capítulo 17.

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maratón 2/3

Louis sintió un dulce aroma provenir fuera de la habitación. Restregó sus ojos y bostezó con profundidad, frunció el ceño al notar como el pequeño cuerpo de Harry ya no se encontraba a su lado como la noche anterior, así llegando a la conclusión de la proveniencia de aquel olor tan delicioso.

El castaño se dirigió al baño para así poder alistarse, ya que faltaban unas pocas horas para llegar a una próxima reunión de relaciones con diferentes empresas. Luego de darse un rápida ducha y poder estar completamente listo concluyó saliendo de la habitación y notando como el olor cada vez se hacía más fuerte.

Sonrió al momento de que notó como el menor se encontraba en la cocina batiendo una mezcla color café dentro de un boul con los labios abultados y el ceño levemente fruncido por la precisión y concentración de este.

—Huele tan bien —susurró  Louis en el oído de Harry al momento de abrazarle por la espalda. Éste se sobresaltó y sonrió luego de escuchar su voz completamente tranquila y dulce—; pensé que te quedarías a dormir más tiempo, veo que te levantaste antes.

—En verdad duermo más tiempo pero yo... —Harry bajo la mirada avergonzado, el mayor al instante le volteó y le tomó por la barbilla haciendo que lo mire a los ojos.

—¿Tú que, Harry?

—Yo, yo quería impresionarte —el castaño acarició su cabello con ternura y le dedicó una de sus verdaderas y hermosas sonrisas a  Harry colocándole nervioso—. E-esto es tan v-vergonzoso.

—Lo has hecho, ángel. Me has impresionado, cada vez lo haces más seguido. Me haces sentirme tan afortunado de tenerte a mi lado —el rizado no pudo evitar abrazar a Louis con fuerza y ocultar su rostro en su pecho evitando mirarle, y así el mayor aprovechando a acariciar su cabello y depositar un pequeño beso en su frente.

Harry tomó la mano de Louis y alzó el saco para poder observar aquel brazalete el cual compartían.  Louis y aprovecho en tomar su mano y entrelaza sus dedos, mirándose a los ojos por un instante.

—No te la has quitado —murmuró Harry.

—¿Por qué debería de hacerlo? Me gusta mucho, y significa mucho para ti, ¿no, Harry?

—Sí, es nuestro regalo, Lou.

—¿Pasa algo? —preguntó Louis al notar como Harry le regalaba una leve sonrisa y asentía con lentitud.

El rizado se dio la vuelta de nuevo para seguir preparando aquella mezcla color café.

—Esta navidad, yo quiero ser quien te regale algo —Louis tomó su cintura y apoyó su barbilla en su hombro haciendo reír a Harry por el repentino sentido al chocar de la respiración de Louis con su cuello y causando cosquillas.

—¿Qué es? —Harry negó divertido y siguió con su trabajo—. Vamos, el decirme no dañara nada —canturreo con diversión y soplando en el cuello de Harry haciéndole soltar pequeñas risillas.

—Si te digo no será sorpresa, no tendría sentido alguno. No te sentirías feliz y eso no me gusta —murmuró Harry tomando la mezcla y vertiéndola en otro utensilio para luego agacharse y colocarla en el horno. Louis solo le observaba con una dulce sonrisa y sus manos dentro de saco debido al frio de la temporada.

El castaño sonrió al notar como Harry volvía a concentrarse en la cocina, tomando el cuchillo y cortando con agilidad las verduras y juntándolas para luego colocarlas sobre la freidera con un poco de aceite y echando uno que otro condimento junto con la carne.

Louis se sintió bien en ese momento, se sintió en casa, como cuando vivía con sus abuelos, y su abuela cocinaba para él, o como su abuelo siempre salía a los bosques a cortar leña para colocar en la chimenea y por las noches tomar un café los tres juntos.

matrimonio; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora