matrimonio; larry

capítulo 26.

maratón 2/4

Harry frotó sus ojos con sus manos hechas puños y la tela de su suéter de algodón traspasándola sintiendo su suavidad. Se sentó en la orilla de su cama y colocó sus pantuflas azules aún adormecido. Tomó su vaso de agua y tomó de él, así eliminando la sequedad de ésta. Suspiró y se levantó de la cama para poder dirigirse hacia el baño, una acción la cual fue completamente interrumpida.

Retuvo un grito al momento en que la sombra de un hombre frente suyo tapo su boca con fuerza y le sentó en su cama de nuevo con rapidez, mientras susurraba varias palabras las cuales Harry no pudo escuchar gracias a su nerviosismo y miedo.

—Tranquilo, soy yo —Harry cerró los ojos con fuerza y suspiro con alivio, apenas escucho la voz de Louis—. Perdón por asustarte, no quería que gritaras, tu padre pudo venir a ver y no sería muy bueno que digamos —aparto su mano de los labios de Harry y le sonrío.

—Me asustaste Lou, de verdad me asusté mucho.

—Lo siento, tu ventana estaba abierta porque al parecer olvidaste cerrarla. Es peligroso, cualquiera podría entrar y hacerte daño.

—Oh, lo he olvidado. Ayer salí a tomar aire un rato y se me olvidó colocar el seguro —le comentó palmeando a su lado invitando al mayor a sentarse lo cual accedió al instante.

—Sólo ten más cuidado, no me gustaría que te pasara algo malo —Harry asintió y abrazo a Louis hasta caer de espaldas en la cama y tomarlo aún con más fuerza. Louis sonrió y le correspondió ahora jugando con sus cabellos en silencio.

—¿Lottie dónde está? —preguntó el menor mientras repartía pequeños besos en su mejilla con ternura haciendo reír a Louis—. Hace tiempo que no la veo, la extraño.

—En la casa de campo, llegó ayer en la tarde para limpiarla y acomodar todo junto con mi madre. Tranquilo, podrán hablar todo lo que quieran dentro de poco, sé que ella estará feliz de verte —tomó la mano de Harry y se levantó, ayudando al otro a pararse por igual—. Vamos, podrían venir en cualquier momento y no debemos arriesgarnos —Harry asintió y tomó su mochila la cual se le fue arrebatada por el castaño y la colgó en su hombro.

Louis ayudo a Harry a bajar por el balcón, gracias a unos barandales, no le fue difícil a pesar de sus quejas respecto a su miedo a las alturas aparte, siendo ayudado por Louis para dejar a un lado su miedo y poder hacerlo de manera más rápida.

—Soy un tonto —se insultó Harry a sí mismo en voz baja mientras caminaban hacia el auto de Louis.

—No te insultes pequeño, ¿qué pasa?

—Pasa que se me olvidó ir por los pastelillos, como ayer no tenía sueño cocine algunos. Y eran de tus favoritos, no debí olvidarlos, por eso soy un tonto —abulto sus labios y se cruzó de brazos.

Louis rió bajo y pasó uno de sus brazos por los hombros de Harry.

—Tranquilo, podemos pasar a un supermercado y comprar los ingredientes si quieres, y así los hacemos en la casa. Y creo que será mejor porque podemos hacerlos juntos, si es así, prometo no ser una molestia.

—No le eres y nunca lo serás, Lou —respondió tomando su mano y entrelazando sus dedos.

—De verdad no quieres que cocine, me odiaras —comentó Louis riendo y deteniéndose frente al auto.

—Claro que no, nunca te odiaría —rió.

—¿Aunque queme la cocina y terminemos juntos en el hospital?

—Aunque quemes la cocina y vayamos juntos al hospital. Nunca podría odiarte, nunca podría odiar a alguien que amo —finalizó mientras dejaba un casto beso sobre los labios del mayor.

(...)

El rizado bajó del auto con dolor de espalda y cabeza, nunca en su vida había viajado tantas horas en auto y eso le había hecho mal. En total, casi se hacían más de ocho horas ya dando el medio día al llegar y sumando el frío, se le había hecho casi insoportable el camino. Luego de estirarse y bajar del auto, Harry se deleitó de las hermosas vistas del lugar así olvidando por completo cualquier incomodidad pasada.

Harry observaba con emoción la entrada a esa gran "casa." Se admiraba al ver tan grandes jardines los cuales se encontraban perfectamente cuidados, como pequeñas cabañas de madera la rodeaban y a un extremo una por igual, solamente de mayor tamaño. O como a lo lejos podía visualizar un lago con adornos florales alrededor y bancos de madera reluciente. Así dando por hecho que el tamaño de aquel lugar llegaba a ser hasta el doble de grande que su hogar y el de Louis juntos.

Como un palacio, fue lo que pensó en ese instante.

—Creo que lo mejor sería darte un recorrido por el lugar para hacer tiempo, porque más tarde será la cena familiar y necesitas salir de compras con Lottie. La ciudad más cerca está a una hora de aquí y será algo tedioso si vas por un móvil público, así que le he pedido a mi padre que los lleve, ya que estaré ocupado haciendo algunas cosas.

—Entiendo, no pasa nada. ¿Querrás algo, Lou? —Louis negó y le entregó la mochila de Harry y su maleta a un encargado del lugar—. Por favor, lleva esto a la cabaña mayor, ahí era nuestro hospedaje —el joven hizo una leve inclinación y se retiró.

—¿Cuándo haremos los pastelillos, Lou?

—¿Qué tal mañana en la noche? Así estamos descansados de hoy ya que la cena durará hasta más de la media noche.

—Pero yo no acostumbro a dormirme tarde, mi hora de dormir es a las nueve y máximo a las once —hizo un puchero inconsciente mientras pensaba en alguna otra opción.

—Si es así, te prometo ir a la cama a las once más tardar. Haré el esfuerzo por ti.

—¿Enserio? ¿No te molesta? —preguntó encogiéndose de hombros y abrazando el brazo del más alto.

—No, para nada. En serio —le revolvió el cabello y besó su frente—. No queremos que Harry tenga ojeras, ¿verdad? —el menor asintió y sonrió con ternura mientras se restregaba en el brazo de Louis.

—Entonces tomaremos la siesta a las onc-

—¿Styles? ¡Pero si es Harry! —una voz masculina se escuchó detrás de ellos, así interrumpiendo la frase del rizado, volteándose por inercia y buscando la persona de la cual provenía la voz.

—Claro, estoy bien también, hola Niall —murmuró Louis con burla soportando el ver como Niall abrazaba a Harry y repartía pequeños besos en su mejilla.

—N-niall no puedo r-respirar, por favor —se quejó Harry mientras sus mejillas eran tomadas y apretadas por las manos del rubio.

—Si no lo sueltas dormiré en otra habitación sin importar cuantos waffles me hayas prometido cocinar para el desayuno —soltó Zayn serio y con los brazos cruzados.

—¡No! ¡Debes dormir con Niall! —el menor se lanzó a Zayn y pego sus mejillas logrando sacar una expresión de desagrado al mayor de la pareja—. No abandonarías a mi deliciosa comida y obviamente a mí, ¡sólo por eso! —se quejó sin despegarse.

—Yo sé hacerlos igual, son fáciles de cocinar. ¿No quieres unos para mañana, Lou? —se dirigió a Louis con una leve sonrisa.

—Caso resuelto, Harry me hará mis waffles y dormiré en otra habitación —finalizó soltando el agarre de Niall y caminando hacia la casa con -ahora- un Niall de tras, mientras le rogaba que se quedara a dormir con él o en consecuencia se colaría a su habitación personal.

Harry dirigió la mirada a sus zapatos y empezó a jugar con ellos con timidez.

—Son tiernos —murmuró.

—No tanto como nosotros —soltó Louis serio sin mirar al menor.

—¿Qué?

—Que nosotros somos más tiernos —Harry rió y asintió besando su mejilla.

—Claro que lo somos —Louis sonrió, deseando internamente que ese momento nunca acabara a pesar de sus cuestiones.

Porque él mismo sabía lo que quería en el fondo. Y se podía afirmar, que entre esos no se encontraba el echo dejar a Harry Styles.

Porque aunque Louis no lo aceptara de verdad, en el fondo sabía que empezaba a amar a aquel rizado lleno de belleza y perfección.