Calum ya se ha ido y me estoy leyendo buscando a Alaska. No sé ni me apetece interesarme por lo que habrá pasado ahí abajo. Escucho entrar a mi madre cuando pasa un rato.
-Lo siento, mamá. No me eches la bronca.
-No. No voy a echarte la bronca. Quería decirte que me he dado cuenta de que te las apañarás muy bien sola en Canberra.
-Gracias. Espero que sí. Creo que me tienes que enseñar a hacer la colada pero por lo demás lo llevo bien. -Mi madre sonríe y se sienta a mi lado.- ¿Qué ha pasado abajo?
-David está algo resentido con Calum. Y si no me equivoco, llevaba un par de copas de más. No ha sido muy agradable, Joy ha salido llorando y los niños detrás de ella. Tu padre casi le pega un puñetazo a David.
-Debería haberlo hecho.Pausamos un momento y cierro el libro. Me duelen los ojos.
-Calum parece un buen chico.
-Lo es, mamá. ¿Crees que Joy ahora me odia por hablarle así a su marido?Cortamos ahí la conversación cuando vimos aparecer a mi hermana. Pocas veces mi habitación está tan recurrida. Nikki trae un libro de texto en la mano.
-Dani, ¿Puedes ayudarme con una cosa?
-Sí, dime.
-Os dejo tranquilas.-Nos dice mi madre y nos da un beso a cada una.- Buenas noches.Mi madre se va y Nikki se sienta encima de mi cama con las piernas cruzadas, igual que yo. Me doy cuenta de que nos parecemos bastante.
-No tengo ni idea de hacer ecuaciones. No sé lo que es una x. Y tengo examen mañana.
-Vas a suspender.
-Gracias.
-En serio, vas a suspender. ¿Para que te vas a poner a estudiar ahora?
-¿No hay que esforzarse hasta el último segundo y todo eso?
-Sí. Claro que hay que hacerlo. Pero estamos hablando de matemáticas.
-Dani, creo que no eres un buen ejemplo para mi.
-Apuesto a que cambias de idea en dos segundos.
-¿Por qué?
-¿Quieres llamar a Dan?
-¡Dios! ¿Dan,Dan? Claro que sí. ¿En serio? Eres la mejor hermana del mundo.
-¿Ves?Me río y cojo el teléfono para buscar el número de Dan. Después de tres tonos, lo coge y lo pongo en manos libres. Hago caso omiso a las palabras que chapurrea mi hermana nerviosa: "¿Ahora qué le digo?", "Dios mío, espero no tener voz de niña."
-Hola, Danny. -Le digo.
-Hola, Dani. ¿Cómo estás? ¿Pasa algo?
-Nada. Tengo una fangirl al lado que quiere decirte hola.
-Hola, fangirl.
-Hola.-Dice mi hermana tímida. -So...soy Nikki. Soy la hermana de Dani.
-Oh, al fin te conozco. Dani me pidió que te firmara un autógrafo, pero eso es demasiado informal para dos buenos amigos como nosotros, ¿no crees?A mi hermana se le iluminó la cara. Roja como la nariz de Rudolf y sonriente como si le hubieran dado la mejor noticia de su vida. Desde luego a Dan se le dan bien las mujeres, sea cual sea su edad.
-No se qué decir. -Le contesta ella. -Gracias por hablar conmigo, Dan. Me encanta vuestro disco. Me encantaría saber tocar la batería como tú. Eres...eres genial.
-¿Quieres aprender? Vente mañana a casa con Dani. Su novio prácticamente vive aquí. ¡Cal! ¡Estoy hablando con tu novia!Las dos arrugamos la cara por el chillido. Después escuchamos la voz lejana de Calum, como si estuviera al otro lado de un pasillo enorme.
-¿Y qué haces hablando con mi novia?
- En realidad, hablo con tu cuñada.
-Suena bien. -Dice mi hermana, y Dan se ríe.
-Hola, cuñada. -Dice Calum, que ahora se le escucha mucho más claro.
-Hola, Calum.
-Hood.-Señalo, sonriendo. -¿Qué haces ahí?
-No quería ir a casa, ya sabes. -Después de la cena, seguro que sus padres iban a pelearse. -Así que mi hermana y yo nos hemos venido aquí.
-Quédate a dormir.-Le dice Dan.- Mañana vienen ellas.
-¿Vamos?-Me dice mi hermana.
-Claro, pero por la tarde. Creo que debería estudiar.La casa de Dan, Ingrid,Holly y Angel es grande y está decorada genial. Discos de vinilo por las paredes, colores chillones y mucha música. Un poco desordenada, eso sí. Mi hermana se ha pintado los ojos para parecer mayor, aunque no lo consigue. Acabo de dejarla en el sótano, intentando tocar la batería junto a Dan. Le estaba costando pero parecía que con un poco de práctica no se le daría mal.
Ahora mismo estoy en el sofá de cuero del salón, molestando a Calum poniéndole los pies fríos en los muslos. Se escucha de fondo la música que sale del sótano y las risas de las chicas de lejos. Calum, haciéndose el ofendido me agarra un tobillo con la mano y tira de él, haciendo que me caiga de espaldas al sofá. Entre risas, lleva mi pie hasta su boca, mordiéndome el gemelo.
-¡Hood!¡Quieto!-Me río a carcajadas, porque me está haciendo cosquillas con los dientes. -¡No me comas!
-¿Por qué no? Sabes bien.
-¿Sí?-Me reincorporo y lo beso despacio. - Tú tambien.Muerdo su sonrisa blanda y derecha. Estoy sentada encima de él y su mano acaricia mi pelo.
-¿Has estudiado mucho?-Me pregunta.
Asiento con la cabeza.
-Bastante.
-¿Sabes ya lo que vas a hacer por tu cumpleaños?
-Aun quedan un par de semanas. Y supongo que estaré estresada con la prueba.
-Pero lo tienes que celebrar. Cumples dieciocho.
-Ahá. Y el año que viene lo tendré que celebrar porque cumpliré diecinueve.
-No, no. Los dieciocho son más importantes. Ya eres mayor de edad.
-Y podré ir a la cárcel por asesinar brutalmente a todos los Calums Hoods de este planeta.
-Eres imposible.-Se ríe, hundiendo su nariz en mi cuello. -No tengo ni idea de qué regalarte.
-No tienes por qué regalarme nada, Cal.
-Tienes que llevarte un recuerdo mío a Canberra.
-Te tengo lo suficientemente grabado en mi cabeza como para no olvidarme de ti.
-Dijiste que no era fácil de olvidar.
-Y no lo eres. -Le beso la mejilla y respiro hondo. -He escrito una canción.
-No me digas. -Me dice con tono de sorpresa.- Al final me has echado cuenta.
-Sí. Me ha costado mucho y todavía no tiene final, pero la he escrito.
-Tengo que leerla.
-Sí, te dejaré leerla un día. Pero tengo un problema. Cuando estoy escribiendo, me viene sola una melodía a la cabeza y quiero expresarlo pero no puedo. Esta que he escrito va de un amor imposible y automáticamente, me viene a la cabeza el sonido de un piano. "Tin, tin, tin"-Intento imitar las notas que tengo en la cabeza pero suenan mucho peor en voz alta.
-Estoy gratamente sorprendido.
-Calum, estás empezando a hablar como yo.
-No, en serio. Puedo traerme la guitarra y le ponemos música.
-Como si fuese tan fácil.
-Peores retos me he propuesto. Imagina que le gusta a alguien y te la compra. Tenemos que sacarla.
-Será un placer hacer negocios contigo.Sonrío burlona mientras Calum baja al sótano. No sé que tiene este chaval en la cabeza, pero me encanta que sea así. Por otra parte puede que tenga razón: no debería rechazar la opción de llegar a ser compositora si algo me sale mal. Viene al rato con un teclado portátil.
-¿No ibas a traerte la guitarra?
-Dijiste piano. Y eso es lo más parecido a un piano que he podido subir. Holly me lo ha prestado. -Se sienta en el suelo y apoya el piano en la mesa baja que está frente al sofá. -¿Tienes la letra?-Asiento. - Bien. Pero primero entóname la melodía.
-No sé cantar.
-Da igual, me la has entonado hace un momento.Tarareo un par de notas que tengo en la cabeza y un segundo después, Calum las toca exactamente igual, pero en el piano. No es pianista y por eso le cuesta más trabajo tocarla. Pero suena tal y como lo hacía en el fondo de mi mente.
-¿Cómo lo haces? Yo quiero hacerlo.
-Soy muy torpe con el teclado. Pero solo hay que saberse las notas.
-Solo. -Repito en tono burlón. -Ven, te enseñaré algo.Así, pasamos la tarde tocando el piano y cantando. Parece que a Calum le gustó mi letra, y a mi me entusiasmó ponerle música. Había sido una gran tarde también para mi hermana (no para de recordarme que ha sido la mejor de su vida), quien tiene el rímel corrido por debajo de los ojos.
-Anda, Nikki, quítate eso de los ojos o mamá me crucificará. -Le digo a mi hermana frotándole las ojeras con los pulgares.
-Dani, ¿crees que cuando tenga tu edad podré salir con Dan?
-¿Qué dices?
-Piénsalo. Solo nos llevamos cinco años.
-Seis.Estamos ya en el porche, yendo a abrir la puerta, cuando alguien sale al momento de ella.
-Joy. -Le digo.
-Daniela.
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Dandelion - Calum Hood
FanfictionPasaba el rato soplando dientes de león hasta que Calum llegó a mi vida.