Una adolescente de 17 años que fue encarcelada solo por el simple hecho de ser particularmente extraña a los demás.
El Arca manda a 100 prisioneros a la Tierra para poder probar si es habitable de nuevo, ella formará parte de esos 100.
El problema e...
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"𝗟𝗼𝘀 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗮𝗹𝗲𝘁𝗲𝘀"
Los chicos lograron traer a Jasper y al decir chicos me refiero a Finn y Wells dado que Murphy, Bellamy y yo traíamos al puma. Algo bueno salió de todo esto.
Al llegar al campamento nos abrieron las puertas gritando de que habíamos vuelto junto con muchas miradas curiosas y desesperadas hacía el animal en nuestros brazos. Apenas pusimos un pie en el campamento, Clarke y ahora que lo recuerdo es la hija de Abby, se fue directo a la nave con Finn y Wells detrás de ella cargando a Jasper.
Con los chicos dejamos al puma en el piso el cual lo trajimos envuelto por una manta de la nave, podía sentir a Octavia a mi lado escaneandome con sus ojos mientras que todos los demás miraban al animal.
—¿Quién tiene hambre? —cantarureo Bellamy alzando la voz.
—¡Si! —exclamaron todos a la vez antes de ponerse a festejar.
Bellamy y unos más pudieron armar una gran fogata y poner a cocinar al animal mientras que todos los demás se ponían a hacer filas para sacarse los brazaletes. Bellamy advirtió que antes de tomar un pedazo de carne tendrán que quitarse los brazaletes o de lo contrario, no comen.
Había ido un par de veces al interior de la nave para comprobar como iban las cosas con Jasper porque a pesar de que no lo conocía, era uno de los nuestros y tenía que estar bien. No pude evitar sentir las miradas de odio o repugnancia de la princesita hacía mi a las cuales más de una se las he devuelto. Podía sentir que el desagrado era mutuo.
Sin embargo, Finn me trataba bien al igual que Wells aunque este ultimo no tanto. A Octavia se la veía muy pegadita a uno de los secuaces de Bellamy, Atóm. Pero lo que más raro me parecía era que Bellamy no lo haya notado, en lo absoluto.
Jasper tiene un amigo, Monty. Estuve con él unos minutos pero en ese poco tiempo supe que es muy inteligente, que haría todo por poder salvar a sus amigos y que no me odia, lo que significa que es un buen chico.
Estaba parada en una punta de la nave en donde tenía una perfecta vista de todo y estaba alejada, unos cuantos estúpidos estaban haciendo una fila para quitarse el estúpido brazalete para poder comer. Era obvio que yo no haría eso, no es que quisiera ayudar al estúpido Canciller a bajar y que luego que me vuelva a encarcelar, para nada. Pero no iba a sacarme el brazalete el cual los ayuda a saber si es bueno aquí abajo porque quizá, de alguna forma u otra, logren bajar unas cuantas cosas de allí arriba que sean de ayuda aquí abajo.
Y es por eso que no estaba haciendo la fila, si tendría que morirme de hambre, bien; pero no me sacaría el brazalete.
Mi atención se centró en Finn quien estaba del otro lado de la fogata frente a mi, había ido y tomado una de las ramas con un pedazo de carne cocida para luego dársela a la princesita. Pude ver como un chico trataba de decirle algo pero solamente no le prestó atención.
Un crujido de hojas a mi lado hace que vuelva en sí, Bellamy se encontraba a mi lado con los brazos cruzados y la mirada al frente, podía sentir el sonido de su corazón palpitar y a decir verdad, parecía estar un poco nervioso.
—¿No vas a comer? —preguntó luego de unos minutos de silencio, no volteó a verme.
—¿Si digo que sí, significa que tendré que sacarme el brazalete? —Ironice con una sonrisa ladeada—. No gracias, Blake.
—No tienes que hacerlo —No pude decir nada que él se acercó a la fogata tomando una rama con carne en ella y acercarse de nuevo a mi—. Toma.
—¿Por qué? —pregunté mirándolo a los ojos, sus ojos color chocolate que hacen que me pierda en ellos. Todavía no me atrevía a tomar la carne.
—Porque me caes bien y no quiero tener una revalidad contigo —Con una sonrisa divertida tome la carne de sus mano.
—Es bueno saberlo —comenté antes de morder un poco de la carne—. ¡Oh, por dios!
—¿Está buena? —Escuché como una leve risa se escapaba de sus labios.
—No tienes idea...—respondí volviendo a morder la carne.
