Apéndice

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Me despierto sin la mera noción de cuánto habré dormido. Pero Calum está a mi lado y todo huele a él. Paso la mano por su lado y sonrío como una idiota cuando me acuerdo de lo de ayer. Recuerdo cómo me acariciaba el pecho desnudo mientras vacilaba en su cadera. Recuerdo los resuellos que salían de mi garganta en contra de mi voluntad y la manera en la que él sonreía levemente cuando los escuchaba.

-Cal...

No contesta. Me levanto con cuidado y me pongo su camisa de ayer, que está tirada por el suelo. Me río cuando veo los hilos colgando donde debería estar el último botón. Cojo mi libreta, un boli bic, y el teclado que me regalaron por mi cumpleaños y salgo a la terraza. Cierro la puerta detrás de mi para no despertar a Calum.

La brisa de las montañas me eriza la piel, aun así, prefiero estar descalza. Me siento en la silla y pongo los pies sobre la mesa, el teclado en las rodillas y la libreta abierta en el muslo. Decido poner palabras al azar que me inspiren: viento, blanco, -miro la cajetilla de tabaco de Cal- vainilla, -escribo "sexo", pero tacho "exo" y añado un "alaz"-.

Frunzo las cejas y escribo otra palabra: ÉXTASIS. Tuerzo la cabeza hacia un lado. Me estoy leyendo un libro que va sobre anagramas, es decir, sobre cambiar las letras de una palabra para que signifiquen otra cosa. EXISTAS. me doy golpes con el dedo índice en el labio. Después toco una nota en el piano e intento entonarla con la voz. Calum tenía razón. La inspiración viene cuando tiene que venir.

-Buenos días. -Oigo detrás de mi y giro la cabeza a la velocidad de la luz. Calum se alborota el pelo y viene hacia mi bostazando. Cuando llega me abraza por el cuello y yo lo agarro fuerte.

-Hola.-Le contesto feliz.

-Te he escuchado cantar.

-Intentarlo, al menos. -Me río.

-¿Tienes algo?

-Ideas -finjo aplaudir silenciosamente. Me encanta la cara de sueño que tiene.

-Qué bien te queda mi camisa.

Escuchamos el movil de Calum vibrar en la mesilla y va a cogerlo.

-¿Hol?... Sí, sí, estamos aquí. ¿Qué ha pasado?

No me gusta nada esa frase, ni la cara que ha puesto Calum.

-Sí, ¿pero está bien? ... Joder... ¿Y por qué no nos habéis avisado? ... Ah, encima , genial, Holly.

Ha empezado a elevar la voz. Esta vez está más tiempo sin pronunciar ni una palabra, solo asintiendo como si Holly lo estuviera viendo. Me mira un segundo y me señala al armario como diciendo: Vístete. Lo hago sin dudar.

-Vale, Hol. En cuanto vengan salimos para allá -cuelga-. Tenemos que ir al hospital -la palabra provoca que me de un vuelco el corazón.

-¿Que ha pasado?

-Nada fuerte, a Dan le ha dado un ataque de apendicitis. Ya está estable.

Veo que tengo la mano encima de la boca y los ojos abiertos como platos.

-¿Se han ido sin nosotros? ¿Por qué se han ido? ¡Quiero ir a verle!

-Ya. Vamos a ir, Michael y Luke vienen para acá y nos dejan el coche.

Termino de ponerme los pantalones y bajo a toda pastilla con Calum pisándome los talones. Oigo frenar el coche y veo a Michael salir con mala cara y cerrar del portazo más fuerte que os podáis imaginar. Cuando pasa por nuestro lado ni nos mira. Luke sale del asiento del copiloto, con cara de preocupación.

-¿A este qué le pasa? -dice Calum señalando ya de lejos a Michael-

-Al parecer Ingrid y él... No están bien. No se ha separado de Dan ni un minuto.

-¿Por qué no nos habéis avisado? -Salto yo de pronto, ofendida.

-Fue todo de repente, Dan llamó a Angel y fuimos los dos en un coche. Después vinieron los demás.

-Bueno, vale -digo, separándome de él para meterme en el coche-. Vámonos.

-Lo siento, Daniela. No te enfades.

-También es mi amigo, claro que me enfado.

Cierro de un portazo y veo por el retrovisor a Calum haciendo una mueca de sorpresa. Le da una palmada en el hombro a Luke y se monta en el asiento del conductor. Pisa el embrague y salimos.

-No hacía falta que te pusieras así.

-No me digas lo que tengo que hacer.

-Daniela, no la pagues conmigo otra vez, ¿vale? Estamos en la misma situación.

-Perdón -me noto el corazón inestable y los ojos ardiendo-.

-No te pongas nerviosa, Dan está bien. Solo ha pasado un mal rato. Lo habrán operado y y está.

Asiento. Pero no puedo evitar sentirme culpable, y sé que Calum también está nervioso, aunque no lo demuestre. Deberíamos haber estado todos juntos y no habría pasado nada.

Llegamos a la tercera planta, donde está Dan y vemos en la sala de espera a Ingrid, con muy mala cara. Seguro que ha estado llorando. Junto a ella están Ash y Holly, cada uno a un lado. Decido hablarles tranquila y pensar que ellos no tienen la culpa de nada, porque no la tienen.

-Hola -les digo-.

Holly se levanta y viene hacia nosotros. Ella no tiene tan mala cara (tiene cara de sueño como todos, pero al menos no parece que haya estado llorando toda la noche).

-Hola -nos contesta-. Perdón por habernos ido sin vosotros, no teníamos alternativa.

-Lo sé -contesta Cal-. ¿Cómo ha ido todo?

-Ha pasado un mal trago, le dio anoche y por lo visto estuvo varias horas con el dolor hasta que se quedó casi inconsciente. Al menos tuvo fuerzas para darle a la A y llamar a Angel, pero ya está bien. Está con Angel, comiendo.

-¿Puedo entrar? -le digo.

-Sí, claro. Estará deseando veros.

Recorremos un pasillo enorme y azul, hasta que eschucho su voz tras la puerta y sonrío.

-Esto está asqueroso, An. Necesito comida de verdad. Quiero una puñetera hamburguesa.

-¿Estas de coña? Te acaban de quitar un órgano.

- YOLO.

Miro a Calum, que se muerde el labio sonriente y abro la puerta.

-Enano inconsciente -digo, echándome a sus brazos e ignorando a Angel. Está medio incorporado en la camilla con una bata de color verde, muy fea, que tiene un tacto parecido al papel.

-¡Hombre, cerebrito! Pensé que os habíais olvidado de mi, mamones. -Estoy echada encima de él sin pensar siquiera en que le puede estar doliendo. Lo abrazo, muy, muy fuerte y se me escapa una pequeña lágrima de frustración.

-Perdón. Idiota, te dije que no te quedaras solo.

-Eh, no me llores -Me coge las mejillas con las dos manos y me arrastra mi lágrima con el pulgar-. Mañana estaré aporreando la batería de nuevo, no te preocupes.

Me suelta la cara y me abraza de nuevo, hundiéndome en su pecho.

-Además -prosigue-. No sabes cómo les gusta una cicatriz a las nenas.

Intento pegarle sin hacerle daño y me levanto. Calum y él se miran con una risilla de superioridad amistosa y se chocan las manos para terminar dándose una palmada en la espalda. Calum se acerca a su oído y le susurra: "yo te traeré esa hamburguesa".

-----Recomendadísimas----

Broken, de @cgo2505. Recomendadidísima. La autora escribe GENIAL. No es de 5sos pero es la caña. Se merece mas lectores. http://wattpad.com/story/20527143?utm_content=share_reading&utm_source=ios&utm_medium=link

Tu madre, mi maestra de @BeYoung93 también se merece más ;)

Si has legado aquí, comenta: yo también quiero curar a Dan. Jajaja

Se que este cap es flojillo, pero bueno. Los habrá mejores. Os quiero!

Lium

Dandelion - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora