CUANDO MENOS TE LO ESPERÉS

DURANTE Y DESPUÉS DEL PARTIDO.

Amber.

La rutina salió al pie de la letra y las aclamaciones del público nos demostraron que hicimos un buen trabajo en coreografía o tal vez solo aplauden efusivamente por los movimientos exagerados de doce chicas de dieciocho en faldas cortas. Pero prefiero quedarme con la primera explicación.

Mi mamá por otro lado los diez minutos de la presentación estuvo con los ojos de par en par. Jamás me había visto bailar con un uniforme tan...corto y menos con la confianza que hoy lo hice. Al final, me mando una sonrisa que no supe como interpretar y me saco una foto con su teléfono. Me tomo por sorpresa pero trate de no pensar tanto y solo le sonreí y me senté con la otras animadoras para ver el partido.

El equipo se llama Fénix pero la mascota es un águila. Incoherente pero tiene algo de similitud. Al aparecer la mascota hace una coreografía de una canción de pop que solo causa gracia entre el público más que espíritu deportivo, al quitarse la cabeza vemos que es Thomas que sale del traje y le da la entrada al equipo.

Desde que mis padres se separaron me aleje mucho de los deportes. De verlos, practicarlos y hasta de estar pendiente de los resultados de equipo de basket. En parte porque mi padre era el que nos influenciaba a mí y a mi hermana y cuando se fue no le vi sentido a continuar con esa afición que solo me producía rencor al recordarlo.

Pero, apenas veo a Cole entrar con su uniforme corriendo. Mostrando sus brazos musculosos y tonificados, sin dejar atrás los abdominales que muestra en el momento en que salta para clavar el balón en la cesta como tradición de entrada y, el esqueleto del uniforme se sube. Me prometo a mí misma no perderme ni un solo partido donde pueda ver a este hombre jugando. Me busca entre la tribuna con la mirada y al encontrarme a unos cuatro metros de la cancha me lanza un guiño y un beso. Luego su entrenador los llama para darles las últimas indicaciones.

- Es tu novio?- La voz me guía a voltear y veo a una chica del grupo de porristas, la había visto pero en ningún momento hablamos.

Es de tez blanca, cabello negro y muchos mechones rojos, que a comparación con los que llevaba mi rival a noche se nota que si son reales. Tiene ojos grises y a pesar de que proyecta una cara de ternura todo su aspecto la hace ver como una chica punk muy a la moda y a pesar de que una punk no estaría muy familiarizada con un atuendo de porrista a ella le queda bien.

- Sí. Se me nota tanto la cara de boba?- Pregunto en broma.

- Bueno...todas quedan hipnotizadas al ver a Cole Jordan. Pero no cualquiera se gana que él les mande un beso.- Me sonríe.- Mi nombre es Micaela Thompson.

- Soy Amber Brown.

- Entonces tú debes ser la que le dio su merecido a Kendal ayer, no?

Miro a todas partes para asegurarme de que Kendal no escucho pero solo noto a sus amigas. - Los chismes vuelan.

- Bueno el internet ayuda mucho.

- A que te refieres?

- Hay un video.

- Que?

- Mmm si no dura más de unos segundos pero se nota que fue fuerte. Se lo merecía.

- No ha venido?

- No. No creo que venga, es demasiado superficial como para encerrarse hasta que desaparezcan las heridas de anoche.

- No quiero quedar como la bravucona.

- Es mejor  quedar como una bravucona, eso tenlo por seguro.

Bueno, en eso no estoy muy de acuerdo que digamos. Una perra puede ser aquella que se restriega con los hombres y no tiene respeto por ninguna chica o sus sentimientos y lo demuestra en cada oportunidad. Una bravucona se caracteriza más por ser una abusiva y fastidiar y no pensar en lo que puede provocar en los demás. Viéndolo desde ese punto una bravucona y una perra tienen similitudes...