-¡Daniela! ¡Daniela!
Me hace gracia que las chicas me conozcan. Acabo de salir de la puerta principal del Memorial Coliseum, el estadio más grande de Los Ángeles. Hay infinidad de chicas guardando cola. Como a mi me conocen, pero no corro riesgo de muerte como los chicos (según los de seguridad), he salido a hacer unas fotos y a repartir botellas de agua.
-Daniela, hazte una foto conmigo.
Levanto el pulgar y me la hago. Podría acostumbrarme a esto.
-¿Queréis agua, chicas?
Voy repartiendo botellas a las que me piden. Es una auténtica locura, aquí no se escucha nada aparte de los gritos y el entusiasmo.
-¡Daniela, Daniela, Daniela, Daniela, Daniela!
Mi tímpano recuerda esa voz perfectamente. En la otra parte de la cola a unos diez metros de la puerta, está Mac, saltando y subiendo la mano para que la vea.
-Hombre, pero si es mi acosadora. ¿Cómo estás?
-Tú, tú eres la que me tienes que decir como estás. Y los chicos, ¿cómo están?
-Mal, solo han pasado dos semanas.
Mac asiente tristemente y las demás chicas que están a su alrededor ponen la misma cara. No quiero seguir hablando del tema, así que me voy por las ramas.
-¿Queréis agua? -Tiro del carrito que lleva una caja de botellas dentro, una caja enorme.
-No gracias, estamos servidas.
Las amigas de Mac y ella vienen muy preparadas. Veo que llevan refrescos, zumos, golosinas, rotuladores permanentes, pancartas, un paraguas para quitar el sol, hielo y mudas de ropa. Lo que me extraña es que no hace ni 48 horas que saben que iban a venir.
-Ya veo. Espero que os guste el concierto, voy a seguir hablando con chicas.
Se despiden de mi con la mano y veo a las chicas cuchichear o llamarme. Sigo con lo que estaba haciendo ignorando los malos comentarios. De pronto alguien detrás de mi, me toca el hombro. Me giro y veo a una chica, mayor que las de la cola, con un micrófono. La prensa. Blasfemia, creo que me estoy sonrojando.
-Hola, soy Chelsea Briggs de Hollywire. ¿Trabajas con la banda verdad?
Titubeo un poco antes de contestar.
-S...sí.
-¿Te importaría contestar a unas preguntas? Sobre el concierto, nada personal.
-Si sirvo de ayuda, sí.
-Cuando nos hemos enterado del evento ya había empezado todo el movimiento de las fans. Casi no nos ha dado tiempo a actuar y esto debe ser noticia de primera. ¿Por qué ha sido todo tan rápido?
-Bueno, lamentablemente los chicos han tenido que cancelar los dos conciertos que tenían previstos para los pasados veinte y veinticinco de este mes. Pasado mañana, irán (iremos) derechos a Nueva York, pero antes querían hacer algo por los fans que se han quedado sin concierto. Querían hacer algo grande para poder reunirlos a todos, y aquí estamos.
-¿Grade? Gigante, diría yo. -Ambas miramos el estadio- ¿Quién tiene derecho a entrar?
-Todo aquel que tenga entradas para los conciertos anteriores que no se hicieron, puede entrar gratis. Los demás tendrán una entrada a parte, con un coste de veinte dólares hasta que se llene el aforo. No podemos olvidarnos de que es un concierto benéfico.
-¿y para quién será el dinero recaudado?
-Irá para varios orfanatos.
No quiero entrar en detalles, pero lo del orfanato es en honor a Ingrid. Ella vivió en uno hasta los cuatro años, cuando sus padres la acogieron. No lo sabe mucha gente, de hecho, yo me enteré hace poco. Angel me ha dicho que Ingrid siempre sintió mucha presión por ser la hija perfecta, ya que no creía que sus padres fueran a quererla igual que si fuera de su sangre.
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Dandelion - Calum Hood
FanfictionPasaba el rato soplando dientes de león hasta que Calum llegó a mi vida.