capítulo 55.

4.4K 317 21
                                    

La cabeza de Harry dolía levemente al igual que su cuerpo. Recordaba un poco de lo que le había ocurrido la noche anterior, o en realidad únicamente recordaba a Louis enojado sacándole de aquel bar y como es que el dolor de cuerpo había sido provocado, algo lo cual le hizo sonreír al recordar.

Harry miró a su lado, encontrando la cama vacía, únicamente con su cuerpo sobre ella. Quitó las sabanas sobre su cuerpo y se levantó sin ganas de ella, para luego ir al baño para bañarse ya que se había quedado dormido después de aquella tan intensa noche. Se miró al espejo y sonrió al ver como la gran camiseta de su esposo quedaba perfecta sobre su cuerpo, algo lo cual supuso que Louis le había colocado en la noche sin que se diera cuenta. Abultó sus labios y llevó sus dedos a su cuello y clavícula donde permanecían variadas marcas rojas y hasta moradas sobre la piel, por lo que decidió usar algún suéter con cuello de tortuga para que ninguno en la universidad lograra ver las marcas. Observó cómo su cabello era un completo desastre, al igual que su rostro el cual no se veía agraciado con sus ojos con leves ojeras y sus labios aún hinchados. Prefirió quitarse la camisa y entrar a la ducha, en donde disfrutó del agua tibia recorrer su cuerpo y la suave esponja acariciarle. Después de todo no quería salir de aquella manera al salón y posiblemente encontrarse con su hijo y traumarle al verle en aquella condición.

Luego de tomar la larga ducha, Harry optó por colocar su pijama y salir de la habitación. Apenas cerró la puerta de su habitación, captó un delicioso aroma a panqueques proveniente de la cocina le cual le hizo casi correr donde la raíz del aroma y confirmar quien era el creador de aquella belleza.

Sus ojos se agrandaron al ver a Louis de espaldas y maldiciendo al momento de que había tocado la parrilla y se había quemado. Harry rió y se acercó a él mientras en el camino tomaba una bolsa de hielos del refrigerio.

—¿Cuántas veces te he dicho que uses la espátula cuando cocines en la parrilla? —le regañó burlón mientras se paraba de puntitas y besaba de manera delicada los labios del más alto—. Buenos días —Louis sonrió y devolvió la vista hacia los paquees y buscaba la espátula para entregársela a Harry.

—Algún día aprenderé a hacer algo bien y podré ser productivo en tu vida —Harry negó y rió risueño mientras sacaba el pan del fuego.

—A todo esto, no he visto a Edward. ¿Dónde está? No lo habrás dejado encerrado con llave en su habitación —preguntó incrédulo cruzándose de brazos y mirando a Louis el cual se acomodaba la camisa blanca y caminaba por la cocina en busca de agua.

—Ayer cuando fui a buscarte le llamé a Lottie para que pasara a buscar a Eddie por una emergencia, luego mientras regresaba contigo a casa ella me respondió que ya estaban en su casa.

El timbre sonó y se escuchó un llamado en voz alta de Lottie desde fuera de la puerta. Harry corrió hacia a puerta dejando a Louis encargado de la cocina y apenas abrió la puerta, un pequeño Edward con lágrimas en sus ojos se lanzó a sus brazos. Edward tenía su pijama de tigres y su peluche "Rocky" entre sus manitas y limpiando sus lagrimas con sus puños. Harry miró a Lottie confundido y ésta sólo suspiró.

—Luke lo hizo llorar, mientras jugaban en la habitación y Eddie corría, Luke se tropezó con él y empezó a llorar. Ya pasó más de media hora llorando y no deja de repetir "Lukey malo", supongo que está resentido —Harry sonrió levemente y cargó a su hijo el cual había escondido su rostro entre su cuello mientras sollozaba y se ahogaba por segundos—. Luke se quedó intranquilo en casa, sabes la obsesión que tiene con Edward y si le deja de hablar es posible de hasta secuestrarlo para poder pedirle perdón y volver a ser amigos.

—Gracias por traerlo a casa Lottie —respondió mientras limpiaba las lágrimas de Edward con sus pulgares—. Dile a Luke que yo me encargaré de Eddie.

matrimonio; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora