25. We gave him a choice and she said no

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25. Le dimos opción y dijo que no

Los cinco se hallaban acostados dentro del gran contenedor, se podía oír el sonido del metal chocar contra metal y el aroma salado del mar.

Clarke fue la primera en despertar, removiéndose en su lugar mientras habría poco a poco los ojos acostumbradose a la luz. Así le siguió Malia quien soltó un quejido de dolor levando una mano a su cabeza. Bellamy despertó completamente sobresaltado, despertando a Jasper a su lado. Y por último, Octavia despertó poniéndose de pie rápidamente.

Malia arrugó la nariz, soltando un estornudo a continuación. Era impresionante la sal en el aire.

—Mi espada no está —espetó Octavia, buscando a su alrededor.

—Las armas tampoco —habló Jasper palpando su pantalón buscándolas.

Octavia comenzó a golpear las paredes del contenedor en un intento desesperado de poder salir de allí.
En eso, la gran puerta doble de metal se abrió dejándolos cegados ante la claridad del sol. Una figura femenina se acercaba a ellos.

—Luna —musitó Octavia al verla con claridad.

La terrestre vestía con una larga túnica blanca y sobre sus hombros, algo parecido a una capa de color bordo. Su cabello castaño rojizo era literalmente sólo rizos, ella miraba a todos bajo su grandes ojos marrones.

—¿Dónde está Lincoln? —Fue lo primero que salió de su boca.

Octavia soltó un suspiro.

—Lincoln está muerto.

Luna, frente a ellos. Cerró los ojos por un momento mientras soltaba un suspiro cargado.

—Lincoln dijo que tú ayudarías —habló Clarke dando unos pasos al frente, Luna alzó una ceja en su dirección.

—¿Ah, si?

—Luna, eres la última de tu clase —informó Clarke— La ultima Sangre Negra.

—Entonces Lexa está muerta —dedujo.

—Su espíritu te eligió para ser el próximo Comandante —añadió—. Titus me confío la llama para dártela.

—Titus debió decirte que dejé mi cónclave jurando que ya no mataría —confesó Luna.

—No tienes que matar. Guiar es tu derecho, el cómo es el que tú eliges —habló Clarke, con una sonrisa ladeada—. Mira.

Clarke se le acercó, mientras que de se bolsillo sacaba la pequeña cajita en la que mantenía la llama.

—Reconozco el signo sagrado, pero ¿qué es?

—Es la llama. Contiene el espíritu de los Comandantes, de Lexa.

Luna le miró vacilante, mientras los demás detrás de la rubia rogaban que Luna aceptara y les ayudara.

𝗠𝗮𝗹𝗶𝗮 |𝖡𝖾𝗅𝗅𝖺𝗆𝗒 𝖡𝗅𝖺𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora