Dandelion - Calum Hood

Fiesta I

Todos los días de la siguiente semana, Calum vino a recogerme del instituto y llevarme hasta casa. Recorría el camino por un sitio más largo y más lento de lo que solía hacerlo antes de conocerlo, así que siempre llegaba a casa más tarde de lo habitual y mi madre estaba empezando a sospechar. Pero no me importaba mucho.

El jueves salí de clase de tal mal humor, que parecía que me habían echado una jarra de agua helada por encima. Me habían suspendido matemáticas, me había caído al suelo en educación física y me habían castigado con entregar una redacción de cinco mil palabras por estar en contra de la monarquía. Genial. Un día fabuloso. Además,mi cabeza empezaba a dar vueltas y pensar en todo. En que Calum no me daba a entender qué era lo que quería conmigo; en mi madre, que de alguna manera le estaba mintiendo; en que era el último año de instituto y no me estaba yendo tan bien como yo queria...

Cuando salí de clase, Cal estaba en la esquina como siempre.

-¡Hola! -Me saludó sonriente.

-Hola...

Mi cara no tenía expresión. Quería llegar a mi casa y que ese día terminase. Fuimos caminando más rápido de lo que solíamos hacerlo.

-¡Ey! Para el carro. ¿Qué te pasa?

-Nada, Calum. ¿Podemos seguir?

-No hasta que no me lo cuentes.

-No seas crío y sigue andando.

-¿Qué bicho te ha picado?

-Ninguno, tengo un mal día.

-Venga, me lo puedes contar. Somos amigos.

Le solté una media risa irónica. ¿Somos amigos? ¿En serio? ¿Y tenía que creerme que sólo era amistad lo que tenía pensado conmigo? O lo que es peor. ¿Y si era amistad lo que quería conmigo?

-No hay nada que contar.- le dije- he tenido un mal día. Muy mal día. No deberías haber venido.

Lo que me hacía falta en ese momento no era precisamente lo que me había dicho. Seguimos andando.

-Anímate. Mañana es la fiesta en casa de Dan.

-No se si iré. Tengo que hacer una redacción de cinco mil palabras.

-Eres escritora...

-¿por qué no lo publicas a los cuatro vientos? Puedes poner un tweet si quieres. "Mi amiga es escritora". Ya verás cuantos seguidores me salen.

Supuse que ahora era cuando debía enfadarse. Pero se rió de lo que había dicho. Siempre estaba riéndose. Era lo que más me gustaba de él.

-Sí que te saldrían, sí.

-Lo que tú digas...

-Tienes que venir a la fiesta. Ya se lo he dicho a Dan. Porfi.

-Iré. Pero si me quiero ir temprano me acompañas, que yo no tengo coche.

-Te vengo a recoger a clase para que no te vayas sola. ¿Cómo voy a dejarte tirada en una fiesta?

-Yo creía que venías a recogerme para ver mi preciosa figura de colegiala.

-Ey, las colegialas son un fetiche serio, no bromees con ello.- Me hizo reír. Abracé mi carpeta y escondí mi sonrisa detrás.-¡Has sonreído! Sí señor, Calum uno, Daniela 0.

Llegué a casa y comí arroz con setas. Hablé con mi madre de lo de la fiesta de la siguiente noche y me dio permiso para ir. Mi padre me guiñó el ojo. Habría sido él quien la había convencido.