matrimonio; larry

capítulo 25.

maratón 1/¿?

Harry admiraba la poca luz de la luna resaltar el rostro serio de Louis, el cual tomaba el volante con fuerza y se enfocaba en el camino de regreso a casa de Harry.

Ya era tarde, a no mucho de ser media noche. Louis había preferido llevar a Harry a su hogar en vez de su departamento gracias a los repentinos y molestos cuestionamientos que llenaban su cabeza. Preguntándose una y otra vez temas sin sentido respecto a Harry Styles y sus sentimientos.

No podía evitarlo, Louis se sentía feliz, pero a la vez frustrado. Estaba cansado de tantos rodeos, de tanto juego y de saber que en verdad él era el que estaba perdiendo en aquel juego.

Su rostro, su cuerpo, sus sentimientos y personalidad le enloquecían. Aún no entendía el porqué de tanta inocencia y belleza en una persona como Harry, lo volvía loco.

Harry se había convertido la completa perdición de Louis.

Y Louis se había convertido el mundo entero de Harry.

El castaño notó como Harry sobaba sus brazos y respiraba con dificultad, soltando humo de sus labios gracias al frío que aún resguardaba la camioneta. Estacionó a un lado de la carretera y se sacó el saco para colocarlo sobre los hombros del menor con cuidado, Harry sólo susurró un leve "gracias" y le dedicó una sonrisa para luego acurrucarse en la cálida prenda.

Louis sonrió y tomó de nuevo el volante sin eliminar su sonrisa. Por último, Harry suspiró y devolvió su mirada a la ventana apoyando su cabeza en esta y sintiendo cada uno de sus sentidos al límite.

—Harry, mañana será navidad. Y pues como te había dicho, quería invitarte a la casa de campo con mis padres —comentó Louis prendiendo la calefacción del auto.

—Con mis padres también, ¿no es así?

—No, Harry. Tus padres han rechazado mi oferta, bueno, en verdad fue tu madre. Y también me dijo que no te llevara, pero sabes que no le hare caso —Harry rió y asintió—. Decidimos invitar a la familia Horan en su lugar, pero claro, aún hay lugar para alguien más en mi habitación.

—¿Qué piensas, pequeño?

—No lo sé, mi madre no me dejará y se dará cuenta que no estoy en cuestión de minutos. ¿No podríamos hablar con ella mejor? —preguntó mirándole con curiosidad y un tanto de miedo.

—No te dejará y será aún más complicado el sacarte de casa. Tengo una mejor idea —Louis se estacionó frente la casa de Harry y le volteo a ver—. Mañana, en la madrugada pasare por ti. Subiré por tu balcón y te sacaré de aquí para poder ir. Así que prepara una pequeña mochila, con lo básico, compraremos ropa nueva luego.

—P-pero...

—Nada, no me arriesgare a hablar con tu madre. Estarás en navidad conmigo porque quiero y puedo, ¿bien? —Harry asintió y abrazo a Louis con fuerza, disfrutando de su calidez.

—Bien, estaré listo en la madrugada —canturreo en voz baja y depositando un pequeño beso en la mejilla de Louis.

—Hasta mañana, ángel.

—Hasta mañana, Lou —susurró sobre sus labios antes de unirlos de manera dulce y lenta, finalizando la cita y despidiéndose hasta próxima vista. Harry se retiró el saco y se lo entregó al mayor, antes de salir del auto y entrar a su hogar en silencio.

El ambiente se encontraba tenso, por alguna razón las luces se encontraban apagadas y la construcción en completo silencio, como si ninguna persona viviera allí. Harry subió las escaleras observando cada una de las habitaciones en busca de su madre o padre.