-Cassia, es el quinto vestido que te pones- me reclama Kai desde la cama.
-No todos los días conoces a alguien famoso- le digo mirándolo a través del espejo.
Kai me mira escéptico haciéndome saber que lo que digo no tiene sentido.
-Evan no cuenta- le aclaro- lo conozco desde antes que se hiciera famoso y tus amigos músicos no los conozco.
-Cassia, te ves preciosa con cualquier cosa que te pongas, ¿por qué no nos vamos ya?-dice abrazandome por detras haciendome sonreir.
Hoy tenemos una cena en casa de Evan, para conocer a su famosa novia Ginebra, la actriz del momento, por lo que con Evan hacen la pareja del momento. No es que este celosa o compitiendo ni nada de eso... es sólo que estar frente a alguien tan hermoso que comparte la vida con Evan, me intimida...está bien, no quiero que Evan nos vea a una junto a la otra y sienta que fué afortunado cuando no lo acepté de vuelta. Tengo orgullo y eso no es malo.
Pero a pesar de que no me siento hermosa, me voy con lo que tengo puesto, un sencillo pantalón negro y un suéter gris, zapatos bajos y una cola cómoda o como diría Ella, uniforme de mamá.
Nos dirigimos todos hacia la casa de Evan, incluso Caleb esta algo nervioso, no todos los días conoces a una actriz símbolo sexual del momento. Hasta lo sorprendí presumiendo con sus amigos por teléfono, lo cual me dio material suficiente para molestarlo solo un poco... bueno bastante, tanto que sus orejas se pusieron rojas.
Llegamos como una comitiva numerosa de 6 personas, y al parecer Evan estaba igual de ansioso, porque al momento que llamamos a la puerta, esta se abre sin un segundo de pausa.
-¡Luccas!- dice arrancandolo de mis brazos, aunque realmente no hay necesidad de arrancarlo Luccas se tira hacia él como si fuera una camilla de un spa.
-Kai, Cassia niños bienvenidos a mi casa- dice haciendo un gesto con el brazo libre.
La casa esta mucho más hermosa que la última vez que la visité, la luz es tenue, y hay una música ambiental de bossa nova, en seguida, veo que hay velas por todos lados y eso enciende mis alarmas.
-Mmmm Evan...creo que las velas no son una buena idea- le digo.
Evan mira horrorizado a su alrededor como si no hubiera visto ninguna vela antes de abrir la puerta.
-Por supuesto, que idiota soy, no se como no las vi, jamás las hubiera puesto... te aseguro que Luccas nunca ha estado cerca del fuego cuando me lo has dado...
-Evan tranquilo, esta bien, solo quitemos las velas y ya. No te estoy culpando de nada- le digo divertida.
En breve, todos incluido Caleb, estamos apagando las velas y subiendolas en los lugares que sabemos Luccas y Maya no alcanzaran. Justo en medio de nuestra cruzada, una voz femenina suena a mis espaldas.
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Todo lo que pudo ser
RomanceA los ojos del mundo, soy una chica despreocupada, que no tienen solución. Me acuesto con con quien quiero y nunca repito, no tengo relaciones y poca gente entra en mi vida privada. No se porque vivo en un proceso de autodestrucción, algunos me tach...