Después de comer, mi padre se quedó dormido en el sofá. Calum,en vez de tocar el timbre, me mandó un mensaje para que abriese.
-Hola-le susurré con apenas voz- corre, antes de que te vean los gemelos.
-Creo que es tarde para eso.Detrás de mi estaba uno de ellos, inusualmente muy quieto y callado, mirando a Calum muy serio, con el ceño fruncido. Se acercó poco a poco y le dijo:
-Ten cuidado, es una bruja mala.
Puse los ojos en blanco.
-Jamie, no te acerques a nosotros y sobretodo, no hagas ruido porque puedo ponerte la nariz de Pinocho mientras duermes.
-Yo que tu le hacía caso, colega.- Añadió Calum.
-Vale- contestó mi primo muy indignado- pero no soy Jamie, Dani, soy Jack...
-Bien... Perdón, Jack.Fuimos subiendo las escaleras hasta el desván.
-¿En serio eres una bruja mala? No quiero meterme en la habitación de una bruja mala. Me da miedo. -le di un puñetazo en el hombro con la menor fuerza posible y él se rió a carcajadas. -Es una excusa estupenda para los niños.
-¿Qué excusa? Soy una bruja mala. Muy mala, ahora cuando veas mi cuarto me creerás.
Bajé la trampilla y las escaleras y subimos.
-¿Qué de bruja mala ni qué leches? Me encanta esta habitación.
-Es una cueva, Hood, sobretodo en invierno.
-Pero está genial, me encanta. Es muy original. -Se inclinó de rodillas en el colchón y miró el paisaje tras el ojo de buey. Desde ahí solo se veían tejados inclinados de casas como la mía y jardines caseros. -Me encantaría tener uno así. -Se fue hacia la otra parte del cuarto, donde chocaba con el techo, por su inclinación, yo no tenía ese problema. -Menuda montaña de libros.Fui tras él y me quedé de pie a su lado.
-Sí, creo que tengo más papel que ropa...
Me miró a los ojos y sonrió.
-¿Sabes que me siento tonto a tu lado?
-¿Por qué dices eso?
-"Efímero es una palabra demasiado larga". Venga ya, ¿qué ser humano de diecisiete años piensa eso?
-Todo el mundo, es como lo de que "todo junto" se escribe separado y "separado" se escribe todo junto.Fui hacia la parte alta del techo, para estar más comoda.
-En serio, Daniela, eres muy buena escribiendo.
-Sí, ya, también soy buena en perder el capuchón de los bolígrafos y nadie me da un premio por ello.
-Daniela...-Posó su mano en mi muñeca y se acercó demasiado a mi. Tanto que me tensé. Él debió darse cuenta y se alejó un poco, pero yo volví a acercarme y ese gesto provocó en él una sonrisa doblada. -No te hagas la modesta. Eres buena y lo sabes.Tocaron a la "puerta".
-¿Quién es?- dije de mala gana.
-Dani, abre.Era mi hermana. Abrí.
-Uy, no sabía que estabas ocupada...
-Ya ves.
-Solo quería decirte que ya estábamos aquí los titos y yo y si me dejabas "Movy Dick". Hola- Dijo mirando a Calum- Soy Nicole Graham.
-lo que viene a ser, Nikki, mi hermana pequeña. -Añadí yendo a buscar el libro.
-Encantado, Nicole, soy Calum.
-Nikki está bien.
-Dios, ¿sois las dos iguales?Me reí. Nikki pareció no entenderlo.
-¿Qué se supone que tengo que decirle a los titos que estáis hacendo?
-Un trabajo de clase. -Dije cogiendo el libro de una parte de abajo de la montaña.
-¿Y qué es lo que estáis haciendo de verdad?Fui hacia ella y le di el libro de mala gana.
-Depilarnos las cejas, Nikki. -Le dije con una sonrisa amenazante.
-Vale, ya me voy. Encantada, Calum.Y se cerró la trampilla.
-¿Depilarnos las cejas?- Me preguntó Calum.
-Jerga de hermanas... Quiero que me digas cuales son todas las canciones que has escrito tú.Fui hacia el portátil y le di al reproductor.
-¿Las tienes todas?
-todas, todas. Pero ilegal. Lo siento. Por gente como yo la industria musical va como va.
-¿Te crees que yo compro todos los discos? -Se rió- Daniela, el viernes por la noche hay una fiesta en casa de mi amigo Dan. Vienen los chicos y eso, si te quieres venir...No podía estar hablando en serio. Me moría de ganas por conocerlos, pero jamás había ido a una fiesta de ese tipo.
-Vale, me gustaría ir.
-¿Sí? Que bien.Pasamos la tarde escuchando canciones y riéndonos. Haciendo el idiota, basicamente. Y cuando empezó a anochecer, se fue. Hubo un momento incómodo en la despedida, el cual odié. Estábamos en la puerta, terminando la conversación, de nuevo más cerca de la cuenta, hablando más bajo de la cuenta, con los ojos viajando de las pupilas a los labios una y otra vez. Y al final me besó, sí. Pero no en la boca, sino un fugaz beso en la mejilla, de despedida. Después se fue pitando. Y eso me confundió también más de la cuenta.
Calum Hood... ¿Qué quieres de mí?
Porque ahora mismo puedo darte lo que sea.
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Dandelion - Calum Hood
FanfictionPasaba el rato soplando dientes de león hasta que Calum llegó a mi vida.