matrimonio; larry

capítulo 54. 2/2

Las manos de Louis se dirigieron al trasero del rizado, lo apretó y acercó el cuerpo hacia el propio así friccionando la reciente erección de su esposo contra la propia. Harry se sostuvo en los hombros del más alto cuando sintió los labios de Louis succionando su cuello y besando partes sensibles, logrando que las piernas de Harry se debilitaran por las sensaciones brindadas.

—L-lou —gimió agobiado, tratando de entrar en razón mientras el más alto aún le masajeaba y friccionaba su erección contra la tela del pantalón.

—No sabes cuánto me encantas amor —soltó sobre los labios de Harry y con su respiración completamente agitada. Harry asintió abriendo sus ojos y conectando su mirada con la de su esposo, notando como la tensión sexual se saciaba poco a poco entre sus cuerpos.

Entonces Harry no pudo tolerarlo más.

Con torpeza y brusquedad chocó nuevamente sus bocas, ahogando sus gemidos y disfrutando la manera en que su esposo le tocaba y le volvía loco.

Harry desabotonó el último botón de la camisa del castaño y deslizó la prenda por sus hombros para dejarla en alguna parte del baño para luego bajar sus dedos a los botones de su pantalón. Louis sonríe de manera burlona al ver la situación casi desesperada de Harry al momento de deshacerse de sus prendas. Las manos de Harry temblaban debido a los nervios y la excitación que recorrían su cuerpo.

El rizado se desesperó al ver que Louis no hacía nada más que observarlo e intimidarlo.

—¿P-podrías hacer algo productivo? —se quejó con las mejillas completamente rojas y con su voz temblorosa y chillona. Louis rió ronco y burlón ante la desesperación del menor.

Definitivamente Harry había cambiado al pasar del tiempo, volviéndose una persona igual o hasta más atrevida que él. Y eso definitivamente le encantaba a Louis.

El castaño observaba la manera en que Harry mordía sus hinchados y rojos labios inconscientemente mientras observaba su cuerpo, haciéndolo soportar en no tener compasión alguna y desquitarse en el cuerpo del menor con fuerza y sin importarle si le hacía o no daño. Louis aprovechó para terminar de deshacerse de sus pantalones y sus zapatos, quedando únicamente en ropa interior frente a Harry el cual no dejaba de mirarle con una mezcla de timidez y lujuria en sus ojos.

Cuando las prendas de ambos cuerpos se encontraban regadas por el suelo del baño, no lograron tomar aire de nuevo ni por un minuto porque apenas estuviera correctamente de pie contra la pared, Louis ya había estampado de nuevo contra la humedad pared y había juntado sus bocas en un juego húmedo de lenguas entre sí mientras caminaban ciegamente hasta la gran cama de su habitación así tumbándose con urgencia y sin alguna pizca de cuidado.

La pareja se otorgaba placer mutuo, sus caderas se movían sin intenciones de parar, una con la otra y friccionando sus miembros con completa excitación. Harry echó su cuello hacia atrás gimiendo y apretando los hombros del castaño con sus manos, completamente perdido en las sensaciones placenteras de la fricción entre ambas erecciones.

—Louis, m-me voy a correr —avisó el rizado en busca de que detuviera sus embestidas por un momento y le dejara tranquilizarse ya que lo que menos quería es que terminara todo tan rápido, algo lo cual Louis no permitiría a lo cual tenía una mejor idea—. D-detente.

—Muévete Harry —gruñó ignorando las palabras del menor, mordiendo y lamiendo sus clavícula. Harry iba a responder sino fuera porque los labios de Louis bajaron a sus pezones y sin poder darle tiempo de reaccionar, ya había empezado a succionarlos con fuerza.

Harry inconscientemente volvió a mover sus caderas con fuerza contra la erección del castaño mientras soltaba leves maldiciones y pasaba sus dedos por el cabello de Louis.