Capítulo 41

55 5 0
                                    


-Tenemos una conversación pendiente- oigo al otro lado del teléfono. Es la voz de Jean, suena llena de odio. Estoy con mi teléfono en altavoz, Evan a mi lado, acompañado de una detective.

Después de despertar juntos y repetirme una y otra vez que no escapara porque me encontraría hasta debajo de las piedras. Evan me hizo saber que tenía un plan.

-He estado investigando muy de cerca la vida de este bueno para nada- me dijo- y tengo muchos detalles interesantes. No fuiste su única víctima y algo así me imaginaba. Existen más víctimas, cuatro para ser exactas y tres de ellas están dispuestas a testificar.

-Testificar- le repito sin entender muy bien de que habla.

-En un juicio, contra él.- me aclara Evan.- la quinta víctima lo denunció.

De inmediato se nubla mi vista, el simple hecho de encarar a jean en un juicio y que todo se haga público, no sólo me asusta, si no que me hace sentir sucia.

-Evan, eso pasó hace años, ya no hay nada que hacer.-Digo buscando una salida.

-Tu ataque pasó hace años, el de su quinta víctima es reciente- me apunta con rabia.-Ella decidió denunciarlo, el juicio es vital para que se haga justicia... la justicia que mereces.

Siento un golpe en el estómago y la habitación da vueltas, Jean, es un depredador y justo ahora, me siento igual de responsable por la nueva víctima. Si hubiera hablado antes... si lo hubiera denunciado...

-Es mi culpa- dije conmocionada- si hubiera...

-No vayas ahí- me reprendió sin dejarme terminar.-ni siquiera vayas ahí Cassia, se terminó la auto tortura, terminamos de eso hoy y aquí. El fue quien cometió el crimen y antes de ti, hubieron dos víctimas, así que no sigamos en eso. Lo que necesito es que testifiques en contra de el en el juicio.

-¿Por que? si ya tienes tres testigos...

-Porque lo necesitamos. Lo necesitamos los dos- me dijo con mirada penetrante, solo me atreví a asentir, asustada pero convencida que debía hablar y hacer algo al respecto.

Por eso, ahora me encuentro junto a Evan y una detective, hablando con Jean, le tendimos una trampa, donde yo le envío un mensaje y le solicito que por favor se mantenga alejado de mí durante el resto de trabajo. Que la noche anterior, sobrepasó todos los límites.

Jean, no tarda ni un minuto en responder. Haciendo una llamada según él, atemorizante.

-No tenemos nada que hablar- le digo retadora- ya hiciste suficiente.

-No he empezado a hacer ni la mitad de lo que tengo planeado.-apunta riéndose.

-No entiendo, no pienso cruzarme en tu camino, déjame tranquila. No soy ninguna amenaza, no he dicho nada de lo que me hiciste...

-¿De verdad piensas que soy tan ignorante? Con el tiempo hablarás, tu novio el actor de cuarta, te hará hablar, lo sé, no hay que ser un genio para notarlo. Ayer quería arrancarme la cabeza, no se va a quedar tranquilo y no lo puedes controlar.

-No voy a hablar. Ni él ni yo.-Insisto.

-Sé que no lo harás, porque te tendré cerca. Te voy a vigilar y te voy a encontrar en cada rincón del mundo que te escondas. Mi familia tiene dinero, tiene conexiones, puedo llegar a muchos lugares y si por alguna razón, se te ocurra la loca idea de hablar... no te creerán ni una sola palabra. No van a tomar la palabra de un puta que se metió en mi cuarto por días y no llamó a la policía.

-Te estoy diciendo que no...

-¡No sigas repitiendo lo que yo se que es mentira! O lo volveré a hacer. Volveré a drogarte, te llevaré a algún lugar donde nadie te encuentre y te voy a usar de todas las maneras que se puede, te voy usar como la puta que eres, la basura...- no puedo entender lo que pasa, la llamada se corta pero a mi me cuesta respirar, cuando siento que una mano me acerca hacia el calor humano me doy cuenta que es Eva, el fue quien colgó la llamada.

-Es más que suficiente- le dice a la detective que me mira con los labios apretados.-no necesitamos escuchar más.

-Lo es- apunta ella con asco- siento mucho que tuviera que pasar por esto, pero es una gran ayuda para el caso.

-¿El sabe que lo están investigando?- le digo.

-Claro que lo sabe, por eso está tan nervioso, no sé cuanto tardará en hacerse público todo esto, pero creo que debería salir de viaje a algún lugar donde el no la pueda localizar.

-¿Mi familia corre peligro?- pregunto.

-Creo que es una buena idea que viaje con su familia- apunta ella.-no es que tenga una capacidad para hacerles daño pero es una posibilidad. El tiene dinero y contactos, por lo que eso sumado a que es un predador, es algo a tomar en cuenta.

No termina de decir su frase, cuando Evan me suelta y hace una llamada desde su celular. No puedo escuchar bien porque se va a la otra habitación.

Para mientras, la detective me hace saber que me llamarán a testificar y que se comunicarán conmigo una vez sepan el día y la hora en que debo acudir como testigo. Me hace saber que la prensa va a estar tras de mi una vez testifique, ya que es una noticia de interés para el mundo, debido a que la víctima, es de una familia reconocida en los negocios también hoteleros.

Yo asiento con un nudo en el estómago, no sólo estoy aceptando lo que más miedo me daba aceptar, si no que lo haré públicamente.

Evan sale del cuarto con una sonrisa tensa.

-Ya tenemos todo listo- apunta para que las dos lo sepamos.- el avión, y la seguridad para trasladar a nuestra familia.

La detective asiente y se despide, haciéndonos saber que la fecha de mi comparecencia me será notificada, pero que antes deberé hablar con los abogados de la víctima.

-¿Avión?- le digo sin saber muy bien que más decir.

-Hice unas llamadas, tenemos el avión privado para ir a buscar a los niños. De ahí, volaremos a donde sea necesario, yo propongo Canadá.-me dice.

-¿Canadá? ¿que hay en Canadá?

-Tengo una cabaña en el bosque, es un lugar aislado pero seguro, nadie nos encontrará ahí y será un lugar lleno de paz para nosotros. Los niños por suerte están de vacaciones todavía, así que no habrá problema. Una vez explote el caso, ese indeseable será tan publico, que no podrá ir a ningún lado sin que lo sepamos por las noticias, así que podremos regresar a casa.

Yo asiento confundida, no me gusta que tomen decisiones por mí, pero ahora estoy tan cansada que necesito que me digan que hacer.

-Todo va a estar bien- me dice Evan abrazándome- yo estoy aquí y no voy a dejar que le pase nada a nuestra familia.

Evan parece no notar que dijo "nuestra familia" pero a mí no me pasa desapercibido. Me gustaría creerle con los ojos cerrados pero todavía es un poco difícil para mí confiar en él de esa manera.

Todo es un torbellino de acontecimientos, hacemos maletas, llegan guardaespaldas y Evan es mi sombra, no se separa de mí ni un segundo.

Incluso, cuando me reúno con Andreas, después de comprobar un y mil veces que Jean no estará, elige esperarme junto a la puerta, lo que llama la atención de todos.

Andreas no es más que comprensivo y decido ser todo lo franca que se me permite. Le digo que seré testigo en un caso y que solicito su sigilo sobre el motivo de mi viaje. Sé que cumplirá su promesa por lo que le hago saber que Ela estará en contacto con él y alguien de mi equipo estará aquí para atenderlo.

Cuando salgo, Evan literalmente salta a mi lado y sin soltar mi mano, nos lleva hacia el auto que nos esta esperando para ir al aeropuerto. Y así en menos de 24 horas, estoy rumbo a Canadá, donde el final decidimos encontrarnos con los niños y mis padres.

-Evan- le digo ya en el avión-puedes soltar mi mano ¿sabes? sólo somos nosotros dos en el avión y creo que Jean no puede volar.- digo divertida.

Evan me mira confundido y se da cuenta que está aferrado a mi mano y mis dedos están casi blancos.

-Perdón- me dice -Estoy algo preocupado por la reacción de ese maniático...

-No sabe donde estoy, no puede llegar a mi.- lo tranquilizo sin creérmelo mucho. Tampoco Evan me cree porque me tiemblan las manos, pero el sólo besa mis manos y no dice nada.

Todo lo que pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora