8-La primera señal

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Malia, Bellamy y Clarke ingresando a una sala que parecía ser una despensa con dos carritos repletos de comida comprimida al igual que agua

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Malia, Bellamy y Clarke ingresando a una sala que parecía ser una despensa con dos carritos repletos de comida comprimida al igual que agua. Dentro de aquella habitación se encontraba Raven subida en una escalera soldando partes de la nave con un casco ante las chispas.

—¿Dos comidas al día para gente que trabaja tanto como nosotros? —murmuró Bellamy cargando bolsas de comida—. No haremos amigos.

—Nuestra gente entiende el racionamiento —musitó Clarke descargando la comida de los carritos—. Además, una vez que cerremos las puertas será una comida al día por cinco años.

Malia hizo una mueca ante el sonido de la soldadora, últimamente sus sentidos estaban muy sensibles y eso también afectaba su audición. Cualquier ruido fuerte la hacía sobresaltar.

Raven dejó la soldadora y se volteó a verlos levantando el casco de su rostro:

—Más bien, una comida cada dos días —farfulló con eso dándole una mirada a Bellamy—. Los cazadores regresan con menos cada vez. Gracias a Niylah, preservamos más carne, pero aún no es suficiente. Sin una forma de generar agua, criar proteínas como en El Arca no es posible. Recuerda eso cuando pasemos hambre.

—Regresan con menos carne porque no me dejan ir a mi —recriminó Malia cruzándose de brazos.

—Yo no tendré hambre porque no estaré adentro —dijo Bellamy respondiendo a Raven.

Malia frunció el ceño para voltear a verlo con atención y preocupación. Es decir, ella sabía que estaría en esa lista porque es la única especial y además seriamente necesaria, y por eso también sabía que Clarke no le haría eso, a ella si pero a Bellamy no.

—Si estarás dentro —exclamó Clarke.

—¿Eso significa que hiciste la lista? —preguntó Raven.

—No —respondió la rubia volviendo a descargar la comida—. ¿Qué hay del agua potable?

—No cambies de tema. Debemos saber quién estará adentro cuando llegue la radiación —musitó Raven.

—No necesitamos saberlo ahora —sentenció la rubia—. Y Malia, hablaré con el grupo para dejar que salgas a cazar. Confío más en ti que en ellos en traer animales.

La coyote asintió en respuesta sin decir una sola palabra.

Necesitamos atención médica en la puerta —Se oyó en el todo Arca mediante los parlantes seguido de unas sirenas—. Parece que hay gente enferma aquí.

Los cuatro rápidamente dejaron de hacer lo que hacían para salir corriendo hacia la puerta donde un grupo grande de guardias y personas se hallaban reunida tratando de saber qué sucedía.

—No se acerquen más —pedían los guardias tratando de retener a las personas y a los terrestres del otro lado del muro.

—Muévanse. Apártense —ordenaba Bellamy encabezando la fila con Clarke y Malia detrás de él intentando llegar al frente.

Una vez estuvieron allí observaron cómo un muy pequeño grupo de terrestres se encontraba de rodillas pero no por miedo a las armas o los guardias sino porque no tenían fuerzas para mantenerse de pie mientras no paraban de toser.

—Nyko —murmuró Clarke reconociendo a uno de ellos.

—¿Y si es un ataque de terrestres? —cuestionó Miller parado a un lado de Bellamy y Clarke—. Como hicieron con Murphy.

Ambos recordaron aquello, la gran peste que se había dispersado en todo el campamento cuando sólo eran ellos solos.

—¿Qué les pasó? —preguntó Clarke mientras se acercaba lentamente a ellos manteniendo distancia.

—La enfermedad —respondió débilmente el terrestre que había reconocido sosteniendo a una niña moribunda en sus brazos—. Perdimos a más de 40 en el camino.

Malia se acercó a Clarke y Bellamy la siguió al igual que Raven.

—¿Luna? —preguntó Bellamy hacia una de las terrestres que tosía.

Al levantar la mirada todos pudieron ver que si era ella.

—Por favor —balbuceó—. No nos den la espalda por lo que yo hice.

Clarke no sabía que hacer, volteó hacia el resto de sus amigos pero los tres estaban de igual forma. Confundidos sin entender nada.

—Por favor, déjenme pasar —La voz de Abby se reconoció entre la multitud pidiendo permiso, a los segundos se visualizó frente a todos y se acercó a los enfermos con su maletín y cubriendo su boca y nariz con un trozo de tela.

—Mamá, ¿qué es esto? —preguntó Clarke arrodillándose a su lado.

Abby inspeccionó a todos y volteó hacia ella con una expresión extraña.

—Fiebre, lesiones, vómitos... —murmuró—. Es S.I.A.

—¿Qué es S.I.A? —preguntó Malia a un lado de Bellamy.

—Síndrome de irradiación aguda —explicó. Al instante todos intercambiaron miradas—. ¿Cuánto comenzaron los síntomas?

—No estoy segura —respondió Luna—. Antes de que los peces empezaran a morir.

—¿Los peces están muriendo? —preguntó Raven rápidamente.

—Flotan en el mar hasta el horizonte en todas direcciones —respondió Nyko.

De nuevo todos intercambiaron miradas.

—No es contagioso —dijo Abby volteando hacia el resto. Hizo una señal a los guardias que se acercaran—. Ayúdenme a llevarlos a la enfermaría.

—Si, señora.

Todos los guardias de allí ayudaron a cargar a todos hacia el interior del Arca dejando únicamente el cadaver de uno tendido en el piso.

Clarke se acercó arrodillándose y Bellamy también lo hizo a su lado.

—Ya está aquí —musitó la rubia.

Raven y Malia oyeron eso y lo único que pudieron hacer es verse preocupadas mutuamente.

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Hola amores, estoy de vuelta.

Quizás no actualice tan seguido porque por más de estar en cuarentena tengo un montón de trabajos por entregar.

Sin más, espero que les haya gustado, ya estoy escribiendo el siguiente.

Ilysm ❤️

𝗠𝗮𝗹𝗶𝗮 |𝖡𝖾𝗅𝗅𝖺𝗆𝗒 𝖡𝗅𝖺𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora