CUANDO MENOS TE LO ESPERÉS

AMIGO

Cole.

Al llegar a casa después del entrenamiento de basketball que tuvimos al acabar las clases, tomo una ducha me visto algo incomodo en la misma bañera para no tener que entar  en los vestidores del instituto y poder llegar más rápido a casa y preguntarle Amber quien era el tipo que la acompañaba esta mañana. El único problema es que primero, no quiero quedar como un tipo posesivo sin derecho, 2 No sé cómo reaccionará si ve con aire de celos cuando trate de preguntárselo.

Después de varias horas cuestionando que hacer, tomo una decisión impulsiva abro la puerta de la entrada y me dirijo a la casa de mi vecina cuando estoy a punto de pisar el césped de su jardín abre la puerta.

Y para mi buena suerte el bastardo que sale es el mismo que vi en el comedor esta mañana sosteniendo su bandeja. Detrás de él sale Amber soltando carcajadas las cuales paran cuando nota mi presencia.

-Hola Cole...

- No te duele la mano- suelta en tono burlón el nuevo amigo de Amber.

- Soy un hueso duro de roer. Podría reventarle el rostro a alguien mas antes de volver a entrar a mi casa.- Farfullo.

- Adiós Konor. En Química arreglamos  el resto.

Por un momento creo que está protegiendo a su amiguito, el que ahora sé que se llama Konor de una buena paliza, hasta que noto un leve fastidio en la manera en que lo despide.

-Sí. claro Amber. Como quieras.- La besa en la mejilla mientras me mira y sale prácticamente corriendo hasta que esta a unos metros de la casa.

- Creo que mi compañero de laboratorio pensara dos veces en volver a reunirnos en mi casa.

-Mejor.

-Qué?- dice con tono indignante

-Para que quieres ese imbécil de compañero. Podría apostar que el 80% de interés en trabajar contigo es para todo menos un trabajo de química. Amenos que sea una práctica en la cama.

Me mira con tanta rabia que en un momento pienso que me golpeara.

- Aquí el único imbécil eres tú. Amenazas a alguien solo por un comentario. Levantas malas intenciones de un chico que ni siquiera conoces. Y por último, ¿Que venias hacer aquí antes de que abriera la puerta y te encontrara prácticamente al frente de ella?

- Solo quería venir a saber cómo terminó tu día. Pero por lo visto parece que te divertiste mucho esta tarde.- lo suelto con un aire prepotente que no quería utilizar.

- No sé con qué derecho insinuas que he estado haciendo cosas que solo pasan por tu cabeza. Y peor aún no sé porque te doy explicaciones Cole.

- Esas carcajadas no las sueltas por ejercicios de química. - mi voz arrogante hace que la frase sea más cargada de fastidio que la anterior.

- Mira, no porque me hayas ayudado un día tienes el papel de papá protector para saber que hago y que no. Y si en vez de hacer un trabajo me la pase revolcándome hasta saciarme con Konor NO es tu problema.

Marca el no con más fuerza que las anteriores palabras pero el único que puedo pensar es en ella gimiendo el nombre de un hijo de puta que la utilizo en mis narices dándole un beso y ella ni lo noto. Si, la conozco hace horas pero no debería ser utilizada de una forma tan baja.

-Cole...lo siento...fue hermoso lo que hiciste por mí...- Se disculpa.

- Tienes razón Amber. No tengo ninguna razón para estar aquí insultando, solo nos conocemos de dos días.-Por no decir horas.

- Pero...no importa desde hace cuánto tiempo nos conozcamos el Cole que trata de entretener a Jack no es el mismo que acaba de insultarme. O eso creo.

Esta chica cada vez me confunde más. Pensé que me mandaría al infierno por entrometerme en sus insultos y lo que gano es que trate de resaltar mi amabilidad de ayer, opacando mis insultos de hoy.

- Amber esperaba que me alejaras no que me halagaras.- digo burlón Tratando de hacer desaparecer su ceño fruncido. Funciona y sonríe. - Quiero ser tu amigo.- Me arrepiento de lo que acabo de decir apenas me percató que lo dije. No quiero ser su amigo...bueno quiero que me cuente sus cosas y protegerla de bastardos...y tocar las curvas y piernas...pero eso no hacen los amigos. Antes de poder retirar lo que dije Amber habla.

- Me encantaría ser tu amiga Cole. Solo te pido que no trates de espantar a mis otros amigos.

Aunque parezca sorprendente, que diga que va hacer mi amiga me da la felicidad que hace meses no sentía y aunque ser amigo no me permite tocarla y saborear todo lo que me dejo ver. Al menos puedo evitar que otro también lo haga... Ignoro las advertencias de mi raro análisis.

Me despido de ella. Pero sin besar su rostro como el idiota de Konor. Cuando lo haga, quiero tener el honor de que me dé su permiso. Aunque en este momento me diga otras intenciones con sus ojos en mi boca.

Antes de ceder a sus miradas le digo hasta mañana y prácticamente corro igual que el maldito de Konor cuando se fue. Lo comprendo, es difícil no dejarte llevar por el instinto cerca de Amber.