Nameless estaba distraída con pensamientos incómodos, segura de que Roca seguiría con el temita cuando regresara a la habitación.
–Nam... –llamó Jeff para sacarla de su abstracción.
–¿Mmh?
–Tu juguete me ha atado las manos –señaló, o más bien, indicó levantando un poco las muñecas.
–Ah, sí, me ha parecido interesante que una bomba haga eso mientras el tiempo sigue corriendo.
–Tengo que preparar la cena –recordó él.
–Bueno –dijo ella echándole un vistazo al temporizador–. Sólo quedan tres minutos.
–¿Y entonces qué? –quiso saber Ludo, que aquella vez se había librado del agobio.
–¿Sabéis?, hoy hemos estado jugando a las electrocuciones.
–Vale, ya –murmuró Jeff resignado.
–¿Y cuánto tiempo? –se interesó el que estaba libre de peligro.
–¿Eh? ¿Tiempo? –preguntó como si acabara de caer en la cuenta–. Pues... no he pensado en eso... –mintió.
–¡Eh! Si no le has puesto algo para que pare, ¿cuánto voy a estar aquí friéndome?
–Eh... ¿Hasta que... se acabe la batería? –sugirió Nameless con una sonrisilla nerviosa.
–¡¿Batería?! ¡Nam! –exclamó Jeff sacudiendo la bomba que le aprisionaba las muñecas.
–A ver, tranquilo –intervino Khaos, alicates en mano–. Ahora te libro y ya está.
–Uf –resopló Nameless, como si aquello fuera una mala idea, echándose hacia atrás.
–Espera, espera, primero mira si puedes desactivarla –exigió el cocinero.
–Te está liando –aseguró Ludo.
–Puede que las cuerdas tengan algo, que si las cortas, provoca algo peor.
–Son bridas, mis bridas. De plástico. No pueden transmitir nada a la bomba.
Nameless se limitó a hacer un ruidito de consideración.
–Creo –añadió Khaos.
–Puede que las haya recubierto de¡EHH!
Pero Ludo ya había cortado las bridas y Jeff pudo apartar las manos sin que le pasase nada terrible. Nameless se acercó, levantó una tapa con cuidado de no soltar un fino alambre casi invisible cortó un par de cables y terminó de quitar la tapa. Con una sonrisilla de suficiencia, señaló un nudo sobre en los circuitos.
–Oh –dijo Ludo y podría haber sonado hasta avergonzado.
–¿Qué? –quiso saber Jeff, que no entendía el tinglado con sólo echarle un vistazo.
–Que está preparado para que la propia electricidad fría los circuitos a los pocos segundos. Te habría dolido poco.
–Mierda. Jodida mentirosa maquiavélica –gruñó el cocinero y se puso a preparar la cena–. Pues te voy a poner extra de picante –sentenció–. Y te lo vas a tener que comer todo.
–Vaya, ¿dónde quedó lo de reírse de Ludo el otro día? –recordó, empezando a desmontar su bomba para poder reutilizar las piezas en la siguiente ocasión.
–A que te pongo extra extra picante –amenazó Jeff, pero ya no sonó tan serio.
–––
![](https://img.wattpad.com/cover/97473466-288-k705872.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)
Fiksi RemajaElla no quiere estar en el Instituto del Mal, pero no tiene otra salvación que ser una alumna modelo. Una historia de supevillanos y superhéroes todavía en edad escolar. Portada obra de @Anaesthetixs Si os mola la historia y tenéis ganas...