capítulo 54. 1/2

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Louis se encontraba cruzado de brazos apoyado en el umbral de la puerta y con el ceño fruncido mientras observaba a Harry vestirse, peinarse y colocarse un bálsamo haciendo resaltar sus gruesos y lindos labios. Harry volteó y le sonrió a Louis el cual claramente no se encontraba contento en ese momento, se acercó a él y pasó sus brazos por los hombros de su esposo para besarle con tranquilidad y dulzura. El castaño llevó sus manos hacia la cintura contraria para apegarlo a él e intensificar el beso, a lo cual el rizado no se negó y accionó al instante.

Harry sonrió sobre sus labios y rió levemente.

—Volveré temprano, no tienes por qué ponerte así por un simple día con él, es su cumpleaños y se lo debo.

—Es Matthew, nada es simple si estás cerca de él y más si están a solas —gruñó el más alto apretando con más fuerza el agarre hacia Harry.

—No estaremos solos, estará Luke y Niall igual, y recuerda que si va Niall...

—Va Zayn, lo sé.

—Ves, no tienes que preocuparte —murmuró Harry sobre sus labios y depositando un casto beso en ellos—. Entonces me voy, Luke ya ha de estar esperando fuera. Recuerda darle de comer a Edward sus verduras, si no quiere tomarlas entonces dile que le comprarás un helado o algo pero necesita comer esas verduras, están en el refrigerador por cierto —Louis asintió rodando los ojos y acompañando a su esposo hacia la salida. El nuevo auto de Luke se veía frente la casa estacionada con él al volante y con Matt en el asiento copiloto. El más alto al momento de percatarse de aquello, tomó a Harry de la cintura y frunció el ceño mientras hacía contacto visual con el cumpleañero.

Luego de que la pareja casada se despidió y Harry subió al auto, Louis regresó dentro donde se encontró con un Edward lleno de lodo y saltando por los pasillos de la casa mientras hacía sonidos con su avioneta de juguete.

—Eddie, pero ¿qué hiciste? —preguntó Louis acercándose al más niño.

—El niño nuevo me invitó a jugar con su perrito y me caí al lodo porque quería morderme y corrí lejos del perrito —dijo abultando sus labios y jugando con sus manitas—. ¡Pero el niño nuevo es muy amigable! Me dio así de galletas —extendió sus bracitos y rió—, y me ofreció el hablar contigo para que no me regañaran. Es muy lindo.

—¿Ya se mudaron a la casa de al lado? —Edward asintió—. Y ¿cómo cruzaste la barda? Edward, te hemos dicho muchas veces que no debes salir de casa solo, si quieras salir debiste decirme.

—Perdón, mami —el castaño bufó y cargó a Edward.

—Como sea, ¿cómo se llama el niño?

Eddie frunció su ceño y llevó sus deditos a su boca mientras se hacía el pensativo.

—Creo que Oliver... Y tiene así de añitos —dijo mostrando tres dedos a su padre y sonriendo ampliamente con su tierna y significativa sonrisa.

—Dos años más grande, vaya —Louis metió a Edward a la ducha y tomó jabones—. Puede que mañana vayamos a visitarlos para darles la bienvenida, de paso puedes jugar más tiempo con él y pueden hacerse amigos —Eddie asintió con rapidez y soltó un pequeño gritillo de la emoción mientras daba pequeños saltitos. Louis sólo sonrió y bañó a su hijo el cual no dejaba de hablar sobre su caricatura favorita y los animales que salían en ella como superhéroes.

(...)

Harry ya se encontraba en un café almorzando junto con los demás y platicando de cosas triviales para pasar el rato.

Al ser el cumpleaños de Matthew, este había pedido a Harry todo el día con él sin que un castaño alto e intimidante estuviera tras el cómo su niñero. Harry claramente aceptó y le rogó a Louis por el día lo cual logró —extrañamente— sin ningún tipo de queja, sabía que su esposo ardía por dentro al verlo con Matt, pero Harry tenía clasificado al chico como su mejor amigo, "nada que preocuparse" Harry le repetía a su esposo.

matrimonio; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora