Una adolescente de 17 años que fue encarcelada solo por el simple hecho de ser particularmente extraña a los demás.
El Arca manda a 100 prisioneros a la Tierra para poder probar si es habitable de nuevo, ella formará parte de esos 100.
El problema e...
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04. Plan fallido.
Teníamos que hablar, todos. Por lo que fui por mi ropa para volver a mi forma humana luego de echarme un baño en un arrollo cerca de aquí.
Hablé con Bellamy por un buen rato, me preguntó cómo estoy y cómo me siento, qué fue lo que pasó en Weather, si me lastimaron y cómo están los demás.
No tenía las respuestas para todas sus preguntas. Y me había enterado que me habían estado buscando por todos lados, pero que no había rastros de mi.
Pero había llamado mi atención, logré escuchar una conversación entre Clarke y Raven hablando sobre que no entregaran a Finn. No entendía a qué se referían.
Así que se lo pregunté a Bellamy y la respuesta me impactó.
Finn había masacrado toda una aldea repleta de terrestres inocentes, trataba de encontrar a todos, trataba de encontrar a Clarke.
Y ahora si queríamos hacer una alianza de paz, teníamos que entregar al asesino de la aldea. Finn.
— ¿Qué pasa? —Preguntó Raven apenas la puerta fue abierta.
— Tardaron mucho allí dentro —Hable caminando a su lado.
— Había mucho de qué hablar —Respondió Abby deteniendo su caminata.
— ¿Y qué sucede? —Intervino Bellamy.
— Había de qué hablar —Volvió a repetir Abby.
— Hey —Le llamó Bellamy haciendo que volteé a verle—. No lo entregaremos a los terrestres.
— Déjame pasar, ahora —Ordenó Abby viendo fijamente a Bellamy. Fruncí el ceño—. Todos tratamos de encontrar una solución.
Y luego de eso, se fue. Gruñí
— Si lo van a entregar —Murmuré llamando la atención de los dos a mi lado. Pasé una mano por mi cabello y solté otro gruñido—. Maldita sea, mierda ¿Dónde está esa maldita princesita?
— Malia, tranquila —Me tomó del brazo Bellamy.
— ¿Qué? ¿Desaparezco por unas semanas en el maldito Monte Weather y ella ya se cree la reina del lugar? —Bufé—. Pero claro que no, ella no decide qué se hace y qué no.
Me volteé y comencé a caminar cuando al doblar por un pasillo veo la cabellera rubia de la princesa y Finn a su lado. Me acerqué a paso rápido.
— ¡Princesita! —Le llamé alzando la voz, cuando Bellamy pasó corriendo por mi lado. Gruñí.
— Finn, tienes que irte.
— ¿Y a dónde iría? —Preguntó la princesa mirándole con el ceño fruncido. Alcé una ceja en su dirección.
