capítulo 61.

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Louis se encontraba sobre un taxi junto con Lottie en camino a la casa de Harry. La mano de Lottie se encontraba sobre las de su hermano brindándole tranquilidad ya que al haberle contado lo que había pasado con Harry, este se había alterado tanto que hasta pudo haber llegado a llorar y correr hasta su hogar con su esposo para aclarar las cosas y admitir que había sido un completo idiota al mentirle y buscar alguna manera en que Harry lograra perdonarle ya que en ningún momento quería perder a la persona que más amaba por tonterías que había hecho en el pasado.

Sí, Louis lo aceptaba, había sido un completo idiota al querer alejar a una persona como Harry de su vida. Pero por ello, Louis estaba completamente arrepentido, y quería reparar cada daño que le había hecho indirectamente, quería hacerlo tan feliz como él lo era en esos momentos a su lado.

—Louis, hemos llegado —el castaño salió de sus pensamientos al escuchar la voz preocupa de su hermana a su lado. Louis miró a su costado y visualizó por la ventana su hogar, tal y como lo había dejado—. Creo que aquí es donde me voy a casa, no creo que sea buena idea quedarme —Louis asintió y pasó su mano por su nuca.

—Gracias, Lottie —la chica le sonrió levemente y se despidió de su hermano. Louis abrió la cajuela del auto y tomó sus maletas entre sus manos para luego llegar a la puerta y sacar sus llaves que su hermana le había devuelto.

Su corazón latía con fuerza. Louis deseaba entrar y ver a su esposo feliz de verlo, que se lanzara a sus brazos y le besara con cariño, como tanto lo extrañaba. Pero en cambio sabía que recibiría una no muy grata bienvenida, una en donde los dos saldrían dañados sin escrúpulo alguno.

El castaño abrió la puerta de la entrada principal y dejó sus maletas a un lado de la puerta para alzar la mirada y observar a todo a su alrededor. Todo sonaba silencioso, a pesar de la televisión del salón con volumen bajo. Su sonrisa apareció sin pensarlo dos veces al ver a su pequeño Edward acostado en el sofá y tomando su biberón mientras veía las caricaturas en la televisión.

—Pequeño monstruo, cuidado te atragantas —soltó Louis con burla y llamando la atención de su hijo al cual le brillaron sus ojitos al ver a su padre de nuevo después de alrededor de un mes sin estar a su lado.

—¡Lou! —Edward lanzó su biberón a algún lugar de la sala y corrió a los brazos de su padre el cual lo cargó y recibió con risas los repetidos besos de su parte por todo su rostro dejando uno que otro rostro de baba en él.

—Te extrañé tanto Eddie —murmuró acariciando los cabellos de su hijo con cariño.

—Edward, ¿por qué la leche de tu biberón está regada hasta la cocina? No hagas desastre... —Harry se quedó quieto y paralizado al ver a Louis en la entrada cargando a Edward y el menor abrazando su cuello mientras restregaba su mejilla con la de su padre.

—Cariño —Louis bajó a Edward de sus brazos y se acercó a Harry para llevar una de sus manos a la mejilla de su esposo y acariciarla con tranquilidad—, me alegra tanto verte.

En cambio, Harry sintió su corazón apresarse con fuerza en su pecho y sus ojos ardiendo con ganas de llorar al ver a Louis de nuevo luego de leer aquella carta.

Harry no sabía tan si quiera que decir en ese momento, no sabía cómo sentirse al respecto.

—¿Qué haces aquí? —soltó tratando de no sonar con la voz temblorosa y queriendo ser rudo. Algo que le costaba, odiaba ser así con alguien que amaba con toda su alma.

—Necesitaba verte, y necesito aclarar las cosas, Harry —el rizado entendió y cerró sus ojos con fuerza mientas apartaba la mano de Louis y daba dos pasos hacia otras—. Necesito que me escuches, Harry.

matrimonio; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora