CAPITULO 1 : EL NUEVO

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Amber

Como todos los días voy con un pequeño retraso al instituto. Con pequeño me refiero a 10 minutos de entrar a la primera clase y hasta ahora terminar de cepillar mis dientes. Mientras termino, escucho a mi pequeño primo Jack gritar por no poder quedarse en su cama el resto del día y tener que ir al jardín de infantes y mi tía Jaz trata de cumplir su misión de sacarlo de la cama. Tomo mi blazer y mochila, me despido del pequeño con un beso al igual que de mi tía, que está demasiado ocupada para responder mi despedida.

Desde que mis padres se separaron y mi herma mayor se aventuró por el mundo, está ha sido mi rutina.

Levantarme, arreglarme en el menor tiempo posible para facilitar el trabajo de mi tía con Jack antes de que parta a la inmobiliaria. La que ocupa casi el 80% de su día para llegar a sostener la vida cómoda a la que está acostumbrando a Jack.

Todo este ajetreo día a día es mejor que lo que vivía con mis padres. Jamás los veía y mi hermana cuando cumplió 18 escapo de todo con la excusa de querer conocer el mundo.

Salgo de casa y me dirijo al instituto. Caminando queda a 20 minutos y realmente no tengo la sensatez para dejar mi orgullo y pedir un coche a mis padres, además hago ejercicio. O esa es la excusa que utilizó cada vez que mi madre me llama y me dice que debería hablar con mi padre o pedírselo cuando hable con él.

A pesar de la separación asquerosa de mis padres, debo decir que mi economía no se vio afectada y la de mi tía mejoro. Mi padre le envía una mesada para los gastos hogareños.

Pero, definitivamente en algunos casos preferiría que mi familia estuviera unida y sin comodidades y no una que hubiera sido una farsa. Cosa que mi hermana no aplicó, ella tomo su parte de dinero destinado a los estudios y se fue. Aunque no la culpo, fue la víctima en todo este lío de mis padres.

Entro al instituto después de 20 minutos de caminata. Cuando llego veo a Carmen, mi mejor amiga. Nota mi presencia y segundos después se abalanza hacia mí en un gran abrazo .

- Pensé que jamás se terminaría el verano Amber. Sé que suena extraño que haya extrañado todo este lio de las clases, pero es verdad... Además, se dice que hay un chico nuevo.- Lo dice con una mirada traviesa poco característica de ella que me sorprende.

- Espero que no sea igual de idiota a los de más de por aquí - le contesto.

- Yo mantengo la esperanza que es un caballero que sacara la cara por los... WOW

Carmen no termina la oración, solo se le iluminan los ojos como si estuviera viendo al mismo sol. Cuando veo lo que llama su atención puedo jurar que tengo una cara peor que la que puso Carmen.

Un chico de 1,80, cabello negro desarreglado y los ojos más verdes que haya podido ver. Entra a la escuela y sube las escaleras que separan la entrada del pasillo. No mira a Kendal - la líder de las porristas- que se atraviesa en su camino, el fácilmente la rodeo al mismo tiempo que a todas ellas. Caminando hacia Taylor el capitán del equipo de basketball con el que se saluda de apretón de manos y risas como si se conocieran de toda la vida.

- Amber....Amber!!! vamos. Ya sonó la campana.- Grita Carmen. Tronando los dedos en mi cara. - ¿Parece que el chico nuevo no te desagrado para nada, cierto? - me pregunta con un aire de sospecha en su voz.

- Es como los demás. Si no hubiera hecho sentir invisible al cuartel de Kendal creo que no hubiera quedado tan impresionada.

- Si, como tú digas. Me hubiera gustado tomarte una foto de la cara que hiciste cuando lo viste.

Continuando la conversación con un abrazo enganchado con el de Carmen, entro al aula 114-Salón de Ingles -y tomo asiento en la mitad. El señor Stan entra y nos pide a todos que guardemos silencio. Sin quejas lo hacemos sin algún comentario de burla que era común en los años pasados. El último año te cambia.

-Espero que estén preparados para su último año y que se lo tomen en serio . Tanto como lo harán para divertirse.

-Si Stan.- contesta Taylor en tono de burla. Retiro lo que dije sobre que el último año te cambia, eso no aplica para Taylor.

-Señor Jordan espero que no se vuelva a repetir lo del año anterior. Malas calificaciones cero partidos.-Con un abucheo por parte de sus amigos Taylor se calla.

-Jóvenes por último les quiero presentar a Cole Jordán, nuevo en el instituto Franklin. - El mismo chico que me hizo estremecer en la entrada abre la puerta y se sienta al fondo con los amigos de Taylor.

-Espero que no tenga que darle las mismas instrucciones que a su primo, señor Cole.- dice el señor Stan para luego voltearse y escribir dramática lírica en la pizarra.

- Debe romper sus paradigmas respecto a los Jordán maestro. -responde una voz grave que sin necesidad de voltearme sé que es de él.

- Solo es una advertencia, si tiene problemas no me demuestre que es igual de indulgente que su primo.

- Con todo respeto el único con carencia de modales en este momento es usted profesor.

- A la oficina del director, al parecer usted es peor que el señor Taylor.

Se produce un silencio que nadie es capaz de romper, hasta que Cole toma sus cosas y sale del aula golpeando la puerta.

- Alguna opinión o puedo comenzar?- pregunta el señor Stan.

A lo cual le contestamos con un asentimiento de cabeza y el procede a dictar dos horas interminables de dramática.

Al tocar la campana espero a que todos salgan No soy fanática de salir de primeras. Truco para no ser objeto de empujones o golpes inconscientes.

Cuando voy a salir Cole entra y se da cuenta que solo quedo yo. Me mira de arriba hacia abajo sin ningún tipo de disimulo.- Tu no deberías ya haber salido?- pregunta con una sonrisa burlona.

- Y tú no desbeberías estar en la oficina del director. -Sé que no debí ser grosera. Pero fue mi mecanismo para no mostrar toda la debilidad que sentía de pies a cabeza... No se porque producía eso en mí.

- No me esperaba que fueras de esa clase.- Se ríe.

- Cual clase?- pregunto.

- De las gruñonas.

- Eres igual de idiota a los demás.

Riendo e ignorando mi comentario me pregunta. -Sabes dónde está el señor Stan? No. mejor no me digas seguro también huyó de tu simpatía...

Tomando mi mochila lo miro de arriba bajo y le lanzo una sonrisa sarcástica.

- En unos días estarás sonriendo con otra intención. -grita mientras tiro la puerta, como el lo había hecho hace dos horas.

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