Blasfemia II

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Cuanto más lo beso, más ganas tengo de él. Subimos a su habitación, pero no se muy bien como hemos llegado hasta aquí. Me siento anestesiada, lo único que siento son sus manos en mi cintura. Por lo demás, todo gira a mi alrededor. Quiero más, y arrastro mis pies hasta el final de la cama de Calum. Este, que no ha dejado de besarme ni un segundo, se impulsa levemente y me empuja de espaldas al colchón. Tiene la respiración agitada y noto su corazón ir a mil por hora. Tengo los ojos cerrados y solo me limito a sentir su saliva y su calor. Sus dedos fríos avanzan por mi costado hacia arriba y provocan que se me erice la piel, que quiera arrancarle los pantalones.

-Daniela...

Me veo obligada a abrir los ojos.

-¿Qué?
-No podemos hacer esto. Estás borracha.

Me viene una risa irónica.

-Y tú. -le respondo.
-Sí, pero yo no soy virgen.
-Pero yo quiero. -Le digo, casi reprochándole- ¿Es que tú no quieres?

Sonríe con media boca y sus ojos de cerca son esferas negras de cristal brillante.

-Claro que quiero.

Me mira, no como suele mirarme normalmente, más bien me devora con la mirada. Vuelvo a sentir ganas de besarlo y no me está besando. Mi cerebro funciona cada vez menos. Los párpados me pesan demasiado. Los cierro y los abro en un segundo, y así unas cuantas veces seguidas.

-Daniela...-Su voz es delgada y crujiente como un hilo de seda. Está intentando que espabile, porque me he quedado callada.

-Tienes que ser tú. - Alcanzo a decir. En la posición en la que estoy, mirarlo a él es como si estuviera tirada en el cesped, contemplando las estrellas.

Sonríe.

-Si tengo que ser yo, seré. Pero no ahora.

Frunzo el ceño y suspiro.

-¿Me dejas una camiseta para dormir?

Cuando me la da, me vuelvo de espaldas para que no me vea y me quito el sujetador antes de ponérmela. Ahora mismo, me siento fatal por haber bebido y lo único que quiero es dormir.

-Te queda genial. -Me dice. -Te hace unas piernas larguísimas.

Me tumbo a su lado, apoyando la cabeza encima de la pluma que vuela en su pecho.

-Salaz. -Le digo- y la voz apenas sale de mi garganta. Me da un beso en el pelo y me acaricia el brazo con las huellas dactilares. - Te quiero.

Ya no puedo más. Y me duermo.
Pero un segundo antes de pasar de la vigilia al sueño lo escucho: y yo a ti.




Un pitido horrible suena dentro de mi cabeza. La luz me molesta en los ojos y tengo frío en las piernas y calor en los brazos. Molesta, abro los ojos y miro a mi derecha. Calum, con la cabeza reposada sobre la palma de su mano está observándome con una gran sonrisa blanca.

-¿Qué miras? -Le digo de mala manera.
-Nada,-Me responde, y suelta una risilla.- es que tengo ganas de besarte y no me estás besando.

Entierro la cabeza en la almohada, muerta de vergüenza. No puedo creer que le dijera eso anoche. Me ataca riéndose de mi y dándome besos rápidos por todos los sitios que pilla. Yo cada vez estoy más sonrojada.

-Perdón.- le digo. -Yo no soy así, yo no quería...
-Venga, eres divertida ebria.
-No volveré a emborracharme en la vida.
-Me dijiste unas cosas muy bonitas.
-Me acuerdo de todo lo que te dije, no me abochornes más.

Vuelve a reírse y parece que ahora él también está sonrojado. Decido cambiar el tema para que no nos resulte más incómodo.

-¿Cuánto hemos dormido?
-Son las dos.
-¿En serio? Mi madre me mata. -Me llevo una mano a la frente- Aunque se supone que me estoy rebelando en su contra, pero...
-Pero eres una niña buena.
-No soy ninguna niña buena.
-Oh, sí que lo eres.
-No, no lo soy.

Me pongo a un centímetro de su boca y cuando voy a besarlo, me alejo. Me levanto de la cama y voy a coger mi ropa. Él también se levanta y estira los brazos hacia arriba, abriendo la boca. Quiero ducharme y lavarme los dientes, pero no puedo. La boca me sabe a alcohol.

Bajamos a desayunar y Calum me pone un bol enorme de cereales con leche. La verdad es que me apetece mucho. Se sienta a mi lado y ponemos la tele. Están echando los Simpson y aunque hayamos visto el capítulo mil veces, siempre está bien revisarlos mientras.

-En serio, me encantó anoche el concierto. La verdad es que me puse un poco celosa. Tiene que ser genial estar ahí arriba.
-Sí. Bastante genial. No sabía que te gustaban los escenarios.
-Ni yo, hasta ayer. -Digo con la boca medio llena- Pero no tengo ningún talento.
-Tienes uno.
-Musical, digo.
-Podría llegar a serlo. ¿Has pensado en componer alguna vez?
-Sí. Lo he pensado mucho, pero no creo que sea lo mío.
-Siempre puedes dejarlo como segunda opción. -Se encoge de hombros.
-Puede. -Asiento.
-Puede.


No mucho tiempo después vuelvo a estar en casa.

-¿Donde estabas? -Dice mi madre. -Me iba a dar un infarto, Daniela, no vuelvas a hacerlo.
-Lo siento, mamá, perdón - Resulta que sí que soy una niña buena- esta vez de verdad que se me ha pasado el tiempo.
-Ni una llamada, ni un mesaje, nada.
-Lo siento.

Lo siento de verdad, pero no dejo de estar enfadada. Me doy la vuelta y subo escaleras.

-No vayas tan rápido, señorita. -vuelvo a girarme y la miro. Tiene esa cara de rabia que no soporto. -toma- me acerca un papel.- Aquí tienes lo que querías. Has ganado. ¿Tú no querías alejarte de toda tu familia? Irte a vivir la vida por ahí lejos sólo Dios sabe por qué. Pues como vas a hacer lo que te de la gana, como siempre, -Ese "como siempre" me descoloca. Nunca hago lo que yo quiero.- Ahí tienes tu autorización.

Cuando lo leo con mis propios ojos, me da igual lo que mi madre haya dicho o lo indignada que lo haya dicho, solo veo que me deja, que soy libre. Y la abrazo con todas mis fuerzas, aunque ella no me corresponda. Ya no tendré que falsificar nada. Y memos mal, no sé ni siquiera como he podido pensar en hacerlo.

Llego a mi cuarto y me ducho. Después simplemente abro un libro y leo, que es lo que más me apetece hacer. Estoy con la columna vertebral en el suelo y las piernas apoyadas en la pared paralelas a ella. Me encanta sentir el frío de la pared en verano. Tengo una almohada bajo el cuello y estoy leyendo "en nombre del viento", cuando de repente, me viene la luz.

Calum tenía razón.
Voy a escribir una canción.

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Hola bonitas, no se si salieron las dedicatorias del otro cap y por eso voy a repetirlos. Para HemmingsBow, porque le gusta mucho mi historia :) a todas las que me comentáis y votais que sois el porqué sigo haciendo esto.

Y para acabar gracias a los chicos por existir y a sus madres por parirlos, y hi or hey a Meiyo y Andy que seguro que están leyendo.

Son las tres de la mañana y por eso me expreso tan mal. Subiré en poco tiempo. Besos.
Lium.

Dandelion - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora