Andreas me espera en su oficina con una mesa llena de delicias para desayunar, a pesar que le dije que había desayunado.
Estaba algo nerviosa, por que no quería encontrarme con su cuñado, pero la lógica me dice que no hay un motivo pra a que eso ocurra, así que aparezco en las oficinas de Andreas y pasamos el dia trabajando hasta que ya es tarde.
A pesar de la insistencia de Nadreas para que vaya a tener a csa con Lara y el, me niego alegando una resfriado, no quiero arriesgarme a repetir el mismo capítulo de ansiedad, así que mi día termina sin ningún acontecimiento dramático.
Por la noche, hablo con los niños y mis padres, que tienen a Evan todavía de huésped, mamá me hace señas disimuladas, cuando me dice que todo esta bien y se que esas señas tiene que ver con Evan, entiendo todo cuando vea a papá y Evan cocinando en el jardín. Mamá no puede darme muchos detalles porque Caleb esta junto a ella, pero intuyo que ella esta tan confundida como yo lo estoy. Así que decido despedirme y esperar la llamada de kai que nunca llega, pero si llega un texto diciendome que me ama y que me llamara mañana.
Es Martes y estamos visitando uno de los hoteles en Mónaco, viajamos por el dia en su avión privado, es uno en los que tengo más presupuesto para hacerlo que quiera, lo que me emociona muchísimo.
Estamos atravesando la entrada del hotel, cuando mi corazón se congela, Jean, nos espera con esa sonrisa tenebrosa, o por lo menos así se me antoja a mi.
-Andreas, llegas temprano, no te esperaba si no hasta dentro de dos horas.
-Espero no haberte interrumpido- dice
-No, nunca me interrumpes Andreas. Cassia es un placer volverte a ver. Tal parece que estaremos trabajando muy de cerca.
-¿Ah si? No estaba enterada de eso.
-Lo siento, olvide comentarte que Jean estará con nosotros en varios de los proyectos, el es el arquitecto a cargo de varias de las remodelaciones.
-Trabajaremos de maravilla juntos. No es asi?
Yo asiento con una falsa sonrisa y hago todo el esfuerzo del mundo por llenar de aire mis pulmones.
En el tour por el hotel, siento que su mano roza en demasiadas ocasiones la mía, el parece no notarlo, pero no se por que pienso que lo hace con el propósito de ponerme nerviosa.
Comemos en la azotea del hotel, que tiene una vista espectacular y para mi desgracia, Andreas se disculpa para atender una llamada, lo que nos deja solos por un buen rato.
-Entonces Cassia, ¿que te ha parecido el hotel?- me dice Jean con un tono cordial.
-Precioso-le digo fingiendo tranquilidad.
-No eres una mujer de muchas palabras ¿verdad?
-No muchas- le digo mirando mi plato.
-Tenía la sensación que eras más abierta, más ... accesible- el tono que usa para decir accesible, enciende mis alarmas, es como si quisiera decir otra cosa y su mirada me lo confirma.
-No soy tan accesible tienes razón, mis hijos y mi novio son los únicos que me conocen a fondo.-
Estoy enfurecida, más que todo conmigo misma, esta no soy yo, suelo manejar estas situaciones a la perfección, sé cómo hablarle a un hombre para que sepa que me molesta. Pero de alguna manera con Jean, me siento indefensa, como si tuviera un poder sobre mi, como si tuviera la capacidad de hacerme daño si así se lo propusiera.
-No te imaginaba así.- me repite.
-No se a lo que te refieres- le contesto a la defensiva.
-No me refiero a nada en particular, solo que al ser una artista exitosa, que esta construyendo un imperio bastante impresionante por cierto, pense que serias más... extrovertida. Pero claro, eso es un cliché.
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Todo lo que pudo ser
RomanceA los ojos del mundo, soy una chica despreocupada, que no tienen solución. Me acuesto con con quien quiero y nunca repito, no tengo relaciones y poca gente entra en mi vida privada. No se porque vivo en un proceso de autodestrucción, algunos me tach...