Una adolescente de 17 años que fue encarcelada solo por el simple hecho de ser particularmente extraña a los demás.
El Arca manda a 100 prisioneros a la Tierra para poder probar si es habitable de nuevo, ella formará parte de esos 100.
El problema e...
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Malia intentaba mantenerse de pie mientras veía todo a su alrededor, su equilibrio le estaba fallando producto de la jaqueca y mareos.
Le dolía la cabeza, el estómago lo sentía revuelto y el aroma a sangre no ayudaba en lo más mínimo. Todo a su alrededor era una gran masacre.
Las calles de Polis estaban manchadas en sangre con grandes cruces adornando a cada lado del camino con un cuerpo colgando en ellas. Había cuerpos tendidos en el piso que demostraban haber caído de una gran altura al intentar escalar la torre tan alta. Eran toda clase de personas, hombres, mujeres, ancianos y hasta niños.
Era una imagen muy devastadora.
El alarido de una mujer resonó en el centro de la ciudadela, sosteniendo en sus brazos el cuerpo de un hombre mientras lloraba con dolor. Clarke se acercó rápidamente a ella en un intento de ayudarla pero no había nada por hacer, él estaba muerto.
—No se cayó —observó Malia viendo el cuerpo del terrestre.
Sus pies se hallaban cruzados uno sobre el otro en forma de indio mientras sus manos colgaban a su lado, no se había caído al intentar escalar la torre.
—Me persiguió en Ciudad Luz —admitió Clarke—. Lexa lo mató.
—Wanheda —dijo la terrestre separándose del cuerpo y poniéndose de pie, mirando con rencor a la rubia—. Tú hiciste esto.
Todos se arremolinaron alrededor de la rubia creando un círculo donde el blanco inicial era Clarke. Todos la veían con desprecio, rencor y odio.
Estaban atrapados en Polis rodeados de enemigos.
Abby bajó de la torre con su equipo médico para poder ayudar a los que estaban heridos mientras que el resto a su alrededor tomaban los cuerpos y los encimaban uno sobre otro a un lado de la calle creando una montaña de cadaveres.
Jaha bajó de la torre junto a Kane ambos quedando atónitos al ver lo que pasaba a su alrededor, todo principalmente por culpa del moreno ex-líder.
Los terrestres veían con desconfianza a la gente de Arkadia, culpándolos por todo lo que sucedió, por traer el chip a ellos.
—Bien. Bajaron —dijo Clarke llegando a un lado de Kane y Abby—. Debemos irnos. El rover está hacia el norte.
—¿Y los heridos? —preguntó Abby.
—Los terrestres no quieren nuestra ayuda —respondió Bellamy—. A los nuestros los trataremos en Arkadia.
El intercomunicador en el cinturón de Bellamy comenzó a hacer interferencia mientras alguien trataba de comunicarse pero no se lograba entender nada.
—...¿hola? —La voz de Raven se pudo distinguir—. ¿Bellamy?. Responde.
—Raven —habló Bellamy tomando la pequeña radio—. ¿están bien?
