𝗠𝗮𝗹𝗶𝗮 |𝖡𝖾𝗅𝗅𝖺𝗆𝗒 𝖡𝗅𝖺𝗄𝖾

23. Lo lograron

23. Lo lograron

— ¡Alto! ¡Alto! —Grité apareciendo entre toda la multitud— ¡Maldición! ¡Alto!

— ¡Hacía atrás! —Oí el grito de Bellamy cerca de mí.

— ¡Baja esa arma! ¡Bájala! —También el grito de Finn.

— ¡Dame eso! —Le quité el arma a un chico, me alejé de los demás y solté dos disparos hacía arriba.

— ¡Eso es lo que quieren los terrestres! ¡Si no nos matan ellos, nos mataremos entre nosotros! ¿No lo ven? —Volteé la cabeza encontrándome con la rubia cabellera de la princesa saliendo de la nave.

— No tienen que matarnos si atrapamos el virus ¡Vuelve a la maldita nave! —Miré al chico con ganas de matarlo. Estaba por ir hacía él pero Bellamy se me adelantó y le quitó el arma.

— No recalcaré lo obvio, pero tu cuarentena no funcionó —Murmuró Bellamy en dirección a la princesa.

— ¡Finn, no la toques! —Se escuchó el grito de Raven antes de que Finn agarrara a la princesa entre sus brazos. Casi cae al piso desmayada.

— Octavia volverá con la cura...

— No hay cura...Pero los terrestres no usan el virus para matar —Volteé la cabeza y vi la cabella oscura de Octavia salir de la multitud.

— ¿Ah no? Díselo a ellos —Le respondió Bellamy antes de señalar los cadáveres de unos chicos en el piso—. Te dije que no vieras al terrestre otra vez.

— Si, pues, tengo un aviso para ti —Miré atenta a la castaña—. Los terrestres ya vienen y atacarán al amanecer.

— ¡Quiero todas las malditas armas aquí! ¡Ahora! —Miré a mi alrededor y nadie se movió—. ¿Acaso no oyeron? ¡Todas las malditas armas aquí, ahora!

  Tres segundos después, todos se estaban formando para dejar las armas a un costado mío.

— ¡Todos los que están sangrando o fueron tocados con la sangre, vayan a la nave! ¡Ahora!

— ¿Cuántas armas puedes hacer hasta el amanecer? —Caminé hacía Bellamy quién le habló a Raven.

— Con ayuda, muchas —Respondió la castaña antes de comenzar paso hacía la carpa.

— Necesito que te quedes aquí controlando las armas y todo aquí afuera. Iré a armar un grupo y ayudar a Raven con las balas —Iba a abrir la boca para rechistar pero él me detuvo—. Por favor. Ellos hacen caso a tus ordenes.

— Bien, pero si sucede algo o necesitan algo. Aquí estoy —Le respondí antes de caminar de nuevo hacía las armas—. ¡Hey, tú! ¿Acaso no oíste? ¡Todas las armas aquí, imbécil!

••••

— ¡Ya pueden entrar! —Se escuchó el grito de Raven dentro de la carpa, nos miramos entre todos antes de entrar—. Falta un acelerante...pólvora.

  Dijo antes de tomar un cubo y colocar el pequeño recipiente con hidrazina que nos hará explotar a todos dentro.

— Cubren con pólvora la hidrazina. Le dan al blanco —Dibujo una X con una roca en el pequeño cubo—. Y el premio.

— Es lo que queda de pólvora. Ya no haremos más balas.

— Esta noche haremos una bomba, mañana hablaremos —Le respondió Finn a Bellamy.

— Si hacemos esto y no funciona. Estaremos muertos para mañana.

— Entonces debe funcionar —Murmuré.

— Hay que estar a unos sesenta metros para el disparo —Comentó Raven cruzándose de brazos.

— No hay problema... ¿Pero quién pondrá la bomba? —Miré a Bellamy de reojo antes de hablar.

— Yo.

— No, ni en sueños. No, es un rotundo no, Malia —Le miré enarcando una ceja.

— Oh, cielos, disculpa. ¿Pero conoces a alguien más con súper velocidad y que cura verdaderamente rápido para hacerlo? —Me burle—. Yo creo que no.

— No vayas a tocar nada —Maldije por lo bajo al ver como sangre salía de la nariz de Bellamy, él estaba infectado.

— ¿Quién más realizará el tiro? —Pregunté mirándole con mis manos en mi cintura.

— Aprecio el interés —Murmuró con sarcasmo—. Asegúrense que la bomba esté empacada y lista en 10 minutos.

— Bellamy...—Salí minutos después buscando al castaño con la vista. Se estaba alejando de Jasper cuando cayó al piso.

— ¡Bellamy! —Gritó Jasper antes de acercarse a él.

— ¡No! —Le impidió el castaño en el piso—. Aléjate. Haz el disparo. Busca a Finn, ve.

— Está bien...—Jasper me dio una leve mirada al pasar por mi lado.

— ¿Estás bien? —Me acerqué a Bellamy en el piso y le ayudé a pararse.

— Algo así...—Murmuró colgándose de mi hombro.

— Vamos, te llevaré a la nave —Él asintió con la cabeza poniéndose a caminar con mi ayuda. Una vez ya dentro de la nave, llamé a la castaña—. ¡Octavia!

— Bellamy...¡Hagan espacio! ¡Aquí! —Me acerqué rápidamente con su hermano en mi hombro—. Recuestalo, de costado.

  En el momento en el que el cuerpo de Bellamy tocó el colchón improvisado, vómito sangre de inmediato.

— Está bien...—Murmuré pasando un trapo mojado por su boca.

— Tengo miedo...—Murmuró.

— Está bien. No dejaré que nada te pase, lo prometo.

— Me alegra que estés aquí —Tomó mi mano y la apretó levemente. Sonreí de lado.

— No me iré, tú descansa.

••••

  Corrí hacía la nave encontrándome con todos afuera de ella.

— Se escuchan tambores, los escucho. Ya vienen —Advertí a Bellamy quién estaba de pie junto a Clarke. Ya era de día.

  Dos disparos llamaron mi atención, pude ver que nadie más los oyó pero luego una fuerte explosión sacudió todo, llenando el cielo de humo.

— Lo lograron —Murmuró Bellamy a mi lado—. Hicieron el disparo