capítulo 28.

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maratón 4/4

—¡Te ves tan lindo! —exclamó Lottie mientras daba los últimos retoques al traje de Harry el cual habían compadro horas atrás—. Tus labios están resecos, ¿no compraste un bálsamo? —Harry negó dirigiendo sus manos hacia sus labios.

—Creí que traía uno en mi mochila pero al parecer se me olvidó —murmuró observando como Lottie pasaba el bálsamo sobre sus labios y lo difuminaba con la yema de sus dedos.

—No sabes cuándo envidio tus labios, son demasiado lindos. Los míos son delgados y no me gustan —comento en un puchero terminando de colocar el producto—. Listo.

—¿Qué vestido te pondrás? —preguntó Harry sentándose en la orilla de la cama de la habitación de la chica—. Te compraste muchos.

—Creo que me pondré el rojo, es una cena familiar y sería de mala educación si me pongo un vestido corto. Además que es cómodo y no tan llamativo. ¿Qué crees, Harry?

—Que es hermoso, me encanta el color —Lottie asintió y tomó el vestido para entrar al baño y poder tomar una ducha—. Lottie, iré con tu madre a pedir galletas —aviso para poder salir de la habitación.

Bajó las escaleras y sonrió al ver como todo ya se encontraba pulcramente ordenado y decorado con adornos navideños, completamente modernos y de alto precio. Algunas paredes de color blanco habían sido cubiertas con tapiz de tonalidades verdes y rojos, dejando a Harry asombrado por tal belleza. Ya abajo, observó una mujer alta con vestido blanco y cabello recogido, parecía buscar algo entre las repisas con desesperación.

—Perdona —Harry tocó su espalda en busca de llamar su atención, lo cual la asusto dando un salto en respuesta.

Llevo sus manos a su pecho y respiro hondo al ver a Harry.

—Me asustaste Harry, pensé que eras Niall o Luke que venían a molestarme —comentó Amelia colocando una de sus manos sobre el hombro de Harry—. ¿Pasa algo?

—S-sí, vengo a buscar la caja de las galletas.

—Oh, eso es lo que yo estoy buscando. Porque la escondí pero no la encuentro, luego Niall o Luke se comen todo lo que tenga sabor dulce como animales. Y creo que encontraron el escondite y se las llevaron —soltó enojada.

—Entiendo, entonces volveré a la habitación.

—No, espera —Amelia tomó la manija del refrigerador y lo abrió mientras buscaba en el lugar de verduras una pequeña cajita—. Aquí esta —murmuró sacándola del lugar y entregándosela a Harry—. Escondí dos cajas, aunque la otra contenía el triple de estas. Cómelas, ahora llamare a Niall y le obligare a hacer más galletas por comer cosas que no son suyas.

—Gracias, Amelia —agradeció.

—No es nada pequeño, ve a tu habitación, anda —le sonrió con dulzura. Harry subió las escaleras de madera y entro de nuevo a la habitación donde Lottie se encontraba en ropa interior colocándose el vestido.

—Harry, ¿podrías subir el cierre de mi vestido, por favor? —dejó las galletas en la cama y se acercó a la chica buscando el cierre trasero del vestido—. ¿Mi madre te dio las galletas?

—No, me las dio Amelia —respondió terminando de subir el cierre.

—¿Amelia? ¿La hija de los Horan?

—Sí, ella es muy amable y es muy linda.

—Aún no la conozco. Bueno, espero que podamos ser amigas —dijo alegre mientras tomaba su estuche de maquillaje.

matrimonio; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora