice con una sonrisa encantadora- una mamá consagrada, hablando en plural y todo. Sabes que lo hago encantado, me gusta verte feliz, has avanzado tanto desde que te conoci... sabes que puedes contar conmigo para lo que los niños y tu necesiten.

-Lo se, y no puedo decir lo importante que es para mi tu amistad.

Después de seguir un tiempo más en silencio, veo que me quiere decir algo, pero por su mirada y gestos puede notar que esta algo incómodo.

-¿Cómo has estado.... De ya sabes, tu ruptura con Evan?

Tomo aire antes de responder, porque me cuesta ser honesta sobre el tema, de alguna manera si no hablo sobre ello, me va mucho mejor.

-Tengo días malos y días regulares... ya sabes... trato de no leer noticias sobre el o simplemente intento no caer en el vicio de esperar una llamada de el o incluso un mensaje... es difícil, pero es algo que debo pasar. Era ahora o en unos años, pero esto era inevitable.

-Si... todavia lo amas ¿verdad?

-No es una tema de todavía. Lo voy a amar siempre, no hay manera que lo deje de amar. Solo debo aprender a vivir sin el. Nada más.

-El... me preguntó por tí... el otro día.

Me paralizo unos segundos y el frío me hace temblar. Lo que más temo en el mundo, es sentir ese dolor de su ausencia, y al mantenerme ocupada e ignorante, me ayuda a evitarlo. Pero soy demasiado débil para no preguntar por él.

-¿Ah si? ¿Y qué te pregunto?

-Me hizo varias preguntas. Si sabía donde estabas. Si estabas bien. Si seguías... ya sabes..

-¿Acostándome con otros?- le digo facilitando la frase.

-Si. Y cuando le dije que no, me pregunto si estabamos juntos. Solo le hice saber que estaba a tu lado porque nos hicimos muy amigos... me pidió que te cuidara mucho.

Eso hace que de un resoplido lleno de sarcasmo.

-Si, sobre todo, porque mi bienestar es su prioridad.

-Bueno, no soy su fan número uno, pero si puedo decir que estaba bastante atormentado por tu ausencia.

-No tienes como saberlo, solo quería saber de mi, eso es todo. Quería saber si estabamos juntos.

Todo lo que pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora