AL DESPERTAR

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Amber

En la mañana al despertar lo primero que siento es la respiración tranquila y agradable de Cole. Tiene sus labios entre abiertos y es imposible no recordar las sensaciones de hace unas horas.

Me acerco un poco para poder besarlo, lo que es un poco difícil ya que al moverme Cole me aprieta más a su cuerpo con el brazo que tiene en mi cadera. Lo intento de nuevo llegando a lo que quiero juntando nuestros labios y mientras saboreo me pongo sobre su cuerpo, por el peso que apoyo en su cuerpo se despierta.

- Quiero despertarme así todos los días.- me dice mientras me abraza y me vuelve a besar.

No pasan más de 30 segundos cuando su boca va más abajo de mi clavícula y me abraza más fuerte.

- No te parece muy temprano para una segunda ronda, hermosa?

- Es muy temprano?

Me mira y me regala una sonrisa que me hace delirar.

Pone sus manos a cada lado de mi cara.

- Amor, ayer hasta ahora iniciamos y en serio, por mí no solo tendría otra ronda hoy si no ocho más y con más juegos preliminares. Pero, debemos ir con calma. No te quiero lastimar.

- No lo has hecho.

Me frunce el ceño de forma divertida.

- Pero lo hare si no vamos con calma. Así que antes de perder el control saldré de aquí y te traeré un buen desayuno para reponer las energía que te gaste ayer, que por lo visto las recuperaste muy rápido.

Me da un pico en los labios y sale de la cama dejando a la vista su espalda ancha cuando bajo la mirada ya tiene un jean puesto.

- Subo en menos de nada.- Me guiña un ojo y sale por la puerta.

Siento un frío extraño en mi cuerpo y al parecer después de 5 horas desnuda, Soy consciente de que estoy... desnuda. De la impresión salto de la cama y lo primero que tomó para cubrirme es una esqueleto de basketball negra sin logo, me la pongo tomo mis bragas que en algún momento de la noche se enredaron con su camisa de entrenar, me las pongo y me cubro con el edredón.

Al mirar a mi derecha veo una mesa de noche de madera negra con dos fotos de una versión de Cole Jordan a los diez años junto a una mujer que parece ser su abuela debido a los impresionantes ojos verdes que los dos poseen. En el fondo de la foto se ve el estadio United Center de los Bulls los dos están abrazados y con prendas del equipo de tonos negro y rojo. En el otro portaretrato veo a dos niños una versión con más edad, tal vez de los 14 años de Cole y Taylor en la playa con tablas de surf.

- Que tal estaba a los 13, todo un casanova, no?

Pongo la foto en la mesa de noche.

- No aguante mirarlas.

- No soy de los que se avergüenzan por eso, puedes mirarlas todo lo que quieras. Pero primero ayúdame a devorar este manjar.

Pone una bandeja con fresas, huevos, jugo de naranja y tostadas con mantequilla en la cama acostándose a mi lado.

Tomo una fresa y luego otra y otra al parecer sí que perdí fuerzas ayer. En realidad los dos devoramos todo en un par de minutos la rutina nocturna produce más hambre de la que piensas... en ambos sentidos.

La comida estuvo deliciosa además de ser cuidadoso, tierno e inteligente este hombre es un mago en la cocina ¿que más puedo pedir? Sinceridad. Pero no dañare el momento con eso.

- Que tal mi sazón?

- Delicioso. Para la muestra, me comí todo. Y créeme, toda la vida mis padres se molestaron por no comer completo mis tres comidas obligatorias.

CUANDO MENOS TE LO ESPERÉS   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora